Entrevista. El 15 de Abril, en el marco del 2° Ciclo de Música contemporánea Iberoamericana de Madrid, podremos escuchar la obra Red and Black in Blue para guitarra eléctrica del compositor David del Puerto. Hemos hablado con él y esto es lo que nos ha contado:

 

1. Ruth Prieto: El 15 de Abril, en el marco del 2° Ciclo de Música contemporánea Iberoamericana  de Madrid podremos escuchar su obra Red and Black in Blue, para guitarra eléctrica: ¿qué nos puede comentar de esta obra?

David del Puerto: Red and Black in Blue tiene una historia larga y llena de ramificaciones… Compuse la versión original como un díptico para guitarra clásica (un divertimento mientras escribía la ópera Vacaguaré): Un primer movimiento lento, prácticamente una balada, titulado As the day dies, y un segundo animado, Midsummer Night, ambos en un lenguaje decididamente jazzístico, bastante contrastante con la ópera que tenía en la mesa en esos momentos… El segundo movimiento fue enseguida el germen de un encargo del conjunto Drumming, de Miquel Bernat, para guitarra eléctrica y 3 percusionistas, convirtiéndose en A Midsummer Night’s Dance. Poco después, transformé el original para guitarra clásica en dos movimientos para guitarra eléctrica que incluí en la velada Caro Domenico, encargo del Istituto Italiano di Cultura para mi dúo rejoice! (con Ángel Luis Castaño en el acordeón). La obra incorporó entonces secciones improvisadas y elementos técnicos propios del instrumento eléctrico (efectos, cambios de timbre, loops…). Escuchada en esta versión, la obra interesó mucho al pianista Albert Nieto, que me pidió permiso para realizar una versión para su instrumento. El espléndido resultado fue estrenado por Albert en la Fundación March de Madrid, en un concierto dedicado precisamente a la presencia del jazz en la música clásica actual.

Por mi parte, la seguí tocando como obra para guitarra eléctrica, incorporando nuevas secciones y añadiendo otras pequeñas piezas mías hasta configurar una obra más amplia, que en este concierto del 2ª Ciclo de Música Contemporánea Iberoamericana comprenderá un largo prólogo totalmente nuevo, articulado en torno al 2º movimiento de mi obra Versos nocturnos. Con todo ello, el pequeño díptico original para guitarra clásica es ya una obra ecléctica y variada, de unos 20 minutos de duración. 
 
 
2. R.P.: Este concierto se enmarca a su vez en el Ciclo de Música contemporánea Iberoamericana  de Madrid que celebra este año su segunda edición, y en tiempos como los que vivimos tan convulsos donde muchas veces vemos desaparecer iniciativas muy interesantes, usted que además es también gestor: ¿es difícil poner en marcha estas iniciativas, y mantenerlas?

David del Puerto: Mi experiencia como gestor es realmente mínima: me he incorporado al Festival de Tres Cantos a partir de este año, como miembro del equipo del nuevo director, Alfonso Carraté, para cuestiones artísticas y de programación. Creo en todo caso que los tiempos demandan que los músicos nos lancemos a este ruedo de la gestión porque parece bastante claro que nadie va a venir a buscarnos a nuestro augusto torreón… Tendremos por tanto que coger las riendas del asunto y dirigirnos nosotros hacia la sociedad, como ocurre desde siempre en otros campos de la música.

Por supuesto que es muy difícil poner en marcha cualquier evento que tenga que ver con nuestro arte, y más difícil aún mantenerlo y darle continuidad, en parte por la situación crítica que vive nuestra sociedad, pero también en buena medida por algún que otro factor endógeno, como pueda ser, sin ir más lejos, el aumento enorme de la oferta, algo que sufre en general todo el mundo de la cultura: cada vez somos más ofreciendo algo cuya demanda, en el mejor de los casos, no parece aumentar al mismo ritmo. Para superar esta situación, sería importante ser capaces de implicar a la iniciativa privada y a los medios de comunicación, que prácticamente nos abandonaron hace ya tiempo.

En todo caso, la situación obliga a cada cual más que nunca a pelear (sugiero que sea amablemente) por la creación de un nicho, un espacio de financiación, difusión y público propios. Hay gente en la profesión que se empeña en decidir por su cuenta que la vida es rosa, sensación que los compositores no podemos evitar en cuanto se nos juntan un par de encargos, pero una mirada rigurosa evidencia que esto no es así: el futuro es realmente incierto. Creo que el gran reto del presente es volver situar a la música de creación en el mundo, sin triunfalismos auto engañosos (un par de salas llenas no son la solución de un problema cierto), ni tampoco derrotismos apocalípticos.
 

3. R.P.: ¿Cómo ve la panorámica de la Música Contemporánea Iberoamericana  actual?

David del Puerto: Creo que Iberoamérica es el territorio llamado a recoger la antorcha de la muy ajada Europa en lo que se refiere a la creación musical clásica: por un lado, su proximidad cultural y su breve pero significativa tradición (sea Ginastera, Villalobos, Revueltas, Chávez o Brouwer – y me permito no citar nombres más recientes, sobre los que no tenemos perspectiva) la convierten espontáneamente en la sucesora natural. Y por otro lado, sus particularidades le aseguran una vena renovada y fresca a través de la incorporación de nuevos elementos que enriquecen y proyectan hacia el futuro a nuestro arte (¡cómo se puede comprobar en la obra de los mismos autores citados!).

Se trata, además, de un continente muy sensible a la cultura, y con grandes logros en la pedagogía musical (los que tenemos alumnos iberoamericanos sabemos que su nivel de preparación es a menudo más que notable). El panorama es, por tanto, excelente: a medida que América vaya superando algunos problemas sociales bien conocidos por todos, nos encontraremos con todo un continente floreciente de creatividad y personalidad, listo para ser el nuevo foco de desarrollo de la creación musical.  

Más información en 2° Ciclo de Música contemporánea Iberoamericana  de Madrid