Miguel Álvarez-Fernández (Compositor) 

El perfil del compositor Miguel Álvarez-Fernández es el de un hombre muy ecléctico: compositor, artista sonoro, musicólogo, comisario de proyectos de arte sonoro y productor radiofónico, a Álvarez-Fernández no le gusta que le encasillen, no es amigo de las etiquetas ni los corsés y es demasiado curioso como para centrarse en una sola actividad, probablemente se ahogaría. Tampoco es capaz de poner una línea muy clara entre su actividad como ser humano y su actividad como artista sonoro, tal vez la etiqueta donde se siente, a regañadientes, algo más cómodo. Y como él dice: “cada (auto) biografía es un mero relato, entre otros muchos posibles” ¡y si le dejaran la lista de posibles se ampliaría seguro!

Cuando le preguntamos qué es un artista sonoro no duda en contestarnos “… en realidad nadie sabe muy bien qué son ni qué hacen —ni mucho menos por qué lo hacen—, lo cual explica su inmenso atractivo y su creciente popularidad”. Pero, bromas aparte, Miguel es de esas personas con un componente muy didáctico a quien le gusta aclarar e ilustrar las cosas, no te despacha en dos palabras, se toma las molestias de explicarte y probablemente en sus razonamientos tratar de inspirarnos que es lo que pienso a él más le gusta. Como él nos comenta: “Nuestra aspiración es que no haya diferencias entre el arte y la vida…, y si entendemos “oficio” como lo define el diccionario —“Profesión de algún arte mecánica”—, convertir en eso la vida no parece muy recomendable”. 

Miguel es de los que se meten a fondo en cada proyecto, y lo hace con ilusión, incapaz de hacer las cosas a medias pero por otro lado buscando no dispersarse demasiado, que es el peligro siempre de abarcar amplios espectros. Es de esas personas que no conocen el aburrimiento, alguien que ama escuchar, compartir esa escucha y transformarla en algo que sea relevante.

Cuando le preguntamos qué aporta la música a la educación, Álvarez-Fernández no escatima razones ni ideas —tal vez sea por ese afán de querer explicarlo todo y que lo entiendas, o por su formación de jurista, que necesita argumentar lo que te comenta—, y eso sí, le encanta discutir, claro que discutir con Miguel es siempre una oportunidad para aprender y disfrutar.

Es una persona que reclama la libertad del arte, las nuevas ideas, la necesitad de investigar y explorar nuevas vías, en su camino de hacer una “música que intenta no ser música. Lo malo es que, hasta ahora, siempre he fracasado (salvo desde la perspectiva de algunos “colegas”, que aseguran que lo que yo hago es, en realidad, performance, teatro, experimentos, bromas, musicología, tonterías, comisariado, DJing, etc.)”

Por otro lado desde su programa en RNE-Radio Clásica, Ars Sonora, separando “La devoción de la obligación” lleva varios años desgranando, explicando, exponiendo y contándonos lo último de lo último de la creación sonora actual. Curioso en lo cultural y artístico, gran lector y apasionado del arte contemporáneo, nos comenta que: “no puedo entender la música como algo distinto de la política”.