Hemos podido hablar con Marta Espinós horas antes del concierto. Aquí tenéis la entrevista:

1. Ruth Prieto: ¿Qué puede decirnos del proyecto Piano Místico?

Marta Espinós: Piano Místico es un recital que pretende sugerir una metáfora sonora contemporánea del camino espiritual, con un programa que explora la presencia del misticismo y de la tentación en el repertorio pianístico de los ss. XX y XXI. La estructura del concierto está inspirada en la trayectoria vital de Santa Teresa de Jesús, de quien en 2015 celebramos el V Centenario de su nacimiento. Se trata de un recorrido sonoro muy bipolar, que alterna la iluminación con la oscuridad, lo estático con lo extático, el silencio meditativo y poético con la brutalidad infernal del pecado. El oyente asiste a una sucesión de momentos musicales de introspección, oración e incluso éxtasis, intercalados con los inevitables obstáculos presentes en toda senda contemplativa: la tentación y sus diabólicos disfraces.
 

"Como todos mis proyectos, se trata de un concierto comentado. El “estreno” del proyecto tendrá lugar dentro de la programación musical de Semana Santa del Ayuntamiento de Madrid."

2. Ruth Prieto: ¿Qué nos puede comentar de las obras y los compositores que interpreta en este proyecto?

Marta Espinós: La puerta de entrada a Piano Místico es "Laberinto de silencios" (2012), del zaragozano Jesús Torres (1965), que además es la obra más joven del programa. Es una bellísima constelación de sonoridades para mí evocadoras de lo ultraterreno. La indicación del compositor respecto al tempo, "Con mística flexibilidad", ya nos hace ingresar en un universo metafísico, esotérico, escondido. Sigue una breve inmersión en la "Música Callada" de Federico Mompou, inspirada en los versos del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz –con quien Santa Teresa fraguó la reforma de la orden carmelita– y que nos conecta con una primera referencia biográfica de la santa. La primera intromisión “diabólica” es de Joaquín Rodrigo, con sus “Seguidillas del diablo”, que tiñen esta danza manchega de un halo de malicia escalofriante. Olivier Messiaen era parada obligatoria en este programa: el "Regard du Père”, primer número de su obra magna "Vingt regards sur l’Enfant-Jésus", demuestra que la profunda vivencia del catolicismo de Messiaen impregnó su producción de una transcendencia espiritual que, más allá de los dogmas o doctrinas concretos, es una permanente alusión sonora a lo divino. "Diabolus in musica" de Miguel Bustamante (1948) ofrece la oportunidad de explicar el concepto que encierra su título: la demonización del intervalo del tritono, considerado maligno durante la Edad Media y utilizado por compositores de todas las épocas como símbolo sonoro de Lucifer. En esta pieza escuchamos también cierta evocación de los ritmos frenéticos de la "Diablada” de Oruro (Bolivia), un desfile de carnaval de la localidad natal del compositor. El poema pianístico “Nirvana" de Ernest Bloch apela a un estado superior de conciencia, ya sugerido por un subtítulo que reza: “…Sans désir, sans souffrance… paix, néant…” (“…Sin deseo, sin sufrimiento… paz, nada…”). El programa termina en el inframundo, con la "Sonata dall’Inferno" del compositor costarricense Marvin Camacho (1966), inspirada en la Divina Comedia de Dante. Antes de esta obra, leeré un fragmento del “Libro de la Vida” de Santa Teresa donde describe una visión auténticamente pavorosa del infierno.

3. Ruth Prieto: ¿Qué tiene el piano de místico?

Marta Espinós: El piano puede contener todos los mundos, y el místico es sólo uno de ellos. Pero precisamente por esta capacidad de “ser todo”, el piano es especialmente místico, si entendemos el misticismo como la plena integración y trascendencia de "el Todo”.

4. Ruth Prieto: .....y qué tiene Marta de mística?

Marta Espinós: Algún sabio hindú del siglo pasado dijo que el hombre del s. XX ha dejado de estar preparado para la Iluminación a través de estar sentado en meditación durante horas. Los textos sagrados que nos servían hace milenios, hoy nos resultan obsoletos (o demasiado evolucionados e inalcanzables, depende de la perspectiva). Proponía llegar al equilibrio entre el disfrute terrenal de los placeres y la introspección mística, combinación que puede ser altamente reveladora. Ser capaz de encontrar lo sagrado en lo cotidiano (en sentido primitivo, sin connotaciones dogmáticas o de una doctrina religiosa concreta) podría ser una meditación definitiva.

5. Ruth Prieto: ¿En qué momento, como pianista, se encuentra?

Marta Espinós: Son tiempos complejos, como todos sabemos, así que me abstendré de analizarlos. Busco un camino muy concreto, a través de propuestas que mantengan un delicado equilibrio: que sean atractivas para el público que no es precisamente melómano (algo crucial en estos momentos en que ansiamos romper el elitismo musical) pero que a la vez le resulten intrigantes al espectador que sí lo es. Me dedico casi plenamente al comisariado musical, concepto que hemos desarrollado en Lo Otro, plataforma desde la cual tejemos conexiones desde la música a otras esferas, como las artes plásticas. Se trata de un terreno aún poco explorado, donde una cuidada dirección artística es fundamental. Y me considero una militante de los conciertos comentados: la experiencia me ha enseñado que son siempre bien recibidos. Yo lo considero un arma cultural e muchos filos.
 

"Yo lo considero una arma cultural de muchos filos."

6. Ruth Prieto: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Marta Espinós: Mi próximo proyecto más inminente es de carácter cervantino: la presencia de El Quijote en el pianismo estrictamente contemporáneo. ¡Y hasta aquí puedo leer!