Bilbaíno y actual principal director invitado de la Orquestra Filharmònica de Cambra de Catalunya, Diego Martín Etxebarría es un hombre a quien le encantan los retos y le espantan las etiquetas.
Disfruta con la colaboración del compositor en el proceso de ensayo-montaje de una obra cuando es posible, consciente que a veces cuánto más vanguardista es la obra, mayor es la dificultad técnica, de programación y de interés del público. No siempre es fácil explorar nuevos caminos pero esto no supone ningún problema para Martín Etxebarría, encantado con nuevos retos.
Permeable a todo lo que sucede en nuestro día a día, es curioso y muy profesional: “Para saltarse las reglas, primero hay que conocerlas”. Es sensible y consciente que en lo que se refiera a cultura musical en España hace falta un cambio grande de mentalidad. Apasionado de la ópera, la música, como no podía ser de otra manera, es el centro de su vida.
Es un gran comunicador, probablemente su punto más fuerte, al ser capaz de transmitir a sus músicos y al público todos los matices que previamente ha trabajado para llevarles a descubrir un mundo de sensaciones en cada obra, para compartir las emociones que la música sugiere. Haber debutado en la Staatsoper de Berlín es sin duda un momento importantísimo en la carrera de este joven director que anhela tener tiempo para recuperar su faceta de compositor.
Es todo pasión y emoción.

1. Ruth Prieto: Cuando dirige un estreno de música contemporánea ¿Cómo es la relación y el trabajo entre el compositor y el director de orquesta?

Diego Martín Etxebarría: Es una gran ventaja poder contar con la colaboración del compositor en el proceso de ensayo-montaje de una obra, lo cual, en la música “clásica” (adjetivo que no me acaba de satisfacer pero, desgraciadamente, aún no hemos encontrado otro que nos defina mejor) no sucede habitualmente. Hay menos especulación a la hora de leer la partitura y tener la tranquilidad de estar interpretando la música de la manera adecuada siempre es de agradecer. Por otra parte, también añade un puntito de presión por la posibilidad de que las cosas no salgan exactamente como el autor lo había pensado pero, con una buena comunicación previa al contacto con los músicos y durante los ensayos, se puede llegar con garantías al concierto.



2. Ruth Prieto: ¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?

Diego Martín Etxebarría: Soy una persona muy social. Me encanta la relación con las personas y, por tanto, con los músicos. Me considero un director muy cercano y me gusta tener la sensación de que, al dirigir una orquesta, en realidad formo parte de un gran grupo de música de cámara en el que todos nos unimos y hacemos música en la misma dirección.

3. Ruth Prieto: ¿Quién llama a quién: los compositores a los directores o los directores a los compositores? Es decir, ¿cómo se llega a los proyectos?

Diego Martín Etxebarría: Por lo general es una tercera persona la que nos reúne. Un gerente de una orquesta o de un teatro está interesado en estrenar una obra y piensa en el director más adecuado al repertorio. De este modo, nos pone en contacto a los dos y comienza el proceso.

4. Ruth Prieto: ¿Le gusta afrontar nuevos repertorios?

Diego Martín Etxebarría: Por supuesto, me encantan los retos. Lo que no me gusta tanto es la costumbre de poner etiquetas del tipo “especialista en contemporánea” o “especialista en barroco”,… Me considero músico y me interesa la buena música independientemente del período al que pertenezca. No puedo imaginarme toda mi vida dirigiendo únicamente estrenos como tampoco me gustaría interpretar exclusivamente Mozart.

5. Ruth Prieto: Podría definir ¿contemporáneo?

Diego Martín Etxebarría: Para mí no tiene más interpretación que la definición del diccionario: perteneciente al tiempo o época en que se vive. Desgraciadamente, para gran parte del público el arte contemporáneo sugiere una idea estética peyorativa de “raro, feo o incomprensible” sin embargo, no somos conscientes de que obras de arte “raras, feas o incomprensibles” ha habido durante toda la historia. La gran diferencia es que la historia ha puesto a cada obra de arte anterior a nuestra época en el sitio al que pertenece mientras que las creaciones contemporáneas aún no han pasado por el tamiz de 100 años que les otorgue el valor real. Es decir, hoy en día asistimos a conciertos de música contemporánea buena, regular y mala, de la misma manera que sucedía en época de Mozart, pero las obras clásicas regulares y malas no nos han llegado a nosotros. Nuestros tataranietos descubrirán qué perdura de lo que estamos presentando hoy.

