ISSN 2605-2318

Entrevistas

Àlex Ollé | Àlex Ollé, el agitador cultural


24/09/2011

Nos encontramos el 24 de septiembre del 2011 con el director de escena Àlex Ollé, en la azotea del Teatro de La Monnaie, para charlar con el de Àlex Ollé, de La Fura, de teatro y de su Edipo, que se estrena estos días en la ópera de Bruselas. Inolvidable!

Ruth Prieto, para El Compositor Habla, entrevista al director de escena Àlex Ollé

Bruselas, Septiembre del 2011 

Àlex Ollé, el agitador cultural




1. Ruth Prieto:
Ahora que está usted aquí en Bruselas, a punto de estrenar Edipo de Enescu, ¿cómo es el trabajo del director de escena con el director musical?

Àlex Ollé: El trabajo con un director musical, es como la vida misma depende de las personas, hay con las que te entiendes más y con las que te entiendes menos. Yo lo que me he encontrado últimamente, es trabajando con directores muy jóvenes, con lo cual por una cuestión generacional es más fácil entenderse, o también porque ellos entienden la necesidad de que vaya muy ligada la puesta en escena con la música. Porque como decía Wagner esto es un espectáculo total, y en este sentido es la suma de todos los elementos los que configuran finalmente el producto. No se puede entender, uno sin el otro. Cuando estás trabajando con los cantantes, sí que te encuentras a veces con directores (y a veces lo entiendes) que te piden que el cantante esté más próximo a foso para que se escuche mejor, esas cosas son normales. A veces sí que hay directores que entran en cuestiones escénicas que no deberían. Yo la verdad es que he tenido suerte, me he encontrado muy pocas veces con esto, y en este caso con Leo Hussein, ya trabajamos con El Gran Macabra y nos entendimos perfectamente.
También otra cosa es cuando tienes un director desde el inicio de los ensayos, que es como debe ser el trabajo, porque entonces en el día a día vas construyendo, y te vas adecuando uno al otro, es decir,” oye me interesa que esté un poco más lejos”…”puede hacer que el sonido de la orquesta sea un poquito más bajo”. En el caso de Leo es fantástico trabajar con él, trabajamos desde el inicio, y aparte del ambiente que creas, que también es muy importante que haya un buen ambiente a la hora de trabajar, es muy positivo que toda la energía vaya en el mismo sentido, es algo que finalmente luego se ve en el trabajo.

2. Ruth Prieto: ¿Cómo llegas a Edipo, como se llega a los proyectos, se eligen los proyectos, son propuestas de los teatros?

Àlex Ollé: Normalmente no eliges, es un proyecto que te viene en forma de encargo por parte del director de un teatro y que tú puedes aceptar o no aceptar. Lo que si ocurre es que cuando ya hay una relación con este director, cuando piensa en una obra, piensa en un director, por el tipo de estética que cada uno de nosotros tenemos, el director ve que esa obra puede funcionar mejor con una manera específica de trabajar.
Otra cosa es cuando tú haces una propuesta para hacer una nueva ópera. Puede venir por parte de un compositor…., en nuestro caso por ejemplo, el Don Quijote en Barcelona, era una propuesta que partía de nosotros y después se buscó a un compositor y a un libretista. Yo estoy proponiendo ahora, para hacer en un futuro próximo, un Frankenstein; pues es un proyecto que de alguna manera parte de mí. Entonces si hay un director, como el caso de Peter de Caluwe, u otros directores, que les parece que puede ser interesante ese proyecto, pues se suman. Pero normalmente es un encargo. Lo que sucede a veces es que también te pueden pedir una pieza que a ti por tu forma de trabajar no te interesa, o porque no te gusta la pieza…., a veces no es tanto musicalmente como por el libreto. Hay mucho libreto poco consistente, o con temas que a mí no me interesan. Entonces, agradeces mucho cuando se hace un encargo como el caso de Edipo, el Gran Macabra, Mahagony u otros muchos donde tú te sientes cómodo trabajando, y sobre todo porque son obras con un gran relieve. Hay temas muy planos: chico que quiere a la chica y el padre de la chica no quiere…; evidentemente que a todo le puedes dar la vuelta, pero es más complicado. No pasa mucho pero algunas veces sí que he dicho muchas gracias pero el proyecto no me interesa o no veo que yo sea la persona adecuada para hacerlo.

