ISSN 2605-2318

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Entrevista con el compositor Josep Maria Guix


08/03/2019

Los próximos días 9 y 10 de marzo se estrena en Los Ángeles «Jardín Seco» seleccionada en la convocatoria anual de la Kaleidoscope Orchestra. Hemos hablado con el compositor y esto es lo que nos ha contado:




1. Ruth Prieto: Los próximos días 9 y 10 de marzo se estrena en Los Ángeles su obra Jardín Seco (2014), seleccionada en la convocatoria anual de la prestigiosa Kaleidoscope Orchestra. Desde que la compuso en el año 2014 ¿cuál ha sido la trayectoria de esta obra? 

Josep Maria Guix: Jardín seco ha estado descansando en el cajón virtual del ordenador hasta febrero del año pasado, fecha en que se materializó por vez primera gracias a la grabación con la London Sinfonietta que ha aparecido recientemente.
La obra nació para ser grabada en un álbum monográfico con mi música, y con una distribución espacial muy concreta, que se percibe de forma hiperrealista en la versión con cinco canales y 3D.
El próximo fin de semana se estrenará ante el público en Los Angeles, gracias a la iniciativa de la Kaleidoscope Chamber Orchestra. Sólo puedo decir que me siento muy afortunado por haber sido elegido en su convocatoria este año. Todo ello parece responder a una alineación infrecuente de los astros.
"La pieza es, también y sobre todo, mi humilde homenaje a un pintor que admiro desde que lo descubrí, Fernando Zóbel. Me hubiese encantado haberlo conocido en persona"
 








2. R.P.: ¿Qué tiene Jardín Seco que gusta tanto y en lugares tan diferentes? 

Josep Maria Guix: Me gustaría creer que es así, en efecto. Pero no tengo la respuesta a dicha pregunta. Parafraseando a los Beatles podría decir aquello de “No lo sé. Si lo supiera dejaría de ser compositor y me haría promotor”.
Sólo puedo alegar que nace de la sinceridad –aquella condición sine qua non de la que hablaba Stravinski- y desde la convicción profunda en la emoción ante un cuadro, ante unos poemas, que surgieron previamente a su composición.
 
3. R. P.: ¿Qué tiene que tener una obra para pasar el umbral de ser “algo local” y convertirse en “algo universal”, capaz de interesar a públicos más lejanos? 

Josep Maria Guix: Tal vez el hecho de que ya es universal desde el punto de partida: una pintura encuadrada en la abstracción lírica, por un artista español de origen filipino e influenciado por el arte oriental. Asimismo, unos poemas que son la esencia del Japón clásico. Y también el uso de instrumentos convencionales tratados con recursos propios de la música electrónica, entre otras muchas cosas.
 
4. R.P.: ¿Ayudan las instituciones españolas en la internacionalización de la música de nuestros compositores? 

Josep Maria Guix: La verdad es que estoy tan centrado en la composición y en las obligaciones cotidianas que desconozco los mecanismos de difusión de dichas instituciones.
Debo decir, sin embargo, que gracias al Instituto Cervantes y al Institut Ramon Llull, una de mis obras recientes para piano se ha podido estrenar en Londres tras formalizarse el respectivo encargo remunerado. Me refiero a Stella, composición que nace gracias a la perseverancia de la pianista Maria Canyigueral, que ha querido reunir en un mismo concierto obras de Mompou y música de nueva creación.
 
5. R.P.: Jardín seco (2014), es también una de las obras que forman parte del CD Images y que está también en versión digital desde el pasado mes de enero. ¿Qué ayuda más a la internacionalización de las obras: los concursos, las convocatorias de partituras, los cds…? 

Josep Maria Guix: Me gustaría creer que, sobre todo, su calidad. Me temo que sin ella, y más allá del destello de una promoción adecuada, todo se queda en agua de borrajas.
Por supuesto que ganar un concurso puede ser significativo, aunque después hay que saber gestionar la inversión –parece que hable de la lotería, aunque algo de eso hay.
Y un CD siempre es una buena tarjeta de presentación y, además, está a punto de convertirse –si no lo es ya- en un objeto para la nostalgia.
 
6. R.P.: En la web del sello Neu records comentan: “Jardín seco (2014), obra escrita específicamente para el álbum". Jardín Seco ha sido una suerte de encargo para este trabajo discográfico, pero ¿cómo anda el mundo de los encargos a los compositores contemporáneos, hay suficientes ayudas institucionales, públicas, privadas… en torno a la música contemporáneo, se hace lo suficiente? 

Josep Maria Guix: En este caso fue un encargo que me hice yo mismo para formar parte del álbum: actué de mecenas por convicción, por creer firmemente en el compositor
Como decía más arriba, no estoy al caso de las ayudas que existen. He tenido la suerte, en los últimos años, de trabajar a partir de encargos remunerados que han llegado por diferentes vías, tanto públicas como privadas. En alguna ocasión el importe era meramente simbólico, en otras, correcto.
"Pero siempre he escrito a partir de la necesidad de componer, nunca como puro trámite: si sólo me interesase el dinero cambiaría de estilo"
 






7. R.P.: En su música encontramos muchas veces miradas poéticas y pictóricas, ¿qué le influye más a la hora de componer, la pintura, la poesía, el sonido, el timbre…? ¿Cómo afecta la pintura de Zóbel o unos poemas japoneses en su proceso creativo? 

