ISSN 2605-2318

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El Trío Arbós presenta Flamenco envisioned en El Escorial


02/11/2018

Donde podremos escuchar la "Bulería Arbós: Ritual" de Mauricio Sotelo junto con obras de Pécou, Mendoza, Torres, Gander y Paco de Lucía.





En noviembre, el día 3 en el Real Coliseo Carlos III en San Lorenzo del Escorial, y el día 27 en la Fundación BBVA en Bilbao, el Trío Arbós interpretará Flamenco envisioned. Un diálogo entre creación musical actual y el flamenco tradicional.  Interpretado por el Trío Arbós compuesto por Juan Carlos Garvayo, piano;  Cecilia Bercovich, violín y  José Miguel Gómez, violonchelo; junto con el cantaor Rafael de Utrera








El Programa es el siguiente:


Soleá apolá **

Thierry Pécou (1965) La Tierra con los dientes + (2017)

Fandango natural*

Elena Mendoza (1973) De dentro afuera + (2016),

Malagueña*

Jesús Torres (1965) Malagueña ausente (2016),

Tientos-tangos*

Bernhard Gander (1969): Fancing flamingo (2017)

Paco de Lucía (1947-2014): Canción de amor 
**

Mauricio Sotelo (1961): Bulería Arbós. Ritual (2017)

Moraíto Chico (1956-2011): Buleriando*
*

*(adaptaciones del flamenco tradicional por el Trío Arbós)
**(transcripciones para trío de Juan Carlos Garvayo)




Sobre "Bulería Arbós: Ritual"
de Mauricio Sotelo, pionero en revisitar el flamenco y la estética contemporánea, está escrita en 2017 para cantaor, viola, chelo y piano, de 12 minutos de duración y encargo del Trio Arbós, fue estrenada por primera vez el 25 de octubre del 2017 en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid por el Trio Arbós (Cecilia Bercovich, José Miguel Gómez, Juan Carlos Garvayo).












Sobre este proyecto Juan Carlos Garvayo nos ha comentado lo siguiente:

"Estaba delante de nuestras narices, pero no lo veíamos. Pasaban los años y teníamos la sensación de que algo nos faltaba. Más de veinte años visitando las músicas más diversas:  desde los tríos de Haydn, primeros ejemplos maduros para este medio, hasta las más recientes y audaces composiciones  escritas para trío y, sin embargo, la sensación de carencia persistía…
Un día, después de uno de esos conciertos exigentes que te dejan el alma y el cuerpo medio apaleados, escuchaba de vuelta a casa en el coche al cantaor Fernando Terremoto. Súbitamente tuve una suerte de revelación: “¡Es el flamenco!”. La respuesta estaba en esa música que tanto amo y disfruto pero que siempre ha permanecido al margen de la música que habitualmente toco en concierto. Una música rechazada en su día por aquella supuesta vanguardia regeneradora que, apoyada por el régimen, pretendía otorgar una inocua pátina de modernidad europea al páramo cultural en el que estábamos sumidos, e ignorada hoy día por los herederos de los dogmas instaurados por aquellos profetas de la única y verdadera música. A pesar de que  Don Manuel de Falla nos dejó bien claro el gran valor de este arte en el texto del mítico Primer Concurso de Cante Jondo, la nueva música española construida sobre el vacío de exilio y ausencia que dejaron los epígonos de Don Manuel, decidió desterrarla al olvido, despreciando su poder expresivo, su refinamiento y su complejidad en aras de una argumentación peyorativa y espuria plagada de absurdos complejos históricos, sociológicos y políticos que nada tienen que ver con su poderosa sustancia musical.
Pero los tiempos han cambiado. La posmodernidad ha pulverizado aquellos axiomas inamovibles, y la recomposición de lugar ha dado pie a oportunidades para revisar y repensar… El reto estaba servido y decidimos lanzarnos a la aventura. Seleccionamos a siete compositores (cuatro españoles, un francés, un italiano y un austríaco) y les propusimos crear una obra con dos premisas. La primera de carácter práctico: que no superaran los 10 minutos; y la segunda, que su punto de partida (o de llegada) fuese una reflexión sobre el flamenco. He de decir que la respuesta fue unánimemente entusiasta. Parecía como si hubiesen estado esperando una propuesta similar durante años y nadie se hubiese atrevido jamás a planteársela. Además, no solo instábamos a los compositores a que plasmaran en sus obras su personal relación con el flamenco, sino que nos obligábamos a nosotros mismos a sumergirnos de lleno en el estudio de esta musica con objeto de intentar trasladar la riqueza de la guitarra flamenca al trío clásico con piano y así intercalar diversos cantes tradicionales a modo de interludios entre las obras de nueva creación.
El resultado es fascinante. Siete obras de estilos muy distintos que derraman su mirada sobre el atractivo mundo sonoro del flamenco desde ópticas muy personales. Desde la interioridad exquisita de Elena Mendoza, hasta la prodigiosa recreación de una bulería de la Paquera a través del “flamenco espectral” de Mauricio Sotelo. Un arco de música vibrante cuya tensión se forja  gracias a la contundencia visceral de Thierry Pécou con ecos del poeta Miguel Hernández, a la ritualidad arcaica de una cultura con códigos propios desentrañados por Aureliano Cattaneo, a la disección sutil de su entramado armónico y colorístico ofrecida por Miguel Gállvez Taroncher, a la pulsión rítmica implacable expuesta por Bernhard Gander, o a la adhesión natural a la gran música española representada por Jesús Torres en su brillante malagueña. Y todo ello entreverado por la portentosa voz del cantaor Jesús Méndez, heraldo de una pureza flamenca que clama ser por fin atendida y respetada"



Más información en la web del Trío Arbós.

Más información en la web del compositor  Mauricio Sotelo



 

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