6. Ruth Prieto: ¿De qué manera Diego Martín Etxebarría es contemporáneo?

Diego Martín Etxebarría: Soy muy permeable a todo lo que sucede en nuestro día a día, no sólo en cuanto al arte sino a nivel político, económico, social,… Creo que son muchos los parámetros que nos definen como personas y como músicos y, por tanto, intento que no se me escape nada. Eso sí, creo fervientemente en 2 ideas clásicas:
La primera con un carácter más general:

• Hay que conocer la historia para no condenarse a repetirla.

Y la segunda, más aplicable al mundo de la música:

• Para saltarse las reglas, primero hay que conocerlas.

7. Ruth Prieto: Como director ¿qué le inspira a usted?

Diego Martín Etxebarría: La emoción. Hago música porque me emociona y quiero que tanto los músicos que comparten el escenario como el público que asiste a mis conciertos puedan compartir conmigo esas sensaciones.

8. Ruth Prieto: ¿Cuáles son sus raíces musicales (reales o imaginarias)?

Diego Martín Etxebarría: No provengo de familia de músicos y eso me ha proporcionado un buen número de anécdotas para explicar:

• La primera en percibir mi afinidad hacia la música fue mi madre que, poniendo discos en casa, descubrió que había algunos con los que lloraba.

• De pequeño, tenía un cassette con el que grababa las “canciones” que me gustaban de la televisión pegándolo al altavoz y pidiendo silencio a todos.

• La primera vez que fui a la escuela de música y me preguntaron qué instrumento quería tocar, directamente dije que quería ser director de orquesta. Mi primera profesora de piano (María Gadea) todavía se ríe al recordarlo. En un pueblo de 10.000 habitantes quién se lo iba a imaginar.

9. Ruth Prieto: ¿Tiene usted “compositor de cabecera”?

Diego Martín Etxebarría: No soy fan de compositores sino de obras, sobre todo, de las que estoy trabajando en cada momento. Cada vez que hago un repertorio nuevo me convierto en fan de esa música que tengo entre manos. Sí que siento una mayor afinidad hacia el mundo de la ópera pero tal vez sea porque es lo que más he hecho durante este último año.

10. Ruth Prieto: Alguna manía a la hora de dirigir….


11. Ruth Prieto: ¿Qué cualidades tiene que tener una obra de nueva creación para que usted quiera dirigirla?

Diego Martín Etxebarría: La música tiene que emocionarme, tanto si es nueva como si es clásica o romántica. En cierto modo, debe hablarme y no me estoy refiriendo a música programática o vocal. Debe transmitirme unas sensaciones que, posteriormente, todos podamos compartir en el concierto.

12. Ruth Prieto: ¿Qué dificultades entraña dirigir una obra de nueva creación?

“Depende mucho del tipo de lenguaje. Cuanto más vanguardista, mayor dificultad y no me refiero exclusivamente a la técnica sino a los reparos de los programadores, el público y los propios instrumentistas, a veces, reacios a explorar nuevos caminos.”

Diego Martín Etxebarría: Depende mucho del tipo de lenguaje. Cuanto más vanguardista, mayor dificultad y no me refiero exclusivamente a la técnica sino a los reparos de los programadores, el público y los propios instrumentistas, a veces, reacios a explorar nuevos caminos. De todos modos, si como director he sido capaz de comprender la idea del compositor y hago bien mi trabajo al transmitirla a los músicos y al público, estas barreras se desvanecen. En este sentido, una buena pista del éxito de un estreno es cuando, al final del concierto, el público viene a hablar contigo y no hace ninguna referencia a la complejidad del lenguaje. Si se ha construido un buen discurso musical, las dificultades técnicas e “idiomáticas” pasan a un segundo plano para todos los participantes.

13. Ruth Prieto: Con todo esto de la crisis, ¿dirige usted menos?

“Independientemente de la crisis actual, necesitamos un cambio de mentalidad en cuanto a la cultura en general y a la música en particular”

Diego Martín Etxebarría: Es evidente que todos hemos notado un descenso en el volumen de conciertos que se llevan a cabo en España pero, en mi caso, por suerte o por desgracia, España no es la base de mi trabajo así que no ha sido grave. Independientemente de la crisis actual, necesitamos un cambio de mentalidad en cuanto a la cultura en general y a la música en particular. En Alemania, cualquier ciudad de más 50.000 habitantes cuenta con un teatro de ópera y una orquesta sinfónica. La música como actividad de ocio está totalmente normalizada entre la población y es en esta dirección en la que deberíamos trabajar pero eso implica un cambio de planteamiento en toda la pirámide, desde las instituciones arriba del todo hasta el público en la base.

