1. Ruth Prieto: El próximo día 10 de enero se estrena tu obra La trayectoria de la sombra ¿qué nos puede comentar de esta obra?

Sergio Blardony: Es una pieza para recitación, corno inglés solista, electrónica y orquesta, un encargo de AEOS y Fundación SGAE para la JONDE, que la estrenará bajo la dirección de José Ramón Encinar, y con la actriz Susi Sánchez como recitadora (por cierto, he de decir que está siendo una experiencia muy gratificante trabajar con ellos, y la JONDE es una magnífica orquesta). Los textos con los que trabajo provienen del poemario “Otro año del mundo” de Pilar Martín Gila, que es el motor de la obra. De alguna forma, “La trayectoria de la sombra” trabaja con La luz y su ausencia, las sombras, la imagen poética de un día que no termina de llegar nunca, que no es más que una tentativa. Y esta idea está presente en toda la obra, tanto en la forma del discurso como en los diferentes aspectos estructurales que la componen, los más perceptibles y los más ocultos.

"Y por otra parte, he querido trabajar la propuesta escénica intentando romper la visión estática de la orquesta, introduciendo a los solistas –actriz y corno inglés- separados de ésta y creando, junto a la electrónica, un espacio de relación entre todas las partes, una especie de diálogo, de extraña dramaturgia."

Hay una búsqueda de lo teatral en muchas de mis obras, y esta no es ajena a ello. Obviamente, busco una forma de lo teatral que evita la impostación, pero que intenta encontrar una vía para conjugar cierto tipo de dramaturgia con aspectos esencialmente musicales.

2. Ruth Prieto: ¿En qué momento, como compositor, se encuentra?

Sergio Blardony: La observación de la evolución de uno mismo no es sencilla, sin embargo tengo bastante claro que estoy viviendo un proceso de cambio bastante pronunciado, una especie de búsqueda de lo esencial. Barriendo la casa, vaya. Esto no quiere decir eliminar de forma drástica aspectos complejos de mi escritura, sino de algún modo depurarlos sin que la propuesta musical pierda peso en el intento. No es fácil, en ocasiones resulta duro desprenderse de lo que sabes que funciona, sobre todo si es algo personal, que conforma tu poética. Pero considero que es vital la vigilancia sobre precisamente esos aspectos que sabes que dan resultado, porque de lo contrario, no es difícil caer en la comodidad. Perder la batalla en este sentido puede ser fatal.

"Cada vez me interesa más el trabajo interdisciplinar, y al mismo tiempo, cada vez soy más exigente en la forma de abordarlo. El tránsito natural de este proceso debería desembocar en una ópera de cámara, que llegará, sin duda. "

3. Ruth Prieto: ¿Cómo es su proceso creativo?

Sergio Blardony: Varía bastante de una obra a otra, sobre todo en función de cuál es el estímulo que la impulsa (un texto, una imagen, una idea…). Y depende también del formato. No se aborda del mismo modo una obra de carácter escénico que una electroacústica o de cámara. Por ejemplo, cuando trabajo directamente con el intérprete, suelo plantearle la idea y dejar que él busque su interpretación en forma de generación de materiales. Esto supone integrar de forma explícita e intensa al intérprete en el proceso creativo y creo que resulta enriquecedor para ambas partes, y por supuesto, para la obra. En el caso de las obras con texto, como es el caso de “La trayectoria de la sombra”, es éste el que generalmente va provocando los diferentes planos que forman la planificación. Suelo trabajar en una especie de dialéctica de planos, que genera una tensión interesante mucho antes de llegar a la escritura como tal.

4. Ruth Prieto: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Sergio Blardony: Tengo varias obras en el horizonte más o menos cercano. Por ejemplo, un encargo de Cosmos 21 para sexteto, una obra que trabaja sobre una pieza radiofónica que realicé hace poco sobre una breve pieza teatral inédita de Paul Celan (con cierto sabor beckettiano). También estoy empezando a planificar un proyecto con José María Santandreu, para clarinete y electrónica. Otro con Julián Elvira, que tendrá aspectos interdisciplinares, previsiblemente poesía y danza. Alguna revisión de obra y también los primeros pasos, tentativas todavía, que espero que me conduzcan a esa ópera de cámara de la que te hablaba antes. Vamos, que no estoy precisamente quieto…