3. Ruth Prieto: Entonces, ¿no le veremos haciendo un Puccini?

Àlex Ollé: Depende de qué Puccini. Y depende mucho de tu momento, uno funciona a partir de inquietudes, y del momento, nunca lo sabes; hay piezas que yo he hecho, que si me lo hubieran preguntado hace diez años hubiera dicho: ”ni jarto vino me enfrento yo a esta pieza”, y que después lo asumes como un reto y de repente pues se te convierte en algo atractivo.

4. Ruth Prieto: ¿Cómo está en estos momentos, la creación actual?, ¿es un buen momento?

Àlex Ollé: Bueno yo creo que en el campo de la ópera es un buen momento. Estos últimos años, yo creo que desde los 80, a partir de directores como Peter de Caluwe, Gérard Mortier, que estuvo aquí en La Monnaie y después en Salzburgo, son gente que de alguna manera han pasado a ser casi agitadores culturales, y en este sentido a incorporar gente ajena al mundo de la ópera como directores de teatro y de cine y eso ha sido un revulsivo. También ha habido poco a poco un cambio de público, de gente que ve la ópera o que van una vez a la ópera y se dan cuenta que no es un género tan elitista.
En cuanto a la crisis, afecta, pero la ópera como cualquier disciplina artística, o como cualquier ciudadano, hay que adaptarse. En ese sentido pues hay que economizar, y yo no creo que eso deteriore el producto, es decir, quizás no puedes hacer algo que te gustaría hacer, pero lo haces de otra manera. Igual agudiza el ingenio, tampoco está mal, ¿no? Esto se ve en teatro en países como Argentina o en países del este donde hay una creatividad increíble y hay muy pocos medios, es decir, que no es ni bueno ni malo, es la situación que hay que vivir y hay que adaptarse a ella. A veces hay que decir también, que hay presupuestos en el mundo de la ópera que rozan lo pornográfico, que es un exceso de dinero para una obra que quizá, ni siquiera, se va a mover del teatro donde se estrena. Hay que empezar a buscar también un poquito una lógica.

5. Ruth Prieto: ¿Cómo es la relación entre Álex Ollé y La Fura dels Baus?

Àlex Ollé: Bueno entre Álex Ollé y La Fura,… es que La Fura es una compañía de 33 años de trayectoria. Empezamos 9 directores, ahora quedamos 6, dos de los cuales Carles Padrisa y yo somos los que nos dedicamos en buena parte de nuestro trabajo a la ópera, y ¿qué aportamos?, aportamos un ADN que cada uno de nosotros tenemos porque ha sido un trabajo desde los inicios muy intuitivo y muy empírico, prueba error, en ese sentido es una compañía que nunca ha tenido miedo, yo creo que eso es fundamental en este tipo de trabajo, que hemos siempre arriesgado, que hemos partido de cero, y que hemos sabido, creo yo, reinventarnos, y sobre todo y muy importante, rodearnos de muy buenos colaboradores, que son parte de nuestro éxito, aunque a veces quedan en un segundo término, pero es gente que ha enriquecido el propio lenguaje de la compañía, artistas plásticos, video artistas, arquitectos, hemos trabajado con un sinfín de gente que aporta mucho también. Y depende de la obra, pues buscas también a un colaborador que crees que pueda aportar para ese tema concreto un plus que a lo mejor tú no puedes. Entonces hemos creado, pero no creo que en la ópera, insisto yo creo que desde que empezamos en la calle, un sello, una identidad que la gente ya reconoce. Incluso, yo veo a veces en criticas que dicen: “y era una escenografía muy furera”. Entonces de ese grupo de vanguardia de los 80, pues quizás ahora ya somos un clásico, pero intentamos no serlo, intentamos en cada proyecto, arriesgar al máximo y apostar por productos. Quizás porque somos del mediterráneo y porque somos latinos, pero siempre buscamos una cosa más visceral. Yo creo que hay otros directores artísticos que quizás desde un punto de vista conceptual pues son más… tienen un tipo de trabajo diverso, diferente, pero nosotros tenemos siempre esa parte. Cuando hablo de esa cosa más visceral más orgánica, pienso en un trabajo muy de imágenes, muy energético, muy de cuerpo, porque ese es nuestro ADN.

