ISSN 2605-2318

Artistas

Mauricio  Sotelo (Compositor) 

Isabel Villanueva estrena «Fragmentos de blanca luz» de Mauricio Sotelo


11/11/2018

«Fragmentos de blanca luz» es la nueva versión de la obra «Blanca Luz de Azahar» de Mauricio Sotelo.

 
El 11 de Noviembre del 2018 a las 12,00 horas en el Teatro de Títeres de la Tía Norica de Cádiz, tendrá lugar el estreno de «Fragmentos de blanca luz» la nueva versión de la obra «Blanca Luz de Azahar» estrenada por Isabel Villanueva y Thomas Hoppe en el ciclo Liceo de cámara del CNDM en noviembre 2016. Hoy el recital será con Moisés P. Sánchez, en un concierto dedicado a la música clásica española de raíz popular, que incluye obras de Manuel de Falla, Granados, Sarasate, García Lorca y el estreno de Sotelo.
En el estreno de la obra en el año 2016 hablaamos con el compositor madrileño sobre esta obra, hoy os traemos la entrevista que le hicimos entonces, que nos habla de la génesis de este proyecto.
   
  
"En la génesis de esta obra está el empeño de la violista Isabel Villanueva en contar para su repertorio con una obra que tuviese un vínculo con el flamenco."







 
"En definitiva es una delicia desde el punto de vista musical trabajar con una instrumentista española con ese talento y dedicación."




























1. Ruth Prieto: ¿Qué nos puede comentar sobre su última obra Blanca Luz de Azahar que se estrena hoy en el Auditorio Nacional de Música?
Mauricio Sotelo: En la génesis de esta obra está el empeño de la violista Isabel Villanueva en contar para su repertorio con una obra que tuviese un vínculo con el flamenco. Yo hasta ahora no había escrito para viola sola y desde el primer contacto tuve gran interés por su proyecto.

La obra para viola y piano, que hoy se estrena en el Liceo de Cámara del Auditorio Nacional,
recorre un paisaje  imaginario compuesto por nueve territorios bien diferenciados:

I. Con fuoco; 
II. Tangos; 
III. ‘Descensus da inferos' ; 
IV. …affretando il camino da luoghi lontani; 
V. Cadenza; 
VI. Bulería;
 VII. Celeste; 
VIII. Soleá; 
IX. Con fuoco.  

Los distintos golpes de arco, de delicado virtuosismo, imprimen aquí el carácter de cada una de las partes, que exigen una atención extrema de todos los sentidos a la vibrante textura rítmica y tímbrica. 

Como un guiño a la afirmación que hiciera Isabel de que “a la viola le falta un Paganini o un Paco de Lucía”, hay en el compás 146 una breve referencia, en forma de paráfrasis, a la bulería ‘Jerezana’ del desaparecido maestro de Algeciras. 
Es por cierto esta pieza, la ‘bulería’ una suerte de espiral rítmica y constituye un punto culminante en la estructura de la obra, donde se desemboca después de una cadenza, en la que el instrumentista debe desplegar toda su habilidad en el dominio del arco.

El momento más lírico, por así decirlo, lo encontramos después de una transición microtonal – 'Celeste, arco lentissimo’– y es la Soleá. Un perfil melódico compuesto siguiendo la línea imaginaria de una Soleá tradicional, pero de nueva creación. Tiene ésta una resonancia arcaica, pero extraña a la vez, ya que no está construida sobre uno de los modos tradicionales. 'Canto de gemido’ diríamos. La primera de las dos piezas ‘con fuoco’, que inauguran y clausuran nuestra obra, contiene la llave de todo el material rítmico y armónico que se extiende posteriormente a lo largo de toda la pieza. La viola despliega una línea en quintillos que alterna el staccatto y el legato, creando una sensación de extraordinaria viveza rítmica, sobre un ondulante mar de acordes espectrales arpegiados en el piano. La imagen sería la de una lengua de fuego danzando sobre el agua. En la pieza que cierra la obra la misma línea, con distinto  ritmo, suena al unísono en los dos instrumentos, generando una tremenda fuerza.

2. R.P.: ¿Cómo ha sido el trabajo con Isabel?
 
Mauricio Sotelo: Estoy extremadamente satisfecho con el trabajo con Isabel Villanueva. En primer lugar por su disposición, quiero decir que se ha desplazado a Barcelona y a Berlín, donde hemos trabajado intensamente primero la parte de la viola y después, ya en Berlín, junto con el piano. Isabel venía perfectamente preparada. Tiene una técnica extraordinaria, una gran musicalidad y sentido rítmico, y aporta siempre soluciones de una enorme riqueza tímbrica. El sonido es muy particular, ya que toca un instrumento de 1670, un Enricco Catenar. En definitiva es una delicia desde el punto de vista musical trabajar con una instrumentista española con ese talento y dedicación. El trabajo de estos días ha abierto las puertas a futuras colaboraciones y a un proyecto muy especial del que ya os daremos noticia. 
 
Más información en la web del compositor: Mauricio Sotelo

Y en su perfil en nuestra web: Mauricio Sotelo
 
Fotos de Begoña Rivas

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