ISSN 2605-2318

Entrevistas

José Luis Turina | El Compositor en el Aula


26/03/2008

José Luis se enfada cuando le preguntamos de que hablan los compositores, le puede la pasión por el diálogo, a veces tan perdido y tan ausente en nuestras vidas. Cree que la gente joven es el futuro, y cualquiera que tenga un mínimo de inquietud pedagógica debe conectar con ellos, de los que dice que en su caso “no sé si son ellos los que deben aprender de nosotros o al revés”.

Defiende a capa y a espada los logros en materia de educación y se cuestiona por la falta de comprensión hacia las propuestas nuevas. Sabe que es un hombre con tesón y paciencia, aunque no dice que es un apasionado de la música y de la enseñanza ... Alguien que sabe que la creación es 100% oficio. Lo suyo es pura vocación desde los 17 años, aunque lo llama “vocación tardía”.

De su ilustre y musical apellido dice que es una losa y una llave que te abre muchas puertas. Es un gran crítico de sí mismo y un trabajador infatigable y le irrita la falta de seriedad que rodea a la música.

Sin lugar a dudas la JONDE ha ganado con él. El acercamiento a la música contemporánea como nadie antes lo hizo, aunque a veces es ese repertorio actual el que le da más quebraderos de cabeza. A la hora de las “patadas en el trasero metafóricamente hablando” la lista sería interminable.

Estaría dispuesto a ponerle música a un anuncio de televisión y al final no puede evitar una mirada optimista al futuro. Le interesa Internet y las nuevas nuevas tecnologías, es un hombre de su tiempo.

Ruth Prieto, para El Compositor Habla, entrevista al compositor José Luis Turina, Madrid, Marzo 2008


 
El Compositor en el Aula

Ruth Prieto:
A propósito y para empezar ... ¿deben hablar los compositores?
José Luis Turina: ¿Y por qué no deberían hablar?
Cuando se trata de música, quien supuestamente la conoce mejor es un compositor (y no digamos si se trata de la propia música).
Y en todos los demás aspectos (arte, política, religión, lo que sea) el compositor puede y debe hablar igual que cualquier otro ser humano.
¿Quién fue el majadero que dijo que el compositor sólo debe expresarse a través de la música?

Ruth: Menuda orquesta, la JONDE. ¿Es necesario conectar con la gente joven?
José Luis: La gente joven es el futuro, y cualquiera que tenga un mínimo de inquietud pedagógica no sólo debe, sino que está deseando conectar con ellos, como es mi caso. A decir verdad, no sé si son ellos los que deben aprender de nosotros o al revés. En el argot de las jóvenes orquestas solemos decir que suenan estupendamente porque sus integrantes “son muy jóvenes, tocan muy bien, y todavía les gusta la música”.

Ruth: ¿Qué característica le define mejor?
José Luis: Van cambiando con el paso de los años (tengo ya 55). Hace un tiempo quizá podría ser el tesón. Ahora tal vez la paciencia, pero no me atrevo a afirmarlo, porque a veces tiendo a perderla un poco.

Ruth: ¿Qué tiene de oficio componer?
José Luis: El 100%. La llamada inspiración es parte del oficio.

Ruth: ¿Qué le movió a dedicarse a la música?
José Luis: La descubrí como algo plenamente vocacional a los 17 años (como puede verse, no fui ni mucho menos un niño prodigio), y tal vez me decidió esa fuerza y esa clarividencia con que dicen que se presentan las vocaciones tardías, en un momento de muchos bandazos y poca certeza de una meta profesional definida.

Ruth: ¿El apellido pesa?
José Luis: Cuando se lleva en un lugar tan flagrante como yo lo llevo, el apellido es una losa, porque hace que los demás te exijan mucho, pero también es una llave que te abre muchas puertas.

Ruth: ¿Cuál ha sido la última alegría que le ha dado la música?
José Luis: El poder hablar con mis hijos, estudiantes de música ambos, sin poder ni querer separar lo afectivo de lo profesional.

Ruth: ¿Y el último disgusto?
José Luis: La falta de sensibilidad de ciertas personas que, ocupando puestos relevantes en materia de educación, se empeñan en revisar continuamente a la baja los logros alcanzados, que en música han sido muchos y muy buenos en los últimos años.

Ruth: ¿Qué es componer hoy en día?
José Luis: Algo no siempre grato, porque el peso del gran repertorio es tan grande que casi nadie está dispuesto a hacer un mínimo esfuerzo intelectual por ampliarlo con propuestas nuevas. Cuando se es joven eso tiene poca importancia, pero al llegar a cierta edad esa falta de comprensión puede ser muy disuasoria para el compositor, hasta el punto de quitarle las ganas de escribir.

Ruth: ¿Qué le da fuerza para superar las dificultades de una profesión tan exigente?
José Luis: Una profunda insatisfacción ante lo que hago. Como nunca consigo que una obra me salga como la había pensado, tengo la necesidad de empezar enseguida una nueva, a ver si tengo más suerte que con la anterior. Es la eterna trampa que el Arte le tiende al creador para que escriba, pinte, esculpa o componga hasta el fin de sus días.

Ruth: ¿Y qué le irrita especialmente cuando oye hablar de música?
José Luis: La cantidad de dilettantismo que no pueden evitar algunos. Con la música se da algo muy especial que no pasa con otras artes. Si uno observa las revistas o suplementos culturales, las secciones de literatura, arquitectura o pintura suelen tener un tratamiento muy serio; pero en cuanto se llega a la de música parecen inevitables el cotilleo, las trivialidades y el tono amarillista, muchas veces repugnante.

Ruth: ¿Qué aporta la música a la educación?
José Luis: La música, y sobre todo la práctica de conjunto, enseña el arte de la concertación para la consecución de un objetivo común, de índole estética. ¿Puede haber algo más educativo? Pero para llegar a eso hay que plantear una educación basada en la práctica de la música, y no en su teoría, como muchas veces sucede, con un resultado nefasto.

Ruth: Que tiene la Jonde que no tenga otra orquesta?
José Luis: De algunos de los aspectos positivos ya he hablado más arriba. Hay muchos otros, pero yo destacaría dos: la flexibilidad de su organización (plantilla, repertorio, conciertos) y la posibilidad de trabajar cada programa con tiempo suficiente para bordarlo.

Ruth: Una virtud de José Luis
José Luis: Ya lo he dicho más arriba: la paciencia, a la que añadiría la tolerancia, que con el paso de los años noto in crescendo.

Ruth: ¿Un defecto de Turina?
José Luis: Un punto de falta de carácter que me hace ser algo débil en mis relaciones profesionales. A veces me meto en unos líos impresionantes por no saber decir “no” de forma tajante.

Ruth: Liberté, egalité, fraternité ... ¿Añadiría algo?
José Luis: Maturité. Sin ella las otras tres no podrían darse. Y en el caso de que se dieran, no servirían para nada.

Ruth: ¿Tiene una idea de lo que puede ser la felicidad «musical»?
José Luis: Hombre, claro. Si no, ni me habría dedicado a la música ni me gustaría componer. Lo que pasa es que esa felicidad musical es un estado inefable e inaprensible, que dura lo que dura un pasaje sublime, una modulación genial que en un momento nos revela esa realidad que hay más allá de la conciencia y que sólo gracias a la música podemos entrever ligeramente.

Ruth: ¿A quien rescataría del pasado?
José Luis: Es posible que todavía quede algún compositor genial por descubrir, aunque es difícil, porque en el repertorio olvidado se ha profundizado mucho en las últimas décadas y no es probable que aparezcan más “mirlos blancos”. Pero se lleva uno muchas sorpresas, de modo que hay que dejar siempre una puerta abierta a la esperanza.

Ruth: ¿Qué tiene el presente de interesante?
José Luis: Que desconocemos qué es lo que merecerá ser pasado recordable en el futuro. Personalmente esa incertidumbre me parece apasionante, si se vive como un estímulo creativo para conseguir algo que pueda ser apreciado por las próximas generaciones.

Ruth: ¿Qué espera del futuro?
José Luis: Que sea benevolente con el presente que nos ha tocado vivir, que ni política, ni social, ni artísticamente es precisamente ejemplar, y que sepa discernir –ahora no podemos- el grano de la paja para valorar y juzgar rectamente.

Ruth: Mi hijo de 9 años me dice que le pregunte ¿cómo es su música?
José Luis: No sé cómo se le podría explicar a un niño de 9 años. Tal vez lo que mejor podría entender es que se trata de una música que pretende causar emoción en el oyente a través de una serie de procedimientos en los que se mezcla la tradición con la modernidad.