6. Ruth Prieto: ¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?

Àlex Ollé: No sé, mi rasgo personal sería mejor que lo dijera alguien que me conociera ¿no? Pero bueno soy una persona muy meticulosa, entonces cuando trabajo me gusta mucho el detalle tanto en lo que se refiere al espacio como al trabajo con el cantante o con el actor. Soy muy meticuloso, y muy inconformista nunca estoy contento, eso es bueno y es malo. Es bueno porque yo creo que te hace ser perfeccionista y te hace no estar contento con lo que haces, insistir en algo hasta conseguir eso que quieres.


7. Ruth Prieto: ¿Cuál ha sido la última alegría que le ha dado la música?

Àlex Ollé: Siempre me da alegrías, pero también me da disgustos y me genera stress, porque es una responsabilidad, al fin y al cabo, cada nuevo espectáculo que haces es como si te tuvieras que examinar. Porque siempre dicen y ahora qué hará, siempre se preguntan. Y es normal también quizás yo lo hago con los otros. Pero en este sentido….!uy! me he perdido.
La última alegría es lo último que he hecho, que es un Mahagonny, en el Bolshoi en Moscú, que es una gran satisfacción porque era la primera vez que se hacía en el Bolshoi un Brecht y que el público recibió de una forma entusiasta. Y de una forma muy especial quizás porque Moscú se parece mucho a Mahagonny, de alguna manera había un plus en la obra, entonces eso es importante… cuando ves que tu trabajo agita o conmueve o genera una sensación más allá que simplemente la de estar viendo algo, sino que de alguna manera toca, pues te sientes muy satisfecho con tu trabajo. En este caso también lógicamente porque trabajamos con una dramaturgia muy solida en la que podíamos sentirnos muy cómodos.


8. Ruth Prieto: ¿Cómo influye el equilibrio entre el libreto y la música, como en el caso Weill /Brecht en su trabajo?

Àlex Ollé: Si. Bertold Brecht y Kurt Well tuvieron una trayectoria en ópera de varias piezas, y esta es una de las más descatables. Pero cuando realmente se hace una creación desde cero entre un libretista y un compositor, realmente eso se nota después en la escena. Cuando te das cuenta que un compositor como el caso de cuando hicimos el Macabra, coge una obra como la de Michel de Ghelderode: “La balada del Gran Macabra”, también te das cuenta, es decir, que hay ahí una obra detrás, que sustenta, que tiene unos cimientos en los cuales el compositor se apoya y tiene una coherencia. Y a veces te das cuenta que han habido libretistas en la historia bastante flojos y que tienes unas músicas maravillosas pero lo que cuentan interesa poco. El valor es desde la parte musical. Difícilmente te encuentres un libreto fantástico con una música de baja calidad.

9. Ruth Prieto: Ustedes han hecho de todo, teatro de calle, teatro de texto, macro-espectáculos. ¿En dónde se encuentra más cómodo, en la ópera?

Àlex Ollé: Es que la propia trayectoria de la compañía… Era en el 79 cuando nos juntamos como grupo, los componentes veníamos de procedencias muy diversas, del mundo de la danza, del teatro, de las artes plásticas, de la música…, entonces de alguna manera… el tipo de trabajo……Empezamos en la calle con fiestas mayores, era el principio de la democracia, con los primeros ayuntamientos democráticos, entonces todo lo que eran las fiestas…, la cosa festiva de calle pues de repente tuvo un resurgir, que había estado apagado durante los años del franquismo y de ahí se nutre mucha gente del teatro, en esos momentos. Después pasamos a espacios cerrados aprovechándonos digamos de la procedencia de cada uno de nosotros haciendo un tipo de trabajo muy de performance, de body art, de happening,…donde trabajamos en medio del público, pero ya para un público adulto, en espacios no convencionales. Y después hicimos los Juegos Olímpicos de Barcelona, hicimos un gran macro-espectáculo, con grandes escenografías para un público de no sé cuantos millones de personas en directo. Hemos hecho cine, hicimos después teatro de texto, hemos pasado por muchos sitios, siempre porque hemos entendido que la creatividad no hay por qué enmarcarla, es decir, que la creatividad la puedes aplicar a cualquier acto, hasta en la propia vida de uno. Y en este sentido llegamos a la ópera por casualidad, porque en las olimpiadas abordamos el tema de la mitología, el viaje de Hércules con los curetes, y entonces en la primera ópera que nos ofrecieron que era La Atlántida de Manuel de Falla aparecía la figura de Hércules, y fue como un link del director, Alfredo Aracil, el director del Festival de Música y Teatro de Granada, con Jorge de Persia que en esos momentos era el director de la Fundación Manuel de Falla, pensaron…. bueno si esta compañía tiene este trabajo visual…, el mundo de la ópera les puede ser atractivo,… y nos preguntaron si nos interesaba, y nosotros evidentemente, aunque al principio sí que nos parecía raro La Fura haciendo ópera, en cuanto empezamos a trabajar nos dimos cuenta que estábamos como pez en el agua que nos sentíamos muy cómodos. Porque ya de forma intuitiva siempre que nos habían preguntado y qué tipo de teatro queréis hacer, decíamos: “nosotros queremos hacer teatro total”, con los años supimos que esto era un término acuñado por Wagner, en su momento no lo sabíamos. Pero sí que de alguna manera nos era como familiar, porque nosotros en nuestro trabajo que carecía de texto, la música, era como una forma de dramaturgia, era una forma de desarrollar el espectáculo a través de la música. Trabajar con el coro, era lo que hacíamos con el público, que se movía siempre en nuestros espectáculos de un sitio para otro siguiendo las acciones, es decir, que hubo una familiaridad donde nos sentimos muy cómodos en seguida. Y después tuvimos la suerte que, nos llegó el encargo de Gérard Mortier, para hacer La Condenación de Fausto en Salzburgo y eso fue lo que nos dio a conocer internacionalmente, y a partir de ahí ha sido un no parar. En estos momentos, no sé cuantas obras ya hemos hecho, pero es más lo que ya tenemos de futuro. La cantidad de encargos que nos hacen pues para el 2013, 2014, 2015 y hasta 2016, que no es tanto por nosotros, sino porque hay estas agendas en el mundo de la ópera, los cantantes y los directores de orquesta, que se hacen con mucho tiempo de antelación.

