Vuelve a resonar la Caja Negra del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) este próximo viernes, 5 de abril, con el concierto que ofrecerá el artista sonoro británico Philip Jeck (1952), quien recoge el testigo de Clara de Asís. Tocadiscos portátiles, un arsenal de vinilos y teclados de sampleo forman parte de la cacharrería vintage que maneja y manipula un creador que reina en el sound art por su reinvención creativa del sonido y que aprovecha buena parte de la estética del error que arroja el formato para cincelar sus paisajes sonoros abstractos y crepitantes.

 

 

1. Ismael G. Cabral: La Caja Negra del C3A en la que intervendrá es una gran sala de cemento, con techos muy altos y enclavada en el interior de un centro de arte contemporáneo. ¿Prepara con antelación sus conciertos o su procedimiento es algo más intuitivo e improvisado?
 
Philip Jeck: Mis conciertos en solitario son casi siempre eventos con una enorme carga de improvisación. Es cierto que el lugar y la audiencia influyen en el resultado, pero no hay una preparación con anterioridad muy minuciosa. Esta consiste casi siempre en la elección del material sonoro que utilizaré en el concierto. Pero esto es solo el punto de partida, porque durante la actuación modelo el material sonoro, le doy una forma u otra y nunca sé con exactitud hacia dónde iré, a dónde lo llevaré. Podría decir que no paso demasiado tiempo pensando en el resultado pero, por supuesto, la idea de presentarme ante la audiencia está ahí, en el fondo de mi mente.
 
2. Ismael G. Cabral: Lleva muchos años trabajando con vinilos, que utiliza como bibliotecas de sonidos y músicas que manipular pero también como objetos sonoros en sí mismos. Más recientemente venimos asistiendo a un renacer del formato. ¿Qué representan para usted?
 
Philip Jeck: Nací en 1952 así que el vinilo era la manera de escuchar música en mi adolescencia y durante mucho después. Antes que artista sonoro soy un gran aficionado a la música y un coleccionista. Escucho muchos géneros de música, en CD, pero también en vinilo, un formato mucho más atractivo. Pero no hay ninguna obsesión en esto, no lo utilizo como una suerte de fetichismo hacia el soporte. Es verdad que son la fuente de mis actuaciones, en parte porque cuando comencé eran fáciles de obtener y baratos de comprar. Y, lo mejor, funcionaba. Me gusta manipularlos.
 
3. Ismael G. Cabral: Su obra se adscribe con cierta asiduidad a la etiqueta experimental. Pero también se ha acercado a la cultura de club y, con gran intensidad, a contextos más relacionados con el ámbito de la música contemporánea gracias a colaboraciones con compositores como Gavin Bryars y Jacob Kirkegaard. ¿Dónde y cómo se ve a usted mismo?
 
Philip Jeck: No me disgusta la etiqueta experimental pero, como la mayoría de los músicos, nunca he elegido dónde se ubican mis discos o de dónde proviene el público al que le interesan mis propuestas. La gente es libre de situarme donde quiera. Y eso es una experiencia muy edificante para mí, encontrarme con oyentes que me relacionan más con unos u otros contextos.
 
4. Ismael G. Cabral: Cardinal y Live at Iklectik son sus trabajos en disco más recientes, ambos en el sello Touch. ¿Cuál es su próximo proyecto fonográfico?
 
Philip Jeck: No tengo ningún lanzamiento de forma inmediata. Sí que tengo algunas piezas que quizás puedan encontrar su propio camino al disco en el futuro. No lo sé. El caso es que me gusta pasar mucho tiempo pensando y decidiendo sobre lo que plasmo en disco. Disfruto por igual de las grabaciones y de los conciertos. Pero son dos universos diferentes, porque el oyente de los discos escucha de una forma muy diferente que el público de un directo. Por eso los discos son versiones más pulidas y editadas de piezas que he hecho antes, generalmente. Pero bueno, esto no siempre es así.

 

 

© Ismael G. Cabral - abril 2019