Excesivo y tímido, como si fuera imposible conjugar ambos adjetivos. En él conviven. Rufus Wainwright (Nueva York, 1973) presenta el día 27 en el Teatro Real (en Peralada lo hará el día 29), dentro del Universal Festival “Hadrian”, su segunda ópera, estrenada en 2018 en Canadá. Lo hará en versión semiescenificada y con un reparto que encabezan Thomas Hampson, Alexandra Urquiola, Santiago Ballerini y Christian Federici, dirigidos por Scott Dunn. La obra, a pesar de estar compuesta en el siglo XXI, es clásica en su estructura y lleva el sello melódico del cantautor. Que nadie piense que se trata de una obra atonal. Lo subraya para evitar equívocos. Wainwright visitó Madrid con su esposo, Jorn Weisbrodt, director de escena, y su inseparable y wagneriano Siegfried, un perro que forma parte de la familia.
1. Gema Pajares: ¿Cómo nació
Hadrian?
Rufus Wainwright: Mi fuente de inspiración fue el libro de Marguerite Yourcenar
Memorias de Adriano. Desde el principio supe que esta historia entre uno de los más grandes emperadores romanos y un hombre griego que tanto impacto había tenido llevaba una ópera dentro. De hecho, se me ocurrió antes que la idea de la historia de mi primera ópera,
Prima Donna; sabía, sin embargo, que una ópera sobre el Imperio Romano con una intriga política compleja, una historia de amor, coros, sacrificios, muerte y asesinato sería demasiado para mi primera ópera. Después de estrenar
Prima Donna, Alexander Neef me preguntó qué sería lo siguiente que haría, le expliqué el proyecto e inmediatamente se sintió atraído por esta idea.
2. G.P.: ¿Por qué la presencia de un artista como Robert Mapplethorpe en la puesta en escena del Teatro Real?
Rufus Wainwright: La que se va a ver en Madrid es una versión semiescenificada, pero francamente potente, y para ello queríamos lograr una opulencia visual capaz de competir con las producciones escenificadas. La ópera desborda todos los sentidos, es el arte total. La idea de contar los personajes y el drama de la pieza con imágenes de Robert Mapplethorpe partió de mi esposo Jorn Weisbrodt, quien estudió dirección de ópera en Berlín y quien también es el director de escena de este espectáculo. La aproximación de Mapplethorpe a la fotografía y la mía a la ópera con
Hadrian tienen puntos en común. Ambos somos clasicistas: la iluminación de Robert, la composición de las imágenes y la estructura de la ópera, con arias, dúos, conjuntos, cuatro actos, un baile, una historia de amor más grande que la vida en el centro, son muy clásicos, aunque cambiamos la perspectiva sobre el tema central, pues yo me fijo en una historia de amor gay y Mapplethorpe tiene una mirada homosexual sobre la forma humana. Digamos que hay una semilla radicalmente nueva en un contexto clásico.
3. G.P.: Su interés por la ópera se remonta a su niñez. Nació y se formó en un contexto familiar musical, aunque no lírico ¿A qué compositor elegiría, qué ópera y a qué cantante?
Rufus Wainwright: Para mí, el mayor compositor es Giuseppe Verdi y de sus óperas me quedaría con
Don Carlo. Me encanta, por ejemplo, la grabación con Shirley Verret. La de Jussi Björling es probablemente mi voz masculina favorita y la de Montserrat Caballé sería mi voz femenina favorita junto con la de Victoria de Los Ángeles. Hay tantos grandes artistas.
"La belleza de la voz humana está precisamente en su diversidad"
4. G.P.: ¿Es difícil componer una ópera contemporánea hoy?
Rufus Wainwright: Lo es. Requiere mucho tiempo y pasión. Al escribir
Hadrian fue la primera vez que trabajé con un libretista y no resultó una tarea fácil porque discutimos una barbaridad, pero teníamos un dramaturgo increíble capaz de salvar nuestras diferencias y conseguir que hubiese paz. Estoy muy orgulloso de lo que David MacIvor y yo creamos. Lo admiro como amigo y colaborador.
5. G.P.: Hay varios Rufus en Wainwright. ¿Se siente más cómodo como cantante, como compositor de ópera, como autor de temas musicales para el cine?
Rufus Wainwright: Soy un tipo muy curioso musicalmente hablando. Nací dentro de una familia folk y crecí oyendo este tipo de música, aunque mi madre, le confieso, escuchaba mucho a Beniamino Gigli a altas horas de la noche. Escuché el
Réquiem de Verdi por primera vez cuando tenía 12 años y me convertí a la ópera y a su música.
6. G.P.: ¿Fue instantáneo?
Rufus Wainwright: Inmediatamente me quedó claro que la ópera sería mi arma secreta junto con mis canciones, algo que era únicamente mío y algo nuevo que aporté a nuestra tradición familiar. Es decir, que todas esas facetas mías no son sino una misma búsqueda de la belleza de la melodía, la letra perfecta. Y simplemente se expresan en diferentes campos.
7. G.P.: En España todavía existe cierto recelo hacia la música contemporánea y no se programa tanto como debería, ¿ocurre lo mismo en Estados Unidos?
Rufus Wainwright: Creo que el público se sorprenderá mucho cuando escuche
Hadrian porque es bastante diferente a la música contemporánea que se compone. Soy un melodista de corazón y esta obra está llena de melodías exuberantes que expresan las emociones internas de los personajes. Yo lo que he hecho es recuperar la melodía y la épica tan propia de la ópera.
"Para mí, la ópera debe revelar una verdad emocional. La ópera contemporánea a menudo no te conmueve. Está brillantemente escrita, pero te deja algo frío"
8. G.P.: Existe, además, una tradición distinta entre la música contemporánea en Europa y en Estados Unidos…
Rufus Wainwright: En Estados Unidos la ópera contemporánea tiene una tradición diferente a la que yo escribo y es distinta también a la que se hace en Europa. En Estados Unidos, Phillip Glass y John Adams son inmensos referentes, y en Europa tienen nombres como los de Boulez, Stockhausen y Henze, aunque lo que yo hago tendría más que ver con una expresión romántica tardía a la que aporto mi propia sensibilidad musical. Eso no quiere decir que no haya músicos contemporáneos a los que admire y que me hayan influido, como es el caso de Messiaen; sin embargo, mis referentes siempre han sido y son grandes melodistas, desde Gershwin a Strauss pasando por Verdi o Cole Porter.
9. G.P.: ¿Qué opina de quienes rechazan la música contemporánea con la excusa de que no la entienden?
Rufus Wainwright: Creo que es muy difícil entender completamente una obra musical cuando la escuchas por primera vez, lo que, por otra parte, es lo más habitual. ¿A quién no le ha pasado? En mi caso, deseo ayudar al público escribiendo hermosas melodías que puedan seguir y que les guste volver escuchar.
Hadrian es, en realidad, una historia muy interesante que encierra en su interior un relato casi detectivesco con suspense incluido, pues el emperador intenta averiguar cómo su amante Antinoo perdió la vida: si fue un sacrificio, un asesinato o quizá un suicidio. Y es ahí donde la historia de amor entre estos dos hombres toma forma, un emperador y un ciudadano regular y un tercero y habla de cómo el amor cambia a las personas que están cerca, en primer lugar a su esposa Sabina, a quien al principio no le gusta Antinoo: él impide que Adriano la ame, pero gracias a esta historia puede comprender que es posible amar de una manera distinta. Este es el personaje con el que creo que la mayoría de las audiencias que pueden dudar sobre una historia de amor homosexual en una ópera se identificarán.
10. G.P.: ¿Tiene en mente la composición de una nueva ópera? Por ejemplo, sobre su amada Judy Garland…
Rufus Wainwright: Quiero escribir una nueva ópera y que sea una comedia. Tengo una idea vaga, aunque no puedo hablar de nada concreto aún. Estoy trabajando en un musical para el West End y, si todo sale bien, se llevará a Broadway, ese será mi próximo gran proyecto teatral.
©Gema Pajares
Julio 2022
El emperador Adriano está desolado tras la muerte de su joven amante Antinoo, ahogado en extrañas circunstancias en el río Nilo. Los asuntos de estado interfieren en su duelo y sus consejeros claman por la guerra, pero Adriano logra escapar del presente para reencontrarse con Antinoo y descubrir la verdad sobre su muerte. Al final de su vida, el anciano emperador se da cuenta de que su único legado consiste en el hecho de haber amado.
Hadrian, la segunda incursión en la ópera del cantautor canadiense-estadounidense Rufus Wainwright, se suma así a una ilustre serie de títulos operísticos –Pergolesi, Caldara o Johann Christian Bach, entre otros– con este emperador romano como protagonista. Estrenada en Toronto en 2018, contó con el barítono Thomas Hampson en un rol titular escrito a su medida y que repetirá en nuestro teatro. Haciendo uso de una paleta musical que el propio autor ha definido como «más oscura y potente» que la de su primera ópera –Prima donna–, y apoyado por las impactantes imágenes del fotógrafo Robert Mapplethorpe, Hadrian discurre así en un viaje sin fin entre el frágil consuelo de la memoria y la inapelable realidad de la pérdida.
Ópera en cuatro actos
Música de Rufus Wainwright (1973)
Libreto de Daniel Mcivor
Con la colaboración especial de la Mapplethorpe Foundation
Estrenada en la Canadian Opera Company de Toronto el 13 de octubre de 2018
Estreno en el Teatro Real
Ópera en versión de concierto semiescenificada
EQUIPO ARTÍSTICO
Director Musical I Scott Dunn
Imágenes I Robert Mapplethorpe
Director de Escena I Jorn Weisbrodt
Diseñador de luces | John Torres
Diseñador de proyecto | Michael Worthington
Asistente del diseñador del proyecto | Cory Siefker
Programador de proyección | James Pomichter
Director del Coro I Andrés Máspero
Coro y Orquesta titulares del Teatro Real
(Coro Intermezzo / Orquesta Sinfónica de Madrid)
REPARTO
Hadrian | Thomas Hampson
Plotina | Alexandra Urquiola
Antinous | Santiago Ballerini
Turbo | Christian Federici
Sabina | Vanessa Goikoetxea
Trajan | Alejandro del Cerro
Fabius | Vicenç Esteve
Hermogenes | Gregory Dahl
Primer Senador | Pablo García-López
Segundo Senador | Josep-Ramón Olivé
Tercer Senador | David Lagares
Lavia | Berna Perles
Dinarchus | Albert Casals
Mecenas:
Ann Ziff
Melony and Adam Lewis
SHS Foundation
Mecenas anónimo
La foto sobre el escenario de Rufus es de Javier del Real/Teatro Real y ha sido facilitada para acompañar esta entrevista.
Más información en la web del
Teatro Real
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Rufus Wainwright
Gema Pajares Jiménez
Nacida en Madrid en 1965, es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. En julio de 1990 empezó su andadura profesional como becaria en la sección de Cultura del diario ABC. Meses después pasó a trabajar en el suplemento semanal ABC de las Artes y de ahí al semanario ABC Cultural hasta el verano de 1998. En noviembre de ese mismo año es nombrada jefa de sección de Espectáculos del recién creado periódico La Razón, que funda Luis María Anson. Años más tarde desempeña el cargo de jefa de sección de Cultura del diario, donde ha trabajado 22 años hasta enero de 2020. Actualmente colabora en distintos medios