ISSN 2605-2318

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Entrevista con Ramón Paús. Enero 2018


11/01/2018

Entrevista. Naxos acaba de editar su último trabajo discográfico dedicado al piano: ‘Works for Piano’, interpretado por el fabuloso Eduardo Fernández. Hemos hablado con él y esto es lo que nos ha contado:

 
"Yo crecí escuchando debajo del piano de mi madre la Polonesa brillante de Chopin, Pinos de Roma, Para Elisa y el Claro de Luna de Debussy. Es por esto que el piano es para mí un timbre natural y conocido."










 
1. Ruth Prieto: Naxos acaba de editar su último trabajo discográfico dedicado al piano: ‘Works for Piano’, ¿qué nos puede decir de este CD?

Ramón Paús: Se trata de un proyecto largamente acariciado y macerado a lo largo de múltiples reuniones con el pianista Eduardo Fernández. Todo empezó cuando allá por la primavera de 2009 Rosa Kraus, por aquel entonces agente artística de Eduardo, me propuso escribir una obra para él. Yo, que me había quedado boquiabierto con su Iberia recién grabada, no dudé ni un instante en ponerme en marcha y entregarle al poco tiempo Piano en Arlés. Eduardo es tremendamente riguroso y meticuloso a la hora de trabajar, recuerdo que estaba perplejo con el título de esta obra y no paró hasta tener todos los detalles. Eduardo era tan joven, estimulado y discreto que no voy a ocultar cierto goce en tenerlo tan perturbado. Este Cd contiene obras para el piano elegidas entre lo compuesto con posterioridad a Piano en Arlés, en el período que trascurre entre 2009 y 2016.
 
2. R.P.: Este trabajo está completamente dedicado al piano, no es su primer trabajo dedicado al piano, pero… ¿qué tiene el piano, como instrumento, que sigue inspirando obras y en su caso al que sigue dedicando tanta música?

Ramón Paús: Yo crecí escuchando debajo del piano de mi madre la Polonesa brillante de Chopin, Pinos de Roma, Para Elisa y el Claro de Luna de Debussy. Es por esto que el piano es para mí un timbre natural y conocido.
Se trata de un instrumento ilimitado que puede albergar complicadas polirrítmias, muy diferentes balances en la expresión del edificio armónico, etc. Pero si tuviera que destacar una sola cualidad me quedaría con su innata calidez y su enorme gama de matices en cuanto al color, los cuales son puestos a disposición del intérprete de inmediato y sin filtros.

3. R.P.: Vuelve a confiar en Eduardo Fernández ¿cómo ha sido el trabajo con él?

Ramón Paús: Como ya he relatado un poco más arriba, la relación con Eduardo viene de lejos, creo que él aúna muchas virtudes que lo hacen el intérprete idóneo para abordar con plenas garantías mi obra pianística, no es en absoluto casual que haya compuesto para él mi segundo Concierto para Piano y Orquesta “De los lienzos olvidados” que esperamos poner en pie próximamente.
Eduardo tiene una independencia rítmica absoluta entre sus dos manos, tiene la subdivisión interna de los grandes baterías de jazz, capaces de llevar sus cuatro miembros independientes e improvisar simultáneamente con ellos en tiempo real.
Eduardo digiere la música con una profundidad y reflexión encomiables antes de hacerse escuchar en las sesiones preparatorias de una nueva obra, la primera versión que te entrega está ya por encima de lo excelso. Es un profundo conocedor, no solo del piano clásico y contemporáneo, sino del piano de jazz que tanto ha aportado a la técnica del instrumento en el XX.
Si tuviera que destacar en él una cualidad por encima de otras yo pondría su enorme habilidad para enlazar y comunicar ideas aparentemente contrapuestas, nadie como él maneja los espacios, silencios y timbres a fin de otorgar a cada fragmento el espacio y peso necesarios consiguiendo así unas uniones naturales y sublimes que no dejan nunca de sorprenderme.