10. Ruth Prieto: ¿Alguna vez le ha tentado escribir el libreto de una ópera?

Àlex Ollé: No. No porque no, escribir no es lo mío. Puedo escribir un texto para el programa de mano, pero no me atrevería hacer…, para eso hay gente muy buena. Yo creo que… en ese sentido hay que tener la máxima humildad. Eso que tú no sabes hacer o que no haces bien… Por eso te decía antes La Fura siempre se ha rodeado de grandes colaboradores porque es imprescindible trabajar con gente que sepa de lo que tú no sabes ¿no? porque eso es una forma de sumar y no de restar. Creo que es importante no querer hacerlo todo. En ese sentido por ejemplo solo he hecho una película en el cine, pero ese trabajo de equipo de especialización que hay en el cine es fantástico. ‘O sea’ que a lo mejor el actor hace su papel fantásticamente, pero tirarse de un segundo piso pues no es lo suyo, pues ahí hay un especialista, pero también lo es el que pone la colchoneta…. La ópera también tiene un poco de eso de especialización. No olvidemos que en los inicios del cine se nutre de una forma muy importante de gente que viene del mundo de la ópera. Eso en el teatro quizás… se trabaja todo de una forma menos especializada, no por eso deja de ser mejor simplemente es otro lenguaje.

11. Ruth Prieto: ¿Tiene el director de escena algo de compositor?

Àlex Ollé: Sí, porque compones a partir de objetos y de personas y estás componiendo una dramaturgia visual. En este caso si es una forma de composición.

12. Ruth Prieto: Mis alumnos me dicen que el teatro es un rollo para viejos. ¿Qué hay que hacer para conectar con la gente joven de la tele, la Play y la Nintendo, por la literatura, la música y el teatro?

Àlex Ollé: Hombre yo creo que la manera de atraer a un público joven al teatro o a la ópera es ofreciendo buenos productos. Eso quiere decir invertir más dinero, pero aunque les es rentable se invierte menos dinero en espectáculos para niños, sea del tipo que sea. Yo a mis hijos que desde pequeños que los he llevado a ver cosa. Les gusta mucho, también porque lo viven en casa, pero no es fácil encontrar buenos espectáculos para niños, es muy difícil. Pero cuando ves un buen espectáculo te das cuenta que los niños están entusiasmados. No lo digo por El Gran Macabra, pero por ejemplo El Gran Macabra que hicimos aquí tuvo una afluencia de niños y estaban encantados. Me acuerdo La Flauta Mágica en París que trajeron un montón de escuelas y no se podían creer el silencio que hubo durante toda la obra y no lo digo porque lo hiciéramos nosotros sino porque el niño es mucho más inteligente de los que a veces se piensa, en el sentido de que se hacen productos no para niños inteligentes…que lo son todos a ver si me entiendes pero no se hacen buenos productos. Se hacen cosas un poco ñoñas. O muchas veces también porque hay pocos medios. Porque los creadores que trabajamos para los adultos en los teatros de ópera o teatro no trabajamos para niños. Es feo que lo diga pero cuando estás acostumbrado a trabajar con unos medios y no te los dan para los niños, entonces…pero bueno quizás habría que hacer un acto de humildad por nuestra parte y aunque nos paguen menos y tengamos menos dinero para hacer el espectáculo pues deberíamos de hacerlo.

13. Ruth Prieto: Cuando voy a la ópera con mis hijos siempre les gusta mucho pero me comentan que no entienden algunas cosas. ¿Es posible el disfrute estético sin la comprensión de todos sus elementos?

Àlex Ollé: Yo creo que sí. Eso mismo delante de un cuadro, quizás si el artista te contara sus motivaciones o sus conceptos para haber desarrollado esa pintura, igual te gustarían más, o a lo mejor te gustarían menos, pero tú tienes una impresión. En ese sentido yo creo que sí que puedes ver una ópera, y sucede mucho porque hay muchas veces que uno se cansa de leer y estás mirando la obra sin entender al cien por cien en qué consiste, sin entender todo, y te puede gustar. En la música, bueno…cuanta gente no entiende el inglés, o porque muchas veces tampoco se entiende cuando se canta, y te encanta un grupo, y no entiendes nada de lo que dicen en cambio te gusta la música, ‘o sea’ que hay una parte digamos, hay dos partes la letra y la música pero solo por la música recibes digamos unas emociones que hacen que eso te guste. No creo que tengas que tener una comprensión completa, pero ayuda sin duda. Pero en el caso por ejemplo de los niños que muchas veces les es más complicado, ciertos temas de entender incluso leyendo. Bueno yo creo que ahí está el ir con un adulto a ver esa obra o con un maestro y después comentar. Esa es la parte buena yo creo no solo la de ver una obra sino la que después eso genera un debate y las diferentes posiciones de quienes lo ven; Muchas veces yo lo sé por mis hijos van a ver algo y se queda allí y después en clase no se aborda, la obra que se acaba de ver ¿no? De qué manera la has vivido o qué has entendido. Es decir que hay un trabajo de docencia después de ver algo por parte de un maestro o de un padre que creo que también es importante.

