1. Ruth Prieto: Los días 18, 19 y 20 de marzo bajo la dirección del maestro Juanjo Mena  se estrena su última obra: Zuhaitz, para orquesta y trío de percusión, que en esta ocasión correrá a cargo del Trío Kalakan.  ¿qué nos puede comentar de esta obra?
 
Gabriel Erkoreka: La obra surgió como un encargo de la Orquesta Nacional de España, y fue el propio Félix Alcaraz, director técnico de la OCNE, el que me propuso componer una obra en la que los miembros del trío Kalakan actuaran como solistas. Me acuerdo que, en un principio, la idea me sorprendió enormemente, pero también me pareció un planteamiento arriesgado desde el punto de vista musical, así que acepté el encargo enseguida!
 
Desde el principio me lo tomé como un nuevo reto, y no solo para mí, ya que en Zuhaitz se combinan necesariamente dos mundos sonoros distintos. Por un lado, los músicos de Kalakan vienen de la tradición oral, y por el otro, está la orquesta sinfónica que interpreta una partitura escrita hasta el último detalle. Para vencer esta aparente dificultad, mi propuesta ha consistido en ofrecer a los solistas una serie de pautas, que se modifican atendiendo a una serie de señales acústicas que aparecen en la orquesta. De esta forma consigo que se orienten, estando atentos a la música que les rodea y reaccionando ante ella, pero a la vez, siendo capaces de improvisar con un cierto grado de libertad.
 
2. R.P.: ¿Cómo ha sido su proceso creativo para esta obra?
 
Gabriel Erkoreka: Zuhaitz, que significa Árbol en euskera, gira principalmente en torno a los instrumentos construidos con madera, especialmente la txalaparta (un instrumento de percusión ancestral del País Vasco), pero también otros como la marimba, el xilófono, wood-blocks y tablas de distintos tamaños tienen un papel relevante. Me pareció que el título podría reflejar de forma poética a los sonidos que cobran vida a través de la madera. En cierto modo, podría verse como un árbol que vuelve a la vida a través de los sonidos que emanan de esos instrumentos.
 
La obra está planteada como un concierto, y la intención ha sido ofrecer diferentes tipos de toque en la txalaparta para que pueda ofrecer una gran variedad de recursos rítmicos, que son casi omnipresentes. Mientras tanto, la  orquesta sinfónica aparece en constante evolución y se ramifica en diversas direcciones, pero siempre dando la sensación de avance, haciéndonos más conscientes del paso del tiempo.
 

 3. R.P.: ¿En qué momento se encuentra como compositor?
 
Gabriel Erkoreka: ¡Me encuentro en mi momento presente! Bueno… a principios de los 90 estuve muy interesado por el folklore musical de diversa procedencia, y recopilaba material que utilizaba como pretexto para la experimentación. Luego, el interés se desplazó hacia un estudio y plasmación en mis obras de estados extremos de la mente y su funcionamiento, jugando con aspectos de la percepción temporal y de la memoria. Con esta obra ha habido un retorno inevitable a lo popular, pero tratado de una forma distinta. Así que, lo que antes era una evocación de lo que solía denominar como la sonoridad de un lugar, recreada por medio de las versiones más estilizadas de los instrumentos; se convierte aquí, en esta obra, en una superposición y convivencia de instrumentos y de formas contrastadas de abordar su tratamiento, con la intención de ver qué aflora de esta fricción.
 
4. R.P.: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
 
Gabriel Erkoreka: Tengo pendiente la composición de una obra para la Orquesta de Cadaqués que se estrenará el año próximo. En breve empezaré una obra que me apetece mucho y que no responde a ningún encargo específico, sino que atiende a una necesidad personal de volver a escribir para mi instrumento, el piano… sería una obra de gran formato,  de unos 25 minutos de duración. También desearía escribir más pronto que tarde una ópera de cámara, pero para ello se tienen que dar una serie de circunstancias que todavía están en ciernes.

Aparte, sigo con la enseñanza de la composición en Musikene – Centro Superior de Música del País Vasco, y con la programación del Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea de la Fundación BBVA, de Bilbao que ya va por la sexta edición, y está teniendo un imparable interés por parte del público, que aunque parezca increíble, abarrota la sala en cada concierto!

Fotografía de Gabriel Erkoreka: Guy Vivien.
Página-árbol: Extracto de la partitura manuscrita de Zuhaitz - © Gabriel Erkoreka