14. Ruth Prieto: ¿Cuál ha sido la última alegría que le ha dado la música? ¿Y el último disgusto?

Diego Martín Etxebarría: Cada vez que tengo la oportunidad de ponerme delante de una orquesta es una grandísima alegría. Soy consciente de la dificultad que supone tener una carrera como director de orquesta y me considero muy afortunado por estar cumpliendo mi sueño. De todos modos, no puedo negar que haber debutado en la Staatsoper de Berlín ha sido un extra importantísimo para mí y espero que para mi carrera.
En cuanto a los disgustos, la música nunca los da, en todo caso, es el “negocio musical” el que a veces nos decepciona.

15. Ruth Prieto: ¿Si no fuera director de orquesta qué le hubiera gustado ser?

Diego Martín Etxebarría: Me cuesta mucho imaginarme mi vida haciendo otra cosa distinta. Durante un tiempo pensé estudiar derecho como rebeldía ante la cantidad de injusticias que suceden a diario pero, sinceramente, si algún día sucediera la tragedia de no poder seguir dirigiendo, me costaría reciclarme.

16. Ruth Prieto: ¿Qué obra, de las que no ha dirigido nunca, le gustaría dirigir?

Diego Martín Etxebarría: Soy un director bastante joven así que aún tengo mucho repertorio por delante. Por supuesto, siempre están los grandes hitos como la 9ª de Beethoven o la 8ª de Mahler y, genéricamente, me gustaría pasar más tiempo en el foso de un teatro de ópera.

17. Ruth Prieto: ¿Cuál ha sido su mayor extravagancia en la vida?

Diego Martín Etxebarría: Para bien o para mal, no soy una persona extravagante pero supongo que todos hemos tenido algunos años “peculiares” en la adolescencia. En mi caso, eso implicó una larga melena y múltiples camisas llamativas por decirlo suavemente.

18. Ruth Prieto: ¿Qué aporta la música a la educación?

Diego Martín Etxebarría: Me cuesta mucho ser objetivo porque para mí, la música es el centro de mi vida. Aparte de todos los estudios que demuestran el beneficio de la música en la formación intelectual de los niños, creo que la música nos hace ser mejores personas. Hace patentes nuestras emociones y nos ayuda a ser personas empáticas extrayendo lo mejor de nosotros. Una persona con sensibilidad artística es más cercana a la sensibilidad de los demás.

19. Ruth Prieto: ¿Qué le da miedo?

Diego Martín Etxebarría: El aislamiento en 2 sentidos:

• A nivel general: La sociedad está atravesando un momento en que las comunicaciones a nivel mundial son más ágiles que nunca y, sin embargo, tengo la sensación de que cada vez estamos más lejos los unos de los otros.

• A nivel particular: El trabajo de director de orquesta puede ser muy solitario en primer lugar, por los continuos viajes y en segundo lugar, por la creencia generalizada entre los músicos de que el director es un ente diferente a la orquesta. Como dije anteriormente, soy una persona social y espero poder seguir siéndolo a pesar de las circunstancias.

20. Ruth Prieto: ¿Perdió algo por el camino?

Diego Martín Etxebarría: Sí, pero creo que fue para bien. Yo soy una persona muy casera. De pequeño me costaba irme incluso una semana a los cursos de verano. Por supuesto que sigo echando de menos a la familia y a los amigos de toda la vida pero he aprendido a disfrutar de la aventura de los viajes y de conocer nuevos lugares y personas.

21. Ruth Prieto: ¿Qué es el silencio?

"En la vida diaria, una utopía. Tenemos demasiado ruido en el mundo actual."

Diego Martín Etxebarría: En la música, una parte indispensable en la organización del discurso musical (por ejemplo, el primer movimiento de la sinfonía 39 de Haydn).
En la vida diaria, una utopía. Tenemos demasiado ruido en el mundo actual.