14. Ruth Prieto: ¿Qué aportan las artes escénicas a la Educación?

Àlex Ollé: Sin duda en la educación, en estos momentos son excesivamente pragmáticos y se necesitaría introducir en las escuelas, en la propia educación, yo creo que más materias relacionadas con lo artístico, con el arte, es decir, son pocas las salidas que se hacen en los colegios a teatro, a ópera o a museos, se hacen 3, 4 ó 5 al año, pero yo creo que el arte educa, sin duda, y mucho. En ese sentido cuanto más arte recibe y más cultura recibe un pueblo, más bien preparado está en todos los sentidos. Más capacidad de opinión. Ese enriquecimiento que uno consigue a través del arte es algo que después revierte en la forma de vivir de relacionarte con la gente, es que es un todo.

15. Ruth Prieto: ¿Ha tenido algún problema con la censura?

Àlex Ollé: Bueno hay dos tipos de censura, digamos, la que uno aplica personalmente, es decir, porque crees que a lo mejor no es necesario para el público o para esa obra…..A veces piensas cosas que estarían bien pero después te das cuenta que a lo mejor escandalizarían de una manera que lo único que conseguirías es que en vez de que se hable de la obra se hable de ese detalle. Yo censura la verdad he tenido solo en una obra de teatro que hicimos que era XXX basada en la filosofía del Marqués de Sade donde trabajé, en todo el rodaje de imágenes que aparecían, con actores, artistas, actores porno, mientras que los actores en escena eran actores de teatro pero mezclaba esa realidad en la imagen con los que estaba sucediendo en esos momentos y si, en algunos países si tuve censura de algunas imágenes, pero es la única vez.

16. Ruth Prieto: ¿Le interesa Internet?

Àlex Ollé: Si claro, si, es que… es el futuro. Es el futuro en un aspecto. Digamos que te posibilita una comunicación hoy en día, ostia!, con cualquier persona que esté en cualquier sitio del mundo…Yo Skype lo utilizo constantemente porque me encuentro con muchos colaboradores que viven en otras ciudades o en otros países y es una forma de trabajar o de compartir el escritorio viendo cosas en el momento, de poder estar dos horas viéndote la cara pues me parece que es importante. No es lo mismo que un teléfono. Estimula la creatividad en muchos aspectos y tiene sus cosas negativas sin duda pero eso todo no hay nada que sea todo bueno ¿no? Siempre hay ¿no?, es un equilibrio el yin yan de los orientales hay que buscar ese equilibrio. Que un niño esté diez horas delante del ordenador no es bueno pero por otra parte consigue una información que de otra manera sería imposible. Yo me acuerdo cuando hacíamos nosotros los proyectos, cuando se nos pedía una obra y debíamos de desarrollar un proyecto tardábamos muchísimo más tiempo. Hoy en día a mi me dicen oye que el Parsifal, me bajo Parsifal, me bajo el libreto, pongo You tuve, veo puestas en escena que se han hecho, me bajo artículos, comentarios. Entonces digamos que de una forma muy rápida accedes a una información que de otra manera sería imposible entonces eso agiliza. Ahora si eso puede agilizar o puede atontar también, pero claro depende del uso que le das, pero eso insisto en todo.

17. Ruth Prieto: ¿Cuál es el reto artístico que le gustaría ahora afrontar?

Àlex Ollé: Me dejo sorprender. No sé… he pasado por todas partes, por muchas… por el teatro de calle, por el teatro de texto, por el teatro furero, por el cine, por la ópera, por grandes espectáculos. Viene de forma natural y si tiene que venir llega. Pero también me gusta que me sorprendan, es decir que a veces… igual…muy posiblemente yo no hubiera dicho voy a hacer una ópera, en cambio me llegó una vez el encargo y pensé bueno… ¿por qué no? Quizás me puedan llegar cosas que yo no podría imaginar y algún día me lo proponen y si veo que realmente soy capaz o me veo capaz de tirar hacia delante ese proyecto pues ¿por qué no? No he hecho nunca un musical en principio diría no sé un musical, pero ¿por qué no? o trabajar por ejemplo en el mundo de la danza que no lo he hecho. Quizás tengo… algún contacto de gente que me ha dicho por qué no trabajamos algún día juntos, con alguien de flamenco, ¿por qué no? Es que es lo que decía antes, la creatividad… no tienes que limitarte… puedes trabajar con un carpintero, con un pescador ¿no?

18. Ruth Prieto: ¿Por qué hay que venir a ver Edipo a La Monnaie?

Àlex Ollé: Hombre, este Edipo hay que venir a ver porque Edipus es una pieza que habla de nosotros, digamos, porque en cada uno de nosotros hay un Edipo, ‘o sea’ hay una voluntad de controlar nuestro destino, y es imposible controlarlo. Las propias catástrofes hacen que no se pueda controlar. Yo lo he abordado desde el punto de vista que es imposible desasociar a Edipus del tiempo. Es decir, Edipo como clásico de Sófocles, tiene unos valores que permanecen en la historia del hombre, ¿no? Entonces yo he querido en este Edipo, de alguna manera que cada una de las escenas te va llevando a diferentes momentos de la historia. Desde un inicio como si fuera una puerta, un retablo donde aparecen todos los personajes, desde cuando Edipo está con Merope con su madre llevarlo al diván, una copia exacta del diván de Freud, para entender cuál es ese complejo de Edipo, que todos hemos tenido, en mayor o menor medida. Esa necesidad de alguna manera de matar al padre o ese sentimiento hacía la madre. La esfinge, pues la hemos, junto con Valentina con quien estoy dirigiendo este espectáculo, la hemos planteado como un avión de la Segunda Guerra Mundial porque nos gustaba que esa idea de la esfinge, ese personaje que tiene atemorizado al pueblo de Tebas, porque no es lo mismo que aquel nazismo hizo con muchos pueblos. Entonces de alguna manera he querido ligarlo al tiempo, y ese tiempo digamos de alguna manera: flexible. Y por otra parte introducir la idea del destino, a partir de una tragedia que fue la de hace unos años en Hungría donde una balsa de lodo tóxico inundó y contaminó pues muchos pueblos y ríos y nos pareció que ese elemento del cual nosotros estamos compuestos era una forma digamos, de metáfora de ese destino, y de ese destino que también viene representado por la catástrofe como ese elemento imposible de controlar. Y es una obra que la llevamos hasta el final, hasta hoy. Entonces a partir de la utilización de un objeto que la gente de alguna manera, yo creo que puede entender que llegamos a hoy y que ellos forman parte digamos de ese viaje de Edipo, que estando quizás en el teatro viendo esa obra están haciendo perdurar ese mito.

Todo nuestro agradecimiento al director y creador Àlex Ollé, al teatro de La Monnaie/De Munt, y a Claire Jesuran y a Naomi Hoornaert, por su apoyo y colaboración.

Proyecto El Compositor Habla, realizado por Ruth Prieto



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