"La entrega y dedicación franciscana de Eduardo con la obra de reciente creación es tan poco usual que uno no acaba de habituarse al hecho de hasta qué punto se pueden hacer bien las cosas cuando desde el lado del intérprete hay cantidades ingentes de trabajo, delicadeza tímbrica, comprensión profunda y rigor."

Con todas estas premisas, no sería vano conjeturar que las obras pertenecientes a esta entrega fueron registradas en un tiempo mínimo y con los mejores resultados.
 


4. R.P.: El disco comienza con la obra ‘Piano al origen’ del 2011 ¿por qué al origen?, ¿qué nos puede contar de esta obra?

Ramón Paús: Qué podemos hacer cuando se extingue el ser que nos trajo aquí, qué duelo podemos hacer cuando empezamos a ser conscientes de nuestra fragilidad extrema, cuando nos damos cuenta de que ya nunca nadie nos parará los golpes, nadie nos profesará amor incondicional y ya no va a haber nadie detrás de nosotros como último asidero a la existencia.
Los ángeles de la guarda – no sé si el Ángel de Rilke -acaban siempre por abandonarnos. Éste es el rango emocional de donde emerge Piano al Origen, se trata de una suerte de carta a lo no dicho, a lo sucintamente deseado, a la cercanía imposible.
 
"Piano al Origen es una carta de tiempo, una botella en el océano de la pérdida."
 




5. R.P.: Piano en Arlés es la siguiente obra del CD y muestra su cercanía al jazz ¿qué representa el jazz en su obra pianística?

Ramón Paús: Me he dormido muchas veces acunado por  Dave Brubeck, Keith Jarrett o Monk. Aún sin ser demasiado consciente, siempre me fascinó el uso que estos pianistas hacían y hacen del color, del ritmo y de las incesantes re - armonizaciones  – algunas en tiempo real -  a partir del material preexistente. Supongo que algo de todo ello se habrá licuado en mis trabajos para el piano.
Por otro lado es bien cierto que me produjo una tremenda indignación saber que el cineasta y maestro entre maestros Akira Kurosawa no iba a poder abordar el rodaje de Dreams – una de sus últimas películas -  ya que las compañías aseguradoras no querían asumir el riesgo de su posible deceso durante el rodaje. Kurosawa era por entonces un hombre anciano, al final fueron directores y actores americanos – amigos del maestro japonés -  los que asumieron el riesgo  propiciando Dreams, una joya de la cinematografía universal. Pues bien, uno de los cuentos titulado Cuervos que integra este film está dedicado a Van Gogh en su búsqueda provenzal de la luz, es en esos campos del midi francés donde se sitúa mi piano, observa y suena.
 
6. R.P.: La siguiente obra del cd es Estudio para Uracilo, un príncipe genómico, ¿qué nos puede contar de esta pieza dedicada al pianista Eduardo Fernández?

Ramón Paús: Eduardo tuvo la gentileza de promoverme para un encargo del CNDM, como consecuencia de ello surgió esta obra, que es mi pequeño pero decidido homenaje a la ingeniería genética, a la denostada científica Rosalind Franklin, precursora del descubrimiento de la estructura helicoidal del ADN, a las tijeras de edición genética CRISPR y en general a todos los científicos callados que con sueldos miserables, tan diferentes a los de los astros del balón, están promoviendo una nueva revolución científica en los campos la genética, la física y la robótica sin precedentes en la historia de la humanidad. En los próximos tiempos se va a liberar a la especie de muchos sufrimientos asociados a enfermedades ligadas al sexo, los avances en inteligencia artificial han provocado ya un cónclave de científicos y filósofos en el MIT - Massachusetts Institute of Technology  -  a fin de poder establecer un código ético para las nuevas criaturas robóticas que van a estar dotadas de capacidades de aprendizaje jamás exploradas hasta el momento.
Mi Estudio para uracilo, un príncipe genómico es una suerte de celebración introspectiva de todos estos avances. 

7. R.P.: El Cd termina con Piano Astrolabio obra del 2014 que se estrena en el disco. ¿Qué nos puede comentar de esta obra?