Ruth: Y yo le pregunto: ¿qué consejo le daría a un niño que estudia música?
José Luis: Que no tenga la sensación de que la estudia, sino de que la aprende, como se aprende a patinar o a montar en bicicleta. Es decir: que disfrute con su aprendizaje, y que no lo viva como una imposición en la que el rigor se imponga sobre el placer.

Ruth: Mis trillizos tocan a Bach en el cello y cantan raps en la bañera. ¿Qué hago con ellos?
José Luis: Como veo que van bien encaminados, el siguiente paso podría ser de interpenetración de procedimientos. Prueba a ver qué tal funciona con ellos tocar raps con el cello y cantar las suites de Bach mientras se duchan.

Ruth: ¿Le interesa Internet y estas nuevas tecnologías?
José Luis: Bueno, no es que me interesen, es que ahora mismo no sabría vivir si me viese obligado a trabajar sin ordenador. No sólo me ha cambiado la vida como compositor (lo que no quiere decir que componga mejor ni peor que antes; me refiero a lo que han supuesto en mi actividad profesional los programas de edición de partituras), sino que la revolución que ha supuesto Internet me ha dado de lleno en mi línea de flotación, y he optado por hacerla mía.

Ruth: ¿A qué compositor invitaría a cenar a casa? ¿Con cuál se sentaría a charlas horas y horas?
José Luis: No cocino especialmente bien, así que a alguno que no sea un gran gourmet. Bromas aparte, he compartido muchas comidas y cenas con grandes compositores, así que no me quejo en ese sentido, pero no me importaría tratar un poco más a compositores a los que admiro muchísimo, como Sofia Gubaidulina o Salvatore Sciarrino, por dar sólo un par paritario de nombres ilustres.

Ruth: A qué músico le daría una patada en el trasero? (metafóricamente hablando)
José Luis: ¿Músico en general? La lista sería interminable, así que no voy a dar nombres, para evitar omisiones involuntarias. Metafóricamente hablando, le he dado alguna patada que otra a más de uno, en la medida de mis posibilidades.

Ruth: ¿Alguna manía para componer?
José Luis: Ninguna en absoluto. Compongo a gusto en silencio, pero también puedo hacerlo en parques, cafeterías (siempre que no haya música de fondo, claro está, lo que cada vez es más difícil), sitios en los que haya ambiente de conversaciones, niños jugando... Todo eso no sólo no me molesta, sino que muchas veces lo busco como entorno creativo.

Ruth: Una película ...
José Luis: Barry Lyndon, de Stanley Kubrick.

Ruth: Un libro ...
José Luis: El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez.

Ruth: Una canción ...
José Luis: Del repertorio tradicional, Du bist die Ruh, de Schubert. De hace menos tiempo, el tango Mano a mano, de Carlos Gardel.

Ruth: Un personaje histórico y otro de ficción ...
José Luis: De la Historia siempre me han fascinado los humanistas y científicos de pensamiento heterodoxo, como Giordano Bruno o Galileo, además de muchos artistas, no necesariamente músicos. En cuanto a la ficción, siento debilidad por los muy extremados, como Don Quijote, el Dr. Jekyll o Dorian Gray, que me ha parecido siempre un personaje inquietante. Aunque se sitúa en el Londres de mediados del XIX, es de plena actualidad, tanto hoy como en cualquier época.

Ruth: ¿Qué es el silencio?
José Luis: El paraíso perdido.

Ruth: Tres obras maestras de la historia de la música ...
José Luis: La pasión según San Mateo, de J. S. Bach; los Cuartetos de Beethoven; y cualquiera de los tres grandes ballets de Stravinsky.

Ruth: ¿Qué no le han propuesta todavía hacer en música?
José Luis: Componer para anuncios publicitarios de radio o televisión.

Ruth: ¿Qué diría José Luis Turina de José Luis Turina?
José Luis: Que si mira para atrás considera que no le ha ido demasiado mal, y si se asoma al futuro lo encara con bastante optimismo. Todo ello sin alharacas, sino con mucho realismo, como ha aprendido a irse tomando las cosas con el paso de los años.

Biblioteca

Destacamos ...

 
Nueva Sección Sub35
dedicada a la promoción de jóvenes compositores y compositoras 

 
Nueva Sección Directorio
dedicada a la promoción de compositores, intérpretes, instituciones y editoriales.

Este trabajo tiene la licencia CC BY-NC-SA 4.0