ISSN 2605-2318

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Hablamos con Miquel Oliu


12/03/2015

Entrevista. Miquel Oliu Nieto es ganador del XXXII Premio Reina Sofía de Composición Musical. El Jurado del XXXII Premio, compuesto por James Clarke, Joan Magrané, Francisco Coll, Jesús Rueda y presidido por Hilda Paredes otorgó el pasado 28 de febrero este premio convocado anualmente por la Fundació de Música Ferrer-Salat. Después de haber analizado detalladamente todas las partituras presentadas al Concurso, se acordó otorgar el Premio Reina Sofía de Composición Musical 2014 a la obra titulada “Alegorías de Otoño”, del compositor catalán Miquel Oliu Nieto (Barcelona, 1973). La obra galardonada será estrenada e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española, en Octubre, en el Teatro Monumental de Madrid en presencia de Su Majestad la Reina Sofía y el Presidente de la Fundació de Música Ferrer-Salat, D. Sergi Ferrer-Salat.


"A pesar de que uno va aprendiendo a escribir sin esperar nada a cambio, más allá del enriquecimiento personal que supone, es cierto que éste reconocimiento a una búsqueda y a un trabajo de tiempo, no siempre fácil, es una profunda satisfacción, una ayuda y un impulso a continuar."

Hemos aprovechado la ocasión para hablar con el compositor Miquel Oliu:

1. : Ruth Prieto: ¿Qué significa este Premio para usted?

Miquel Oliu: Pues, en primer lugar, significa un reconocimiento. A pesar de que uno va aprendiendo a escribir sin esperar nada a cambio, más allá del enriquecimiento personal que supone, es cierto que éste reconocimiento a una búsqueda y a un trabajo de tiempo, no siempre fácil, es una profunda satisfacción, una ayuda y un impulso a continuar.

En segundo lugar la experiencia de estrenar la obra, el contacto con los músicos y con la gente, el poder escuchar y valorar lo que uno ha imaginado, será una fuente de aprendizaje insustituible. En éste momento que vivimos, un estreno de una obra sinfónica, para alguien desconocido cómo yo, o se daba a causa de un premio como éste o era imposible.

2.: R.P.: Hablando de reconocimientos y de lo difícil que está todo: ¿cómo ve usted el panorama de la música contemporánea en España y en Europa?

Miquel Oliu: Bien es sabido cómo afectan los recortes en cultura y educación que se han dado en España, no sólo en la música contemporánea si no en la música clásica en general. Pocos son los compositores (e intérpretes) que no hayan visto la dificultad de recibir encargos, de programar, de tocar en público. Fuera de las grandes salas, muchos ciclos de conciertos son organizados gracias a personas que lo hacen “por amor al arte” y con muy poco. No puedo hablar con propiedad de la situación en Europa pues no lo conozco lo suficiente, pero claro está que las políticas sociales y culturales no son ninguna prioridad.

De todas formas tengo la sensación -y apoyándome en lo que expresan algunos pensadores de distintas disciplinas- que la música contemporánea está pasando de una época dónde en general ha prevalecido la razón y la complejidad técnica, a otra de una dimensión más espiritual. Creo que puede darse un mayor acercamiento entre la música contemporánea y el público. La gente busca. Hay buenas iniciativas y los jóvenes intérpretes tienen mucho interés.

Más pequeños ciclos, próximos a la gente, educativos, de calidad, serian de gran ayuda. Aprovecho para agradecer a la Fundación Ferrer-Salat ésta oportunidad, y su soporte a la música y a la música contemporánea.

3. R.P.: Háblenos de la obra con la que ha obtenido el premio

Miquel Oliu: La obra lleva el título de “Alegorías de otoño” con el subtítulo de “Microludios para orquestra”, escrita en el 2012-2013. Se trata de un conjunto, de unos 13 minutos de duración, formado de ocho pequeñas piezas relacionadas entre sí: Hojas I, Hielo, Tierra húmeda, Hojas II, Pájaro solitario, Gris sobre gris, Hojas III, y para la última cogí el enigmático título de los tres asteriscos que Schumann utiliza en algunas de sus piezas para piano.

Son una mirada a distintos elementos del otoño, que nos invitan a otra percepción de lo que nos rodea. Se hace un tratamiento de la orquesta con especial atención a sus recursos tímbricos y colorísticos, a partir del ambiente sugerente del otoño.

Existe una obra previa para piano con el mismo título. Mi trabajo consistió no tanto en una orquestación de la partitura si no de una “recomposición” de los gestos musicales y de las distintas sonoridades y resonancias.

4. R.P.: Hablando de esa otra mirada, de esa ‘otra percepción de lo que nos rodea’ que aporta la ‘mirada ‘ del compositor para entender mejor el paisaje sonoro que nos rodea?

Miquel Oliu: La música tiene la cualidad de poder acercarnos al Silencio - Sofía Gubaidulina dijo que “el silencio es el terreno en el cual algo puede crecer”- y, como las demás artes, puede acercarnos a la Belleza; la Belleza que se expresa de múltiples formas, que está en las pequeñas cosas, que está en todo. El compositor puede abrir una ventana, puede ser el instrumento a través del cual se exprese la Belleza, el Silencio. Difícil…

5. R.P.: ¿En qué momento, como compositor, se encuentras?

Miquel Oliu: Aunque ya de niño tenía inquietud para improvisar y escribir música, mi primera vocación musical fue cómo intérprete, a través del piano. Estudié composición a posteriori, y quizás por ésta razón, tengo la impresión de estar todavía en proceso de aprendizaje, cada obra es un paso en una búsqueda técnica y musical. Mi intención es que sea también una búsqueda personal, con honestidad.
Pero contestando más concretamente a su pregunta, he estado un tiempo más centrado en la forma, en su estructura, y ahora mi preocupación está en buscar una mayor coherencia y organicidad de la obra.

6. R.P.: ¿Cómo es su proceso creativo?

Miquel Oliu: En cada obra el proceso es distinto pero en general hay un primer momento a lo que llamamos “inspiración”, de una primera idea o gesto musical, o de una intuición sonora; a menudo en relación con la naturaleza, un texto u otra expresión artística. Después viene la búsqueda de éste material de partida y un trabajo de desarrollo del mismo. A partir de aquí hago un primer esbozo de la obra que me sirve de guía, pero que a su vez queda siempre abierto a revisión y a cambios a medida que la obra va avanzando y ella misma cuestiona y/o propone caminos no previstos. Es el difícil equilibrio entre la intuición/inspiración y lo racional/desarrollo del material y su relación con la forma.

7. R.P.: Cuáles son sus próximos proyectos?

Miquel Oliu: A nivel exterior, en junio se estrena en Nagoya (Japón) una obra para violín y piano “El inalcanzable perfil” en homenaje a Eduardo Chillida, con el Ensemble Musica QuLacoza.
En casa estoy trabajando en una obra para ensemble de 9 instrumentos que de momento no tiene prevista la estrena. Ya hacía tiempo que quería componer algo inspirado sobre la experiencia de vida de Alce Negro, uno de los místicos del pueblo indio americano. Veremos!
 
 
Miquel Oliu Nieto (Barcelona, 1973)

Pianista formado al Conservatorio Superior de Música de Barcelona con Antoni Besses y en Anveres con el pianista y pedagogo Frédéric Gevers. Finaliza los estudios con las máximas calificaciones y diversos premios.

Estudia composición en el Conservatorio Superior de Música de Aragón (Zaragoza) bajo la dirección de Agustín Charles, finalizando la carrera en el 2002. Posteriormente recibe clases de Ramon Humet. Ha recibido consejos de Josep Soler y Benet Casablancas, y ha asistido a clases magistrales de Sofia Gubaidulina y Tristan Murail. Su catálogo reúne obras para instrumentos solistas, distintos conjuntos de cámara y orquesta.

Actualmente, paralelamente a la composición, desarrolla su actividad profesional en el campo de la pedagogía como profesor de piano en la Escuela de Música y Conservatorio de Vic (Barcelona).

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