Josep Maria Guix: Soy compositor, antes que nada, y como tal mi prioridad es transmitir emoción a través del sonido y del tiempo. Sin embargo, mis intereses como persona se desarrollan en distintos ámbitos: la música, las artes plásticas, la literatura, el cine, forman también parte de mi bagaje cultural. Todo ello configura una mirada sobre la realidad cotidiana en la que, a menudo, los elementos interactúan: una hoja caída evoca un sonido (o un silencio), también un grabado, un poema y, por supuesto, un sentimiento.
En el caso de Jardín seco, la magnífica pintura de Fernando Zóbel actuó como punto de partida al que, lentamente, fui añadiendo algunos haikus japoneses que contribuyeron a crear un discurso en el que aparecían también el agua y el viento. A partir de ahí, empecé la construcción de la pieza: preparé los materiales armónicos, tracé modulaciones tímbricas, señalé puntos de inflexión, etc.
En mi forma de trabajar, armonía y timbre se funden. También las trayectorias melódicas surgen a menudo del color. Me es imposible componer en blanco y negro, por así decir, y luego orquestar.
 
8. R.P.: El próximo día 19 de marzo en el Palau de la Música Catalana el maestro Josep Pons dirige a la Orquesta Sinfónica del Liceo un programa que incluye obras de Stravinski, Ravel y su Imatges d’un món efímer, ¿qué nos puede comentar de este concierto? 

Josep Maria Guix: Se trata de una obra para gran orquesta encargada en su día por la Jove Orquestra Nacional de Catalunya (JONC). He tenido la suerte de que, además de estos jóvenes músicos, la interpreten las dos orquestas que hay en Barcelona, la OBC y ahora la del Gran Teatre del Liceu. Para mí es un verdadero lujo. Además con Josep Pons a la batuta, un director enorme y con una sensibilidad especial para con la música contemporánea.
Y de nuevo siendo compañero de programa con La consagración de la primavera. En su momento, compuse la obra para una plantilla de gran envergadura precisamente para aprovechar la formación que demanda el ballet de Stravinski.
 
9. R.P.: El próximo día 20 de marzo también en el Palau de la Música Catalana Abel y Arnau Tomàs, junto con Josep Colom, interpretan un programa que incluye obras de Debussy, Ravel y varias obras suyas entre las que se encuentra el estreno de Llàgrimes de tardor (Lágrimas de otoño) ¿qué nos puede contar de este estreno y de este concierto? 

Josep Maria Guix: Básicamente, se trata de un repertorio integrado por algunas de mis obras de cámara, obras que el próximo mes de julio grabarán estos mismos intérpretes en el Auditorio de Zaragoza para el sello Neu Records, y que formará parte del álbum Images of Broken Light –que aparecerá a final de año.
Un trabajo que va del trío con piano al cello en solitario y que resume perfectamente mi estilo compositivo de estos últimos años. En todas las piezas hace acto de presencia la poesía nipona como punto de arranque, salvo en la última, que es estreno, y que no adopta ningún haiku como referencia. Llàgrimes de tardor es una elegía para violín y piano dedicada a un excelente compañero de trabajo que nos dejó, tras una larga enfermedad, el pasado verano.
 
10. R.P.: El Palau, su residencia, el cd, grandes instrumentistas interpretando su música, orquestas y grupos extranjeros estrenando sus obras. A mucha gente esto le sonará a éxito total, pero ¿cómo se conjuga con la dificultad diaria, con los plazos -a veces imposibles-, con el componer sin un encargo remunerado de por medio, con el no llegar a todo, con la dificultad de ser compositor y a la vez ocuparse de una familia, del día a día? 

Josep Maria Guix: Pongo en cuarentena la palabra “éxito”, prima hermana del vocablo “moda”,y que supone una fecha de caducidad implícita. Para mí lo más importante es la posibilidad de dar a conocer mi trabajo en condiciones y con unos intérpretes excepcionales.
El día a día es igual que el de muchos otros compositores, supongo: un difícil equilibrio entre clases, logística cotidiana, obligaciones familiares, horas de sueño… Y la necesidad de componer, por encima de todo (o casi).
Bien es cierto que no soy terrateniente, ni asesor de una hidroeléctrica, por lo que no dispongo de ningún fondo que me permita vivir exclusivamente de la composición –y, por supuesto y como afirmaba antes, no voy a traicionar mi estilo para poder hacerlo.
 


Más información en la web de Kaleidoscope Chamber Orchestra 

Más información en la web del Palau

Las fotografías de Josep María Guix son de May Zircus

Más información en la web Neu Records

Más información en la web del compositor Josep Maria Guix

Más información en el perfil del compositor en nuestra web ECH-Josep Maria Guix



 

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