Ramón Paús: Esta pieza plantea preguntas, situaciones y contrastes en el piano no exploradas en las obras anteriores, particularmente el último tramo se pone a Eduardo Fernández - al menos eso creo - al límite de sus capacidades rítmicas y percusivas. Al igual que sentimos leves e ingrávidos a los bailarines cuando dan un salto en el escenario, del mismo modo constataremos que Eduardo Fernández aborda este pasaje con una destreza, elegancia y levedad difíciles de predecir si no lo escuchamos previamente.
 
8. R.P.: Es usted un compositor que ha escrito para teatro, para cine, música de creación actual para sala de conciertos, ¿dónde se encuentra más cómodo?

Ramón Paús: Me siento cómodo en todos los campos que has mencionado siempre que haya una comunicación fluida a nivel estético con el principal responsable de la obra, ya sea director de cine o teatro, coreógrafo, etc. Afortunadamente puedo responder de la mayoría los trabajos que he firmado en estos ámbitos. En la música escrita para las salas de concierto es uno mismo el que se hace el encargo, aquí los conflictos son de otro orden
 
9. R.P.: ¿Cómo es su proceso creativo, el proceso de trabajo?

Ramón Paús: Las energías de activación son diversas y heterogéneas, pueden ir desde una determinada emoción o bien otra obra prevaleciente como pueda ser una escultura, un poema, una pintura, una obra cinematográfica, etc. Todo ello puede servir de chispa para liberar la intuición, más tarde el “segundo espectador” se encargará de organizar el material sobrevenido, lo ordenará y orquestará y en definitiva explorará todo su desarrollo natural.
 
10. R.P.: Es difícil tener un perfil tan ecléctico como el suyo, en un gremio como el de la creación musical contemporánea, ¿se ha sentido alguna vez etiquetado o limitado por esto?

Ramón Paús: Me he sentido así, sobre todo cuando era más joven, como si estuviera fuera de todas las ciudades, de hecho tengo una pieza titulada así. Poco a poco uno se da cuenta de que o te sinceras contigo mismo y te pones a trabajar o no serás más que un pintor, como tantos otros, en los alrededores del Sacre Coeur. Con ello no quiero parecer pretencioso, tan solo decir que lo mejor de cada uno hay que buscarlo en nuestras habitaciones últimas y estas suelen estar alejadas de modas, ortopedias estéticas y falsas complacencias. Por supuesto que esta actitud no nos concede en absoluto un marchamo de calidad, más bien nos sitúa en la disposición de que las obras puedan devenir honestamente posibles.

11. R.P.: Cuando hablamos de música contemporánea se mete en el mismo saco estéticas muy diferentes que van desde el siglo XX al XXI, ¿cómo definiría su estilo, sus señas de identidad?

Ramón Paús: Lo he dicho en diferentes ocasiones, mi única obsesión en mi período de formación fue aprender en aquellos lugares donde yo creía se escondían saberes que yo desconocía, así estudié guitarra clásica, me gradué en una prestigiosa escuela de jazz y marché a Francia para abordar cuestiones que tenían que ver con la orquestación y los recursos estéticos más en vanguardia.

"Todo ello teniendo siempre la precaución de aprender y al mismo tiempo no dejarme abducir por el mesianismo de muchas de estas escuelas. Si quería realmente saber quién era yo, no debían importarme demasiado las críticas de los acólitos a cada línea de pensamiento musical."

12. R.P.: ¿Cómo ve la panorámica de la música contemporánea actualmente?

Ramón Paús: La veo ecléctica y feliz pero sobre todo la veo gozosamente libre de muchas deudas sesenteras. Existen sin embargo y espero que ya no por mucho tiempo sacerdotes que se dedican a pontificar sobre la pureza de la fe, o haces lo que ellos promueven o eres un mediocre, si haces lo que para ellos es lo óptimo suenas exactamente igual a ellos con el consiguiente alejamiento de uno mismo.
Por otro lado te diré que existe hoy en día una pléyade de compositores jóvenes e irreverentes que son toda una esperanza.



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