7. R.P.: En su música encontramos muchas veces miradas poéticas y pictóricas, ¿qué le influye más a la hora de componer, la pintura, la poesía, el sonido, el timbre…? ¿Cómo afecta la pintura de Zóbel o unos poemas japoneses en su proceso creativo?
Josep Maria Guix: Soy compositor, antes que nada, y como tal mi prioridad es transmitir emoción a través del sonido y del tiempo. Sin embargo, mis intereses como persona se desarrollan en distintos ámbitos: la música, las artes plásticas, la literatura, el cine, forman también parte de mi bagaje cultural. Todo ello configura una mirada sobre la realidad cotidiana en la que, a menudo, los elementos interactúan: una hoja caída evoca un sonido (o un silencio), también un grabado, un poema y, por supuesto, un sentimiento.
En el caso de
Jardín seco, la magnífica pintura de Fernando Zóbel actuó como punto de partida al que, lentamente, fui añadiendo algunos haikus japoneses que contribuyeron a crear un discurso en el que aparecían también el agua y el viento. A partir de ahí, empecé la construcción de la pieza: preparé los materiales armónicos, tracé modulaciones tímbricas, señalé puntos de inflexión, etc.
En mi forma de trabajar, armonía y timbre se funden. También las trayectorias melódicas surgen a menudo del color. Me es imposible componer en blanco y negro, por así decir, y luego orquestar.
8. R.P.: El próximo día 19 de marzo en el Palau de la Música Catalana el maestro Josep Pons dirige a la Orquesta Sinfónica del Liceo un programa que incluye obras de Stravinski, Ravel y su
Imatges d’un món efímer, ¿qué nos puede comentar de este concierto?
Josep Maria Guix: Se trata de una obra para gran orquesta encargada en su día por la Jove Orquestra Nacional de Catalunya (JONC). He tenido la suerte de que, además de estos jóvenes músicos, la interpreten las dos orquestas que hay en Barcelona, la OBC y ahora la del Gran Teatre del Liceu. Para mí es un verdadero lujo. Además con Josep Pons a la batuta, un director enorme y con una sensibilidad especial para con la música contemporánea.
Y de nuevo siendo compañero de programa con
La consagración de la primavera. En su momento, compuse la obra para una plantilla de gran envergadura precisamente para aprovechar la formación que demanda el ballet de Stravinski.
9. R.P.: El próximo día 20 de marzo también en el Palau de la Música Catalana Abel y Arnau Tomàs, junto con Josep Colom, interpretan un programa que incluye obras de Debussy, Ravel y varias obras suyas entre las que se encuentra el estreno de
Llàgrimes de tardor (Lágrimas de otoño) ¿qué nos puede contar de este estreno y de este concierto?
Josep Maria Guix: Básicamente, se trata de un repertorio integrado por algunas de mis obras de cámara, obras que el próximo mes de julio grabarán estos mismos intérpretes en el
Auditorio de Zaragoza para el sello
Neu Records, y que formará parte del álbum
Images of Broken Light –que aparecerá a final de año.
Un trabajo que va del trío con piano al cello en solitario y que resume perfectamente mi estilo compositivo de estos últimos años. En todas las piezas hace acto de presencia la poesía nipona como punto de arranque, salvo en la última, que es estreno, y que no adopta ningún haiku como referencia. Llàgrimes de tardor es una elegía para violín y piano dedicada a un excelente compañero de trabajo que nos dejó, tras una larga enfermedad, el pasado verano.
10. R.P.: El Palau, su residencia, el cd, grandes instrumentistas interpretando su música, orquestas y grupos extranjeros estrenando sus obras. A mucha gente esto le sonará a éxito total, pero ¿cómo se conjuga con la dificultad diaria, con los plazos -a veces imposibles-, con el componer sin un encargo remunerado de por medio, con el no llegar a todo, con la dificultad de ser compositor y a la vez ocuparse de una familia, del día a día?
Josep Maria Guix: Pongo en cuarentena la palabra “éxito”, prima hermana del vocablo “moda”,y que supone una fecha de caducidad implícita. Para mí lo más importante es la posibilidad de dar a conocer mi trabajo en condiciones y con unos intérpretes excepcionales.
El día a día es igual que el de muchos otros compositores, supongo: un difícil equilibrio entre clases, logística cotidiana, obligaciones familiares, horas de sueño… Y la necesidad de componer, por encima de todo (o casi).
Bien es cierto que no soy terrateniente, ni asesor de una hidroeléctrica, por lo que no dispongo de ningún fondo que me permita vivir exclusivamente de la composición –y, por supuesto y como afirmaba antes, no voy a traicionar mi estilo para poder hacerlo.
Más información en la web de
Kaleidoscope Chamber Orchestra
Más información en la web del
Palau
Las fotografías de Josep María Guix son de
May Zircus
Más información en la web
Neu Records
Más información en la web del compositor
Josep Maria Guix
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ECH-Josep Maria Guix