
En enero de 2021 la Orquesta de Extremadura tiene previsto hacer algo tan sano y reivindicable como poco habitual como es reestrenar una obra de encargo, la
Sinfonía nº2 'Extremadura', de Carlos Cruz de Castro (Madrid, 1941). Obra que estrenó en 2003 Jesús Amigo y de la que en esta ocasión se hará cargo un titán de la música contemporánea española, José Luis Temes (más información del programa,
aquí). Como otros compositores de su generación, tomemos el ejemplo de Tomás Marco (del que es casi un estricto coetáneo), Cruz de Castro ha realizado un viaje estético desde la plena asunción de la vanguardia cocinada en Darmstadt a la ruptura que supuso el viento que trajo John Cage y que se mezcló, primero con Fluxus y después con Zaj. Luego su obra encontró un tono más expresivo y menos experimentalista en la que el gusto por los
ostinatos, la crudeza rítmica y la intertextualidad con numerosas y heterogéneas fuentes asentaron la personalidad de una música que, si no está en la avanzadilla ni en la primera línea de trinchera alguna, sí que constituye un legado vivo de marcado e interesante carácter personal.
1. Ismael G. Cabral: ¿Qué puede contarnos de su
Sinfonía nº2 'Extremadura' y qué lugar -a nivel estético- ocupa en su catálogo?
Carlos Cruz de Castro: La obra fue compuesta en Madrid entre los años 2002-2003 por encargo de la Fundación Orquesta de Extremadura, estrenada por esta Orquesta con la dirección de Jesús Amigo el 23 de mayo de 2003 en Cáceres y dedicada a Antonio Gallego con motivo de su nombramiento como Académico de Número de la Real Academia de Extremadura. Por lo que se refiere a la
Sinfonía nº 2 quise repetir el reto que me supuso afrontar anteriormente la "forma" en la
Sinfonía nº 1 -Canarias- en 1998. En la
Sinfonía nº 2 he querido servirme de la música popular extremeña para caracterizar los dos temas del primer movimiento. Decidí componer una sinfonía con dos movimientos solamente, uno lento y otro rápido, y me interesaba encontrar un ejemplo del folklore extremeño que fuera maleable, que me permitiera transformarlo por medio del tratamiento que deseara y lo encontré en una
canción de ronda de enamorados originaria del pueblo llamado Descargamaría, en Cáceres, de ritmo libre, en modo griego y un registro que ocupa el ámbito melódico de un intervalo de quinta. Puedo decir que lo que más me atrajo de esta canción fue el exceso de notas de adorno, floreos de distinto número de notas que enriquece la melodía con carácter barroco. Diseccioné la canción y separé el adorno de la melodía para extraer los elementos necesarios que me permitiera tanto el tratamiento individualizado como simultáneo para la exposición, para el desarrollo por variaciones y para la reexposición a la manera de un
collage como final. El segundo movimiento,
Allegro, está estructurado por cuatro secciones en forma de variaciones enlazadas por un rítmico fragmento de percusión. Este enlace está extraído de la música instrumental de baile de bodas de Villa del Campo, Cáceres.
2. I.G.C.: ¿Cómo se relaciona o qué la distancia de la
Sinfonía nº1 'Canarias'?
Carlos Cruz de Castro: Siempre me ha parecido que la decisión de componer una obra que lleve por título el de una forma determinada implica que ésta responda a la estructura que define el título. Esta fidelidad debe entenderse de una manera muy abierta con respecto al tratamiento histórico de la "forma sinfonía", por ejemplo, pues no se puede perder la perspectiva de una estructura que no sólo fue uno de los pilares del sinfonismo clásico y romántico, sino que hoy, a través de los años transcurridos desde entonces y con el siglo XX por medio, sigue generando nuevas posibilidades de desarrollo estructural. En este sentido las dos obras se relacionan por la similitud en el concepto de la forma o ser fiel a la estructura de la forma que es un concepto abstracto, y se distancian por la diferencia en los materiales. La
Sinfonía nº 1 está escrita en tres movimientos en la que utilicé como primer y segundo temas del primer movimiento dos texturas de duraciones de notas diferentes, no melódicas, y, en cambio, en la
Sinfonía nº 2 los materiales del primer y segundo movimientos están extraídos de esquemas extremeños, como si se le quitaran las cortezas y nos quedáramos con el núcleo.
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3. I.G.C.: ¿Qué le atrajo del género sinfónico? ¿Ha previsto (...o deseado) añadir una tercera entrega al ciclo?
Carlos Cruz de Castro: Del género sinfónico me atrae lo que me puede atraer de cualquier otra combinación instrumental, con la particularidad de que no se puede afrontar un género cuyo tratamiento no corresponda a su propia naturaleza, ya se trate de la densidad que supone una masa orquestal como la individualidad de un solo instrumento, pues pienso que la coherencia entre forma y sonido es importante. Referido a mi acercamiento sinfónico no descarto que aborde una tercera sinfonía como tal, pero depende del momentos y de las circunstancias porque muchas veces se compone sinfónicamente sin que necesariamente la obra orquestal lleve el título de sinfonía.
4. I.G.C.: Si del estreno de la
Sinfonía nº2 se responsabilizó Jesús Amigo, en esta ocasión será José Luis Temes quien se ponga al frente de la partitura. Un maestro con el que le une una larga relación.
Carlos Cruz de Castro: Es la tercera vez que la
Sinfonía nº 2 será interpretada por distinto director. Si la estrenó Jesús Amigo y posteriormente la dirigió Max Valdés con la Orquesta de Asturias, ahora voy a tener la fortuna de que sea José Luis Temes quien la dirija con la Orquesta que la estrenó, hecho que me llena de satisfacción que sea él porque es un magnífico director y seguro que la versión será magnífica. Es cierto, como reza la pregunta, que pocos directores han realizado tanta difusión de la música contemporánea española como José Luis Temes con sus cientos de estrenos, reposiciones, grabaciones discográficas e infinidad de grabaciones radiofónicas que se encuentran en la fonoteca de Radio Clásica, así como por rescatar nombres olvidados como, por ejemplo, Evaristo Fernández Blanco o Arturo Dúo Vital que los saca a la luz por medio del disco en una encomiable labor por recuperar la memoria musical de nuestro siglo XX. Mucho hemos convivido José Luis y yo a lo largo de los años que tenemos de conocernos amistosamente, de colaborar y de encontrarnos en proyectos musicales. Ahora mismo tengo presente el CD integrado por dos obras dirigidas por él:
Leo, con el grupo Sax Ensemble, y el sexteto para percusión en tres movimientos titulado
Tlamanaliztli con el grupo Zyclus. También tengo que destacar el magnífico estreno que realizó de mi ópera de cámara
La factoría, para mezzosoprano, conferenciante y siete instrumentos, obra encargo de la Fundación Juan March para conmemorar el 50 aniversario de su fundación y que protagonizó María José Montiel.
5. I.G.C.: Si el espacio que las orquestas y, en general, las programaciones musicales en España dedican a las obras contemporáneas es escaso, la reposición de un estreno es casi ciencia-ficción. Por no hablar del mayor oscurecimento al que los compositores de su generación están hoy sometidos... ¿Comparte estos juicios?
Carlos Cruz de Castro: El problema de la falta de difusión de la música contemporánea se puede extender genéricamente al resto de las artes contemporáneas. Es un problema que ha existido siempre y ha dependido y depende exclusivamente del nivel cultural que posean los responsables que están al frente de las instituciones correspondientes. El desconocimiento de la viva realidad cultural de un país, de su actualidad, tiene que ver con la ignorancia del que está designado en un lugar equivocado y al que se le supone que se le nombra porque “sabe” y no por desinformado y desactualizado. Políticos, gestores, organizadores y dinamizadores varios y diversos de la cultura, públicos y privados, son los que tienen en la mano el crisol para la difusión de lo que hoy y en todo momento se está produciendo creativamente y de manera coetánea a nosotros, son los responsables de que estos hechos abastezcan la actualidad artística y contribuyan al acerbo cultural de un país.
6. I.G.C.: Entre su (no especialmente amplia) discografía destacan obras como 10+1, de un experimentalismo hoy casi impensable. O la icónica
Menaje, que conecta con John Cage y todo el post/Fluxus. ¿Qué siente cuando oye aquellas obras?
Carlos Cruz de Castro: Con todas mis obras me siento identificado en la medida en la que me sentí identificado en su momento, tanto para lo bueno como para lo malo. No se puede cambiar la historia, además de que lo que no ha sucedido no es historiable, así que mi música del pasado fue la que fue y la de hoy es la que es aunque esto, dicho así, parezca de Perogrullo, pero no me cuestiono ese tipo de elucubraciones como problema de existencia creativa. Una obra no existiría sin la experiencia de las anteriores. La experiencia acumulativa en el ejercicio creativo no se puede eliminar por inexistente, pues, tanto en el aspecto positivo como en el negativo, los elementos constructivos que dieron origen a todas ellas son, en su conjunto, los que constituyen la realimentación del devenir creativo. Las dos obras que nombra pertenecen al género de escritura gráfica aleatoria de muy diferente instrumentación, grafismo y aleatoriedad:
Menaje está compuesta para dos grupos de instrumentación no convencional (dos baterías de cocina de cristal y de metal), y
10+1 para un grupo de cámara mixto cuya magnífica versión discográfica a la que se refiere está dirigida por Antoni Ros Marbá.
Ismael G. Cabral
Enero 2021