"Siempre que un concurso implica un concierto donde el público puede apreciar el trabajo realizado parece que se cierra el círculo creativo que se inicia en la mesa, con el pentagrama en blanco."

1. Ruth Prieto:  Acaba usted de ganar el V Concurso Internacional de Composición Grazyna Bacewicz de Polonia, ¿qué significa este Premio para usted?

Manuel Martínez Burgos: Es un premio muy importante ya que supone, aparte del aspecto económico, el estreno de mi obra con la excelente orquesta Arthur Rubinstein de Polonia el próximo 27 de noviembre. Siempre que un concurso implica un concierto donde el público puede apreciar el trabajo realizado parece que se cierra el círculo creativo que se inicia en la mesa, con el pentagrama en blanco.

2. R.P.: 94 partituras de músicos de todo el mundo, y gana usted con una investigación musical sobre las trompas tibetanas que ha titulado «Dung-Chen», ¿podría hablarnos de la obra con la que ha obtenido el premio?

Manuel Martínez Burgos: La génesis de esta obra surgió cuando escuché por primera, hace ya algunos años, una trompa tibetana. Debido a su gran longitud, que a veces supera los tres metros, el sonido emitido es muy grave, evocador y de una gran profundidad. No fue hasta este verano cuando me dediqué de lleno a investigar sobre el funcionamiento de estos instrumentos, también denominados trompetas tibetanas. Son increíbles los secretos que un análisis espectral puede desvelar cuando éste se realiza con los medios adecuados. En mi caso, a través del programa Audiosculpt del IRCAM, obtuve una gran precisión en los análisis de parciales y del comportamiento sonoro de estos instrumentos. Estos análisis me proporcionaron un interesante material armónico. Con todos estos elementos decidí enfrentarme a la creación de un concierto para trompeta y orquesta de cuerda. El resultado fue «Dung-Chen» que terminé este verano en París.

3. R.P.: Además del Grazyna Bacewicz, ha logrado el Premio Jean Sibelius (2015), los tres premios (1º, 2º y 3º) de Concurso Internacional de Composición Fundación BBVA (2011-12), el Primer Premio Villa de Madrid (2006), el Primer Premio Frederic Mompou (2000) o el Primer Premio Isang Yun de Corea (2009):  ¿son importantes los premios para un compositor?

Manuel Martínez Burgos: Creo que los premios son importantes si ayudan a realizar una labor de difusión de la música de nuestro tiempo. Esa es su función primordial. En el contexto de los concursos de composición suelen aparecer obras arriesgadas y novedosas. Por poner un ejemplo, me viene a la memoria la ópera «La vida breve» de Manuel de Falla que fue escrita para el concurso de la Real Academia de Bellas Artes de Madrid y que, aunque costó mucho, al final se representó varios años después de haber ganado dicha competición. Por esta razón, como decía antes, para mí la parte más importante es el estreno y la oportunidad de mostrar al público una creación original.
 

"Creo que los premios son importantes si ayudan a realizar una labor de difusión de la música de nuestro tiempo. Esa es su función primordial. En el contexto de los concursos de composición suelen aparecer obras arriesgadas y novedosas."

4. R.P.: ¿Qué proyecto o encargo le gustaría abordar ahora?

Manuel Martínez Burgos:  Ahora mismo preparo varias conferencias sobre mi música que impartiré en Finlandia en la Sibelius Academy, en noviembre, y en el Conservatorio Superior de París (CNSMD), en febrero. Estas conferencias incluirán música en vivo y obras de estreno. Igualmente colaboro con la Universidad de Cambridge como profesor visitante y ello implicará un estreno de una obra de cámara en tierras inglesas al final del invierno. Por otra parte ultimo una obra orquestal de gran formato que verá la luz en breve. En fin, tengo tarea por delante y como se trata de un trabajo que llena plenamente mi vida estoy muy contento y me considero inmensamente afortunado.

5. R.P.:  ¿Cómo ve el panorama de la música contemporánea en España?

Manuel Martínez Burgos:  Supongo que la respuesta políticamente correcta sería decir que no todo va tan mal. Y efectivamente hay grandísimos músicos, compositores y artistas españoles en general que están compitiendo a nivel internacional con gran éxito. Evidentemente la combinación de la pasión por un oficio unida a la constancia y el esfuerzo dan sus resultados. Sin embargo creo que hay un problema de base y éste radica en que la música contemporánea no ha entrado a formar parte del entramado de la educación o de las actividades sociales con la fuerza con que lo ha hecho en otros países europeos. El problema es complejo, probablemente está relacionado con la propia concepción del arte en España y daría para escribir varias tesis en sociología del arte…
 

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Manuel Martínez Burgos es doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor invitado de la Universidad de Cambridge y profesor titular en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Manuel Martínez Burgos ha obtenido 15 premios de composición nacionales e internacionales. Destacan su reciente Primer Premio Grażyna Bacewicz (2015), el premio Jean Sibelius (2015), los tres premios (1º, 2º y 3º) obtenidos en el Concurso Internacional de Composición Fundación BBVA (2011-12), el Premio Villa de Madrid (2006), el Premio Frederic Mompou (2000) o el Premio Isang Yun (2009). Entre los jurados que han valorado su capacidad expresiva como creador encontramos a compositores tan destacados como Kaija Saariaho, Tristan Murail o Unsuk Chin. Sus obras han sido interpretadas por prestigiosas formaciones como la Seoul Philharmonic Orchestra (Corea), la Arthur Rubinstein Orchestra (Polonia), la Kymi Sinfonietta (Finlandia), la Orquesta Nacional de España o la Orquesta de RTVE. El joven madrileño —figura ya asentada entre los compositores de su generación— apuesta por la creación como acto de expresión donde la prosodia y la comunicación juegan un papel preponderante.

Más información en la web del compositor: http://www.manuelmartinezburgos.com/