Morricone es el autor de melodías míticas que nos han hecho amar el cine. Melodías como la emblemática partitura de Érase una vez en América (1984), la inspiradora del oboe de La Misión (1986), los intensos momentos musicales de películas como Días de cielo (1978) o Novecento (1976) del gran Bertolucci. Morricone también es autor de las inolvidables y personalísimas melodías de la trilogía del spaghetti-western con Clint Eastwood de Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966).

Pero tuvo que esperar al año 2007, hace nueve años para recibir un Oscar honorífico, galardón de homenaje de la academia que suele entregarse a algunos veteranos del cine, y ha tenido que esperar a los 87 años, después de haber compuesto la música de medio millar de producciones para conseguir su primer Oscar por su trabajo de composición de la banda sonora de una película.

El trabajo que el compositor italiano ha realizado para Quentin Tarantino en Los odiosos ocho ('The Hateful Eight'), tiene mucho de auto homenaje, en cuanto que Tarantino llena sus películas de referencias y guiños al gran Morricone. En Los odiosos ocho, Morricone vuelve a los tiempos de aquel silbido inolvidable de El bueno, el feo y el malo, pero también hay trazos y ecos de su trabajo para Hollywod en películas como Los intocables (1987), o la aclamada Cinema paradiso (1990).

Se trata también de la primera vez que Morricone compone música original para una película de Tarantino, aunque el cineasta ya había usado composiciones suyas en las bandas sonoras de cinco filmes anteriores, aunque en todas ellas se trataba de compilaciones de canciones ya publicadas: Las dos entregas de Kill Bill (2003-2004), Death Proof (2007) Malditos bastardos (2009) y Django desencadenado (2012). Ahora, a sus 87 años, el italiano se lleva un justo premio que reconoce no solo su labor en The Hateful Eight, sino toda una trayectoria, tal como sucedía en la edición de 2007. El Oscar para Morricone es, sin duda, el premio a toda una vida dedicada a emocionar al público.

A la sexta ha sido la vencida para Morricone, y es que el italiano había sido nominado en otras cinco ocasiones al premio a mejor banda sonora original. Morricone, que visita Europa a menudo para dirigir sus composiciones en formato orquestal, ha conseguido el premio tras su sexta nominación al Oscar. Maestro de las bandas sonoras, antes de Los odiosos ocho había estado nominado por Días de cielo, La Misión, Los intocables, (1991) y Malena (2000). El Oscar a mejor banda sonora original ha reconocido por fin la labor de uno de los compositores más respetados del mundo del cine.