22. Ruth Prieto: Liberté, egalité, fraternité….¿añadiría algo?

Diego Martín Etxebarría: Pasión y emoción. Hay que vivir la vida intensamente.

23. Ruth Prieto: ¿Tiene una idea de lo que puede ser la felicidad musical?

Diego Martín Etxebarría: Creo que para cualquier músico, cada oportunidad de subirse a un escenario y compartir su trabajo con el público es un gran momento de felicidad musical.

24. Ruth Prieto: ¿A quién rescataría del pasado?

Diego Martín Etxebarría: Soy poco mitómano y creo que la historia hay que dejarla como está para bien y para mal. De todos modos, sería muy interesante mantener una larga conversación con Carlos Kleiber.

25. Ruth Prieto: ¿Qué tiene el presente de interesante?

Diego Martín Etxebarría: Que estamos en él, podemos intervenir y tenemos la oportunidad de cambiarlo.

26. Ruth Prieto: ¿Qué espera del futuro?

"De todos modos, siempre hay ciertos acontecimientos que te van dando impulso como el debut en la Staatsoper y que espero que se sigan produciendo."

Diego Martín Etxebarría: Muchos piensan que mis grandes metas son dirigir la Filarmónica de Berlín o en el Metropolitan de Nueva York pero la verdad es que mi gran aspiración es algo tan simple y tan complicado como poder tener una larga vida como director de orquesta independientemente del lugar. En los años que llevo subido a un escenario he aprendido que vivir de la música es prácticamente un milagro. De todos modos, siempre hay ciertos acontecimientos que te van dando impulso como el debut en la Staatsoper y que espero que se sigan produciendo.

27. Ruth Prieto: ¿Qué consejo le daría a un joven compositor que quiere ver su música difundida?

Diego Martín Etxebarría: Que no olvide que la música es un proceso comunicativo y que hay un público al que emocionar, al que decir algo. Si no hay nadie escuchándonos es como un árbol que cae en mitad del bosque.

28. Ruth Prieto: ¿Qué le hace reír? y, ¿qué le hace llorar?

Diego Martín Etxebarría: Reír, las pequeñas cosas como los encuentros con familia y amigos, los momentos de relax…
Llorar, la sorprendente capacidad que tenemos los seres humanos de hacernos daño los unos a los otros.

29. Ruth Prieto: Un libro indispensable…

Diego Martín Etxebarría: En circunstancias normales sería muy difícil elegir sólo uno pero dada la triste noticia de la muerte de Gabriel García Márquez me quedo con “Cien años de soledad”.

30. Ruth Prieto: Una película…

Diego Martín Etxebarría: La leyenda del pianista en el océano (basada en la obra “Novecento” de Alessandro Baricco)

31. Ruth Prieto: Una canción que le arregle un mal día…

Diego Martín Etxebarría: Depende de por qué haya sido un mal día pero aprovecharé para confesar un “pecado”. Soy un gran fan de la música de los 80. Quizá porque es cuando fui consciente de mi interés por la música o tal vez porque las canciones de aquella época tenían un espíritu ingenuo o naif que me ponen de buen humor.

32. Ruth Prieto: ¿Qué piensa de la política?

Diego Martín Etxebarría: Es una parte importantísima de nuestra sociedad que determina muchísimos aspectos de nuestra vida. No se puede permanecer al margen de algo que puede condicionarnos decisivamente. Somos artistas pero no estamos por encima del bien y del mal y la cultura, está totalmente vinculada a la política.

33. Ruth Prieto: Algunas obras maestras de la historia de la música…

Diego Martín Etxebarría: Prefiero abandonar los grandes paradigmas que todos conocemos y citar algunas “pequeñas obras de arte” como los corales de Bach, la sinfonía 39 de Haydn, el concierto para piano nº2 de Schostakowitsch, Pini di Roma de Respighi, L’enfant et les sortileges de Ravel,…

34. Ruth Prieto: ¿Qué quisiera hacer en música que no haya hecho todavía?

Diego Martín Etxebarría: Sí que lo he hecho pero hace años que he abandonado mi faceta compositora. Me gustaría sacar tiempo para volver a escribir pero, por suerte o por desgracia, mi trabajo como director no me lo permite por el momento.

35. Ruth Prieto: ¿Qué diría Diego Martín Etxebarría de Diego Martín Etxebarría?

Diego Martín Etxebarría: No podría. Prefiero que sean los demás los que hablen de mí.