Un año más, el compositor valenciano Voro Garcia (Sueca, 1970) se pone al frente de la dirección artística del Festival Ensems, cita que en 2023 alcanza en Valencia su cuadragésimo quinta edición, refrendando su condición de decano de los festivales españoles de música contemporánea.
«A cau d'orella» (que en castellano podríamos traducir como «Al oído») es el lema elegido por Voro Garcia para esta nueva edición de Ensems, en la que se vuelve a ofrecer una programación que combina lo local, con una amplia presencia de compositores valencianos; lo nacional, con la visita de Hèctor Parra; y lo internacional, destacando la llegada a Valencia de la compositora israelí Chaya Czernowin.
Sobre el Festival Ensems, así como sobre su carrera como compositor y sus actuales proyectos creativos, conversamos en esta entrevista con Voro Garcia; una entrevista realizada en un escenario marcado en Valencia por un cambio de gobierno que ha supuesto un giro radical en la política valenciana, cuyas posibles repercusiones en los ámbitos de la cultura y de la música también rastreamos en esta conversación.
1. Paco Yáñez. «A cau d'orella» es el lema que Voro Garcia ha elegido para esta cuadragésimo quinta edición del Festival Ensems. ¿En qué han querido centrar nuestra atención con dicho lema?
Voro Garcia. El sonido acompaña al ser humano desde su existencia. Somos lo que somos gracias al sonido. Queremos poner el punto de atención en la necesidad de estimular el oído, en un mundo cada vez más sobrecargado de estímulos y ruido.
"Se habla de déficit de atención, pero tal vez no es justamente eso lo que ocurre, sino el exceso de estímulos que tenemos alrededor."
2. Paco Yáñez. Destaca en Ensems 2023 una nutrida presencia de compositoras y compositores valencianos. ¿Qué importancia tiene para usted, como director artístico del festival, el mantener esta doble apuesta: tanto por la escena compositiva local como por la mujer en el terreno de la música actual?
Voro Garcia. La presencia de compositores y compositoras valencianos en la programación ha sido habitual desde las primeras ediciones del festival. Estadísticamente creo que se ha incrementado en los últimos años, aunque también es cierto que hay muchos más creadores y creadoras que están haciendo un trabajo extraordinario. Entiendo que es lógico que se tenga una especial atención a las propuestas locales. Es un deber, teniendo en cuenta que es una producción del Institut Valencià de Cultura (IVC). Además es una posibilidad única para mostrar la calidad que existe en nuestra tierra.
Por lo que respecta a la atención a las creadoras, es una cuestión de justicia y de vital importancia para el festival Ensems, y entiendo que para todas. También ha tenido una especial sensibilidad el gobierno valenciano, y esto nos ha permitido realizar encargos a compositoras no residentes.
La mayoría de los grupos va entendiendo también la lógica y la necesidad de incluir en sus proyectos propuestas tanto de compositoras consagradas como de jóvenes creadoras. Con el esfuerzo de todos los agentes implicados creo que estamos llegando a buen puerto.
3. Paco Yáñez. ¿Cómo se lleva a cabo la selección de esos compositores y compositoras en Ensems, la realiza usted en solitario, como director artístico, o cuenta con algún equipo técnico que consensúe dichos nombres?
Voro Garcia. La selección de los encargos la realizo en solitario, aunque lo discuto y comparto con la subdirección adjunta de música del IVC. En las primeras ediciones apostamos por perfiles de creadores muy jóvenes, y últimamente tratamos de compensar para que no haya tanta discriminación con las generaciones que tienen 50, 60 o más años. Una vez seleccionados los proyectos, intervengo puntualmente para sugerir algún cambio o para pedir si pueden incluir alguno de los encargos del festival. Intento que los encargos tengan más recorrido que el del día del estreno en Ensems. Afortunadamente, además del equipo de producción administrativa del IVC, cuento con un equipo de producción artística y de apoyo a determinados proyectos. Sin ellas, sin Sonia Gil, Neus Fontestad, Nuria Núñez o Marina Hervás, sería muy complicado realizar esta programación.
4. Paco Yáñez. Otro aspecto que destaca en Ensems 2023 es el equilibrio entre los clásicos de la contemporaneidad, con nombres como György Ligeti (de quien celebran, con varios conciertos, su centenario), Witold Lutosławski, Luciano Berio, Franco Donatoni, etc., y la apuesta por los compositores actuales, entre los que nos encontramos con algunas de las voces más reconocidas del momento, como Beat Furrer, Chaya Czernowin, Alberto Posadas, Clara Iannotta, Ramon Lazkano, Hèctor Parra, etc. Frente a festivales que parecen apostarlo todo a los estrenos, Ensems nos ofrece un abanico que comprende la contemporaneidad como un organismo vivo y de largo recorrido, mostrando las raíces de las nuevas partituras que se estrenarán en Valencia. ¿Qué importancia tienen para usted este planteamiento y estos diálogos históricos?
Voro Garcia. Tal vez si estuviéramos en un momento donde a lo largo de la programación de cualquier contenedor cultural estatal se apostara tanto por la creación actual como por los clásicos de las vanguardias del siglo pasado, no haría falta ofrecer este abanico de propuestas combinando los "clásicos" con voces reconocidas y estrenos. Si eso fuera así, el festival tal vez podría apostar o convertirse en una especie de feria de las últimas novedades y proyectos de cada temporada. En la situación en la que nos encontramos, no me interesa apostarlo todo a que sean estrenos.
"Para mí es importante incluir las "huellas del pasado" que nos dejó la tradición, y no me refiero sólo a la sinfónica. En la mayoría de los casos es difícil entender las propuestas actuales sin ver (escuchar) de dónde venimos."
Creo que funciona bien con buena parte de nuestro público. En la edición anterior y en ésta, con el pretexto de los centenarios de los nacimientos de Iannis Xenakis y de György Ligeti, hemos creído oportuno incluir obras de estos dos compositores.
5. Paco Yáñez. En festivales como el coruñés RESIS, cuyo ensemble residente, Arxis, visita Ensems por primera vez en 2023, se suele apostar por músicas históricas que hacen dialogar el presente con el pasado, retrotrayéndose a compositores como Tomás Luis de Victoria. ¿Prefiere usted quizás, como director artístico, centrarse más en los siglos XX y XXI, pues la partitura más antigua en esta edición de Ensems fue compuesta en el año 1903, por Charles Ives?
Voro Garcia. No, no, para nada. Me encantan las propuestas que apuestan por músicas históricas (u otras disciplinas artísticas) que dialogan con creaciones actuales, ya sea de forma conceptual o temática. A mi modo de ver, los extremos se tocan. De hecho, en anteriores ediciones hemos tenido proyectos de estas características. Por ejemplo, un concierto de la SCHOLA HEIDELBERG con obras de Luca Marenzio y Pomponio Nenna que se alternaban con obras de Elena Mendoza, Stefano Gervasoni, Aureliano Cattaneo y José María Sánchez-Verdú.
6. Paco Yáñez. Ya que nos remitimos a la historia, dígame qué compositores, tanto de la tradición como de la contemporaneidad, han sido más importantes para Voro Garcia como creador musical.
Voro Garcia. Haría una lista seguramente interminable pero, haciendo un filtro importante de compositores de la música occidental, me quedo con: Tomás Luis de Victoria, Gesualdo, Bach, Beethoven, Varèse, Ligeti, Sciarrino y Lachenmann.
7. Paco Yáñez. Esa influencia de la gran tradición europea es explícita en algunas de sus partituras. Así, en
Ombra di suono nella memoria (2007), uno de los más bellos cuartetos de cuerda compuestos en España, dialoga usted con el ciclo
Membra Jesu Nostri (1680), de Dietrich Buxtehude. De
Ombra di suono nella memoria afirmó que constituye
«una mirada al "pasado" creadora de un horizonte temporal, con la intención de rehabilitar el rol de la memoria». ¿Qué importancia tiene para Voro Garcia, como compositor, esa rehabilitación del rol de la memoria y en qué otras partituras de su catálogo se producen diálogos tan explícitos?
Voro Garcia. Muchas gracias por tu consideración hacia mi música. Puede que, por mi formación como director de coro, y por el hecho de haber abordado bastante música polifónica, haga referencias de forma directa o indirecta a músicas del pasado. En mi trabajo como docente he llegado a impartir desde solfeo, coro, música de cámara, armonía, análisis… hasta en la actualidad que imparto composición, entre otras materias. Entiendo que este bagaje, sumándole esa
"deformación" profesional, me lleva a afrontar un discurso sonoro muy ligado a la tradición de la música occidental. Me refiero a pensar cada procedimiento con ciertas referencias, aunque sean conceptuales, a cómo lo ha planteado alguno de los maestros del pasado, también del pasado no muy lejano. No sé si es bueno o malo. A mí me sirve; puede que sea un camino a seguir, como cualquier otro.
En una primera etapa compositiva hago referencias temáticas al gregoriano, polifonías medievales o música culta árabe:
Parodie Spezzate [2005]
, Esfera Celeste [2005]
, Parafrasi per un omaggio [2007]
, Étoiles filantes [2006]
, Territoris de la memòria [2006]
, Taqsim alla mente [2005]
, Ressons del Xarq [2006], o a la que haces referencia,
Ombra di suno nella memoria, entre otras. No necesariamente al uso de la cita como tal.
Pero también hay diálogos con otras artes. Algunas obras tienen asociaciones plásticas:
Cuando la luz de ese día... [2004]
, Como en un sueño dentro de un sueño [2008], etc. Posteriormente tenemos las que estarían dentro de lo que podría llamarse ciclo "Figuras – Luz – Sombra", donde hay referencias a escritores que se acercan a través de la palabra a la luz y la sombra (Miguel Hernández, Juan de la Cruz o José Ángel Valente):
Sombra del recuerdo [2008]
, Sombras luminosas [2009]
, Figuras que despiertan en la luz [2009]
, De el alma [2011]
, La luz no basta [2019]
, Sordas insignias de la sombra [2010]
, Hijo de la luz y de la sombra [2010], etc. O del ciclo más reciente "Máscaras – Liquidez – Alegorías":
Màscares [2017]
, Al·legories [2018]
, Liquid Times [2018]
, Huellas líquidas [2018]
, Bestearen aztarnak [2019]
, Gnomon [2019]
, El descrèdit de la realitat [2021] o
Terra en la boca [2022].
"En resumen, de una forma u otra, todas las obras de mi catálogo tienen un vínculo con las huellas de la tradición".
8. Paco Yáñez. Por lo que a la memoria viva se refiere, entre sus influencias ha citado usted a Salvatore Sciarrino y a Helmut Lachenmann, ¿qué le aportan estos dos compositores y, en términos de una cuestión tan actual como la del balance armonía/ruido, cómo se sitúa y trabaja Voro Garcia?
Voro Garcia. En mi opinión, aportan una visión diferente en la forma de enfocar el discurso sonoro al existente hasta el momento. Tanto por el tipo de trabajo acústico del sonido que ofrecen como también por cómo trabajan la dramaturgia sonora y la estructura formal. Otras maneras de acercarse al concepto de objeto sonoro del que habla Pierre Schaeffer. Vienen a aportar un estadio más al parámetro de la armonía/ruido. Un acercamiento más "genético" a las diferentes tipologías del sonido, antes de la llegada de lo que se llamó espectralismo. No sólo la tipología sonora del objeto sonoro (tema en sentido clásico del término), como por todo aquello que está implícito en el mismo, que pueda ser el punto de partida de la composición.
Para mí representan un fundamento de las estrategias de la organización de cualquier dramaturgia sonora. A mi modo de ver, diferente del concepto de “material”, muy utilizado en el argot del análisis musical para referirse a lo temático, pero también más vinculado a las escuelas estructuralistas (seriales o no). Tal vez sea un poco complicado de explicar, de manera clara, en las respuestas a una entrevista. El conjunto de parámetros y estrategias que intervienen en la organización de una obra, relacionados entre sí o no, es lo que yo llamo "figuras sonoras".
"Lo conceptual ligado a estas figuras sonoras configura el fundamento de mi discurso sonoro, donde el sonido (el timbre) tiene un peso significativo."
En cualquier caso, y como apuntaba en la respuesta a tu pregunta anterior, entiendo que el bagaje en la formación de cada uno condiciona el posicionamiento y la forma de concebir la expresión de determinados sentimientos; en nuestro caso, a través de lo sonoro.
9. Paco Yáñez. Volviendo a Ensems, en su página web alude usted a una siempre necesaria autocrítica, tras cuarenta y cinco ediciones del festival, que centra en la pertinencia de extender las actividades de Ensems más allá de las fechas del festival y de la propia ciudad de Valencia. ¿En qué sentido ve esta necesidad en el actual tejido de la música contemporánea valenciana?
Voro Garcia. En mi opinión, festivales como Ensems son necesarios porque, a día de hoy, no se han normalizado en cualquier programación (no sólo musical) propuestas que vayan más allá de satisfacer a los oídos ortodoxos. La mayoría va dirigida al "gran público", y la máxima preocupación de muchos gestores culturales es mantener la mayor cantidad de sillas calientes posible. Eso no quiere decir que a nosotros no nos importe llegar al mayor número de público posible, pero no a cualquier precio. El problema no es el público.
"Muchos se escudan en que este tipo de propuestas "la gente" no las entiende, como si realmente entendieran la música de Beethoven, Mozart o Brahms."
En la pasada temporada tuvimos un ejemplo destacable en nuestra tierra: la Orquestra de València programó más música actual que cualquiera de las restantes orquestas españolas, y la respuesta del público fue bastante buena. Entiendo que es fundamental que nuestras orquestas hagan este tipo programas. Con una temática o un hilo conductor funciona muy bien. Sin recurrir a las comparaciones típicas de lo que se hace en programaciones en Centroeuropa, tenemos planteamientos muy buenos en los que fijarnos en cuanto a programación equilibrada y de calidad. Uno de ellos lo conoces muy bien: la Casa da Música de Oporto. Entiendo que es una buena referencia de cómo se debe gestionar una programación.
Volviendo a Ensems, ¿qué ocurre?, pues que el festival tiene un presupuesto bastante limitado para "jugar" en la liga en la que entiendo que debería estar por su trayectoria. No dispone de espacio suficiente para atender a la amplísima demanda existente. Hay que programar todo tipo de propuestas estéticas que transiten por la experimentación y nuevos territorios sonoros. Y cuando hablo de espacio, me refiero también al físico. El hecho de que durante 45 ediciones no se haya tenido una (o varias) sedes propias o regulares ha condicionado bastante, en mi opinión, la consolidación de un público más amplio. Las últimas ediciones hemos realizado la mayoría de la programación en el Palau de les Arts; entre otras razones, porque el Palau de la Música, donde venían celebrándose la mayor parte de los conciertos, ha permanecido cerrado por obras de rehabilitación.
El tipo de espacio nos condiciona la elección de algunos de los proyectos que nos llegan. Hemos tratado de hacerlo en espacios alternativos, pero no siempre nos ofrecen las condiciones adecuadas. Esta circunstancia entiendo que no nos ha permitido conectar con un determinado público que sí que acude a espectáculos que se ofrecen en Valencia en otras programaciones, de características similares a los que podemos programar en Ensems. Hemos intentado generar sinergias con otros espacios e hibridaciones con programaciones de otras instituciones, tratando de llevar algo de programación a Castellón y Alicante. Algunas de ellas han funcionado muy bien, pero me encantaría que este tipo sinergias se mantuvieran e incrementaran.
Trato de reconducir un poco mi argumentación para intentar responder más claramente a tu pregunta, pues me he extendido mucho intentando contextualizar el tema. En mi opinión, entiendo que debería de haber una programación que fuera más allá de las fechas del festival para poder atender a una parte de la demanda que tenemos. Está claro que eso supondría una redistribución de los recursos existentes en el Institut Valencià de Cultura (al que tal vez se podrían sumar otras instituciones).
Una posibilidad real es aprovechar la red de diferentes festivales y plataformas sonoras existentes en nuestro territorio. Iniciativas personales que se han puesto en marcha gracias al esfuerzo de colegas, de los propios músicos y, en la mayoría de los casos, también con el apoyo de otras instituciones públicas; generalmente, ayuntamientos. Estas iniciativas dibujan un mapa territorial bastante amplio y podrían cubrir buena parte de la programación anual. No se trata de interferir en la programación e independencia de sus direcciones artísticas, sino de ofrecer la posibilidad de colaboración para crear un circuito (en cierta manera existente) que atienda a la demanda; al menos, de los proyectos locales. Dicho sea de paso, esto se podría hacer también (y tal vez se debería) a nivel estatal.
Es algo que he trasladado repetidas veces a las direcciones del Institut Valencià de Cultura y a la Conselleria d'Educació, Cultura i Esport, pero sin éxito. Está claro que parte de la culpa es nuestra, por falta de organización y sentido asociacionista. Otros colectivos dedicados a músicas más comerciales, sí que lo han conseguido. Nosotros, tal vez preocupados en ofrecer una buena calidad del producto, en cuanto al cuidado del sonido, descuidamos la imagen. Parece que el dicho
"Vale más una imagen que mil palabras" sea también aplicable al sonido, funciona mucho mejor en la sociedad actual.
10. Paco Yáñez. Además de esa autocrítica realizada por el propio festival, su dirección de Ensems recibió en 2022 duras acusaciones por haber programado hasta tres partituras de su autoría en cinco conciertos, preguntándose algún medio si
«esta circunstancia es éticamente aceptable». ¿Qué tiene que decir Voro Garcia al respecto?
Voro Garcia. Podría responder con evasivas y decirte simplemente que es una práctica muy habitual, tanto en programadores de música como de otras disciplinas artísticas, que también son creadores. Pero es la primera vez que alguien me pregunta directamente en una entrevista, y puede que sea una buena oportunidad para dar mi versión de lo sucedido. En primer lugar te diré que el periodista del medio de comunicación en que se publicó el artículo al que te refieres, no tuvo la gentileza de contrastar la información que le llegó. Hubiera sido muy fácil contactar conmigo, o mejor aún, con los músicos que presentaron el proyecto, para saber si la información que le habían trasladado era del todo cierta.
La gente que me conoce bien, sabe que tanto en mi trayectoria como director artístico de la Mostra Sonora de Sueca como después, cuando me hice cargo de Ensems, la única condición que he puesto a todos los participantes es que no incluyeran ninguna de mis obras en sus propuestas. Para que quedara claro que no era una programación interesada para ninguna de las partes. En cualquier caso, cabría preguntarle a ellos si esto es así. Puede que sea un idealista, pero me parece lo más ético por mi parte. Esta circunstancia me la han reprochado muchas veces incluso algunos de mis compañeros y músicos con los que trabajo, en el sentido que entendían que me estaba autocensurando.
Dicho esