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«Zoom politikón, nuevo hit de Tomás Marco»

26/11/2022

Una crítica de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla

Madrid. 18-11-22. Teatro de la Zarzuela. Policías y ladrones, Tomás Marco. Zarzuela sobre libreto de Álvaro del Amo. Intérpretes: César San Martín, Miguel Ángel Arias, Alba Chantar, César Arrieta, María Hinojosa… Director musical: José Ramón Encinar. Directora de escena: Carme Portaceli. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela


¿Es Policías y ladrones una zarzuela? En cuanto a su dimensión formal, sí, aunque puede que en espíritu sea otra cosa, más cercana a la ópera española o al teatro musical, qué más da. De alguna manera es lógico que a las instituciones que la han alumbrado no les importe tan poco. Pidieron una zarzuela y Tomás Marco ha hecho, desde su libertad, una zarzuela. La suya, ajustada al siglo XXI (aunque, en buena medida, su música sea más hija del siglo XX). Distinto asunto es que el paciente sea de otro tiempo y se le quiera molestar trayéndolo a una época que no le corresponde.

Sociológicamente (si nos atenemos al perfil medio del consumidor) su público, mayoritario, se bate en retirada. Otra cosa es la curiosidad puntual y la lógica pervivencia del género y de su programación como patrimonio cultural que es. Alguna vez se leyó la boutade de que el musical es el remiendo de nuestro tiempo al género chico. Debió decir la misma torpeza quien afirmó que los Beatles son la verdadera música contemporánea.



Tomás Marco, a la tercera, ha logrado subir a escena sus apreciables Policías y ladrones, con una argumento algo simplón (afín al género) pero suficientemente bien armado por Álvaro del Amo como para llegar al final con esmerada atención. Y ha hecho, esto es lo más importante, una obra de síntesis que tanto mira a su catálogo reciente como, por otra parte, propone reiteradamente muchas de sus soluciones tímbricas y texturales más queridas, más marquianas. José Ramón Encinar, gran conocedor del catálogo del madrileño, ha sacado lo mejor de la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Y lo mejor, con esta partitura por delante, ha sido una música cosida al texto como un guante. Una obra en la que lo tonal y lo atonal se agazapan lo uno tras lo otro en un juego constante, y en donde sobresale una orquestación austera, ajena al ornamento y de cualidades minimalistas más en la reiteración de ciertos recursos que en la afinidad por pasajes repetitivos.
 

"También resultó muy atrayente el insistente diálogo de cuerda y percusión, con gran querencia por los instrumentos de parche, explotados a lo largo de toda la pieza, casi como sostén de las voces."

Marco además da respiro a la música, no la ahoga en un libreto al que no se le puede criticar que sea invasivo, resignificando la orquesta como un actor más, no únicamente al servicio de la peripecia teatral. Tampoco ha zozobrado, ahora lo comprobamos, y el compositor mantiene las constantes vitales de su música. Pudo ser engullido por la adscripción a un género pero Policías y ladrones es puro Marco, incluso en sus excursiones melódicas, como el pegadizo y aristotélico coro Zoon politikón que, como vaticinó, todo vecino podía salir tatareando. Escénicamente Carme Portaceli ha hecho un excelente trabajo con pocos pero costosos elementos escenográficos de carácter concéntricos sumidos en una negrura que, en ocasiones, explotaba en escenas de gran dinamismo y colorido, como el convincente cuadro conclusivo.

Bien ha merecido la espera si se ha logrado ajustar un elenco igualmente competente. Cierto es que Marco no exige competencias vocales alambicadas, su escritura es muy idiomática y se basa en la semántica y la prosodia. Toda la obra podía seguirse perfectamente sin leer sobretítulos, lo que no es poco. Tampoco es nuevo en él, títulos como Tenorio y la cantata La isla desolada ya gozaban de este tipo trabajo vocal. El barítono César San Martín cantó con buena proyección y fraseo con comodidad y a antojo, al igual que Miguel Ángel Arias, bajo de tonalidades no demasiado cavernosas, ajustado al papel. Muy aplaudida fue María Hinojosa, estupenda en las agilidades, así como destacable también César Arrieta y Alba Chantar, dos jóvenes voces canónicas con mucho camino para desarrollarse. El Coro del Teatro de la Zarzuela, con notable prestancia, realizó una aportación valiosa al buen suceso de este policíaco ligero.
 


Ismael G. Cabral es periodista musical y musicógrafo. Ha trabajado durante 16 años en la redacción del periódico sevillano El Correo de Andalucía. Actualmente, además de ser funcionario del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, es colaborador especializado en música contemporánea en las revistas El Compositor Habla, Ópera Actual y Scherzo.







 

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