Que un festival de música clásica llegué a su trigésima edición ya es un motivo de sobra extraordinario para celebrarlo por todos como se merece y para compartirlo con alegría. También es momento para la memoria, recordando hoy lo que ha cambiado el panorama musical en España en estas tres décadas.
En el año 1987 nació Clásicos en Verano, una iniciativa creada y organizada por la Comunidad de Madrid, que en aquel momento tenía el objetivo principal de descentralizar la programación musical llevándola, en muchos casos por primera vez, a todos los rincones de nuestra región.
Dirigido a pequeños y medianos municipios madrileños, el festival ha ido presentando a lo largo de estos años una extensa programación de conciertos de calidad realizada en atractivos espacios representativos del mejor patrimonio monumental de la Comunidad de Madrid.
Gracias a Clásicos en Verano, muchos espectadores entraron en contacto con el maravilloso mundo de la música clásica y, muy seguramente, varias generaciones de melómanos madrileños guardarán con cariño entre sus recuerdos esas experiencias de sus primeros conciertos en el marco de esta cita estival. Del mismo modo, muchas de las grandes figuras españolas actuales, recordarán sus primeras actuaciones en el festival, que siempre se ha sentido orgulloso de apostar por ofrecer oportunidades a los músicos más jóvenes.
Con iglesias, monasterios y castillos como magníficos espacios para ofrecer sus conciertos, este festival también ha permitido desde sus inicios dar la oportunidad de conocer y disfrutar del fantástico patrimonio monumental de la Comunidad de Madrid. Con el paso de estos treinta años los espectadores han visto también cómo estos edificios históricos se han ido restaurando y recuperando con intervenciones que en muchos casos les han salvado de su desaparición.
En 2017, tres décadas más tarde, esta nueva edición que presentamos amplía la gran fiesta de la música clásica que representa Clásicos en Verano. Los 119 conciertos programados a lo largo de los cuatro primeros fines de semana de julio llegarán a 55 municipios madrileños, 16 más que en la última edición, un espectacular aumento que subraya claramente el interés por la programación musical del festival y por formar parte del mismo.
Sería injusto destacar en esta presentación uno solo de los 117 conciertos programados, pero sí se puede afirmar sin ninguna duda que se renueva el espíritu de la última edición, apostando por solistas y formaciones de altísima calidad, muchos de ellos ya grandes figuras internacionales. Invitamos al lector a sumergirse en la amplia oferta programada para descubrir todos los nombres presentes y quizá detenerse en dos formatos singulares: el fantástico ciclo de música antigua que tendrá lugar en el Castillo de los Mendoza de Manzanares El Real y los dos conciertos de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), uno de ellos en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y otro en la jornada singular del 8 de julio que repetimos en el Real Monasterio de Santa María de El Paular tras el éxito del año pasado.
De este modo se presenta la XXX edición de Clásicos en Verano, el segundo festival más longevo de la Comunidad de Madrid tras el Festival de Otoño a Primavera. Como ya señalábamos el año pasado, tratamos de aplicar propuestas innovadoras e imaginativas para llegar a un público más amplio, hambriento de buena música, para encontrar nuevos aficionados. Una cita para acercar la música a toda la Comunidad de Madrid creando una experiencia en la que nadie se sienta excluido, ni siquiera los que piensan que la música clásica no es para ellos.

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