"Tanto Beethoven como Goya en sus últimos años pasan del Romanticismo al Expresionismo, con una enorme carga de tensión dramática que me ha interesado mucho a la hora de abordar esta obra."
1. Ruth Prieto: ¿Qué puede comentarnos de esta obra?
Cristóbal Halffter: Al estudiar las figuras de Goya y Beethoven desde principios del siglo XIX hasta su muerte podemos apreciar una similitud en su evolución, un incremento de la intensidad dramática que he querido plasmar en esta obra.
He tenido muy en cuenta por un lado las pinturas de Goya, en concreto La Pradera de San Isidro y también La romería de San Isidro de las Pinturas Negras y por otro lado, los 4 primeros compases de los Cuartetos n° 1 y 131 de Beethoven. Estas obras representan el final del Romanticismo y en comienzo de Expresionismo, hay en ellas una enorme evolución dramática y eso me ha interesado mucho. Los dos pasan del rococó al expresionismo, lo que sólo ochenta años más tarde tendría continuadores en la pintura y la música. Son doce minutos de sensaciones, de emociones y de una profunda reflexión intelectual.
2. R.P.: ¿En qué momento como compositor se encuentra?
Cristóbal Halffter: Pues de plena actividad, ¡no paro!, estoy terminando un concierto para viola y orquesta que se estrenará en Alemania y una obra de orquesta Alucinaciones que se estrenará en Suiza.
Pero componer sigue siendo igual de difícil y laborioso, comenzar es muy complicado, luego ya una vez has comenzado sale el oficio, la técnica… pero el comienzo es muy complicado.
3. R.P.: ¿Cómo ve el panorama de la música contemporánea?
Cristóbal Halffter: Siempre ha habido músicas muy buenas y músicas muy malas, siempre ha sido igual. Aunque destacaría el enorme potencial de los jóvenes compositores, aunque no formen un grupo y estén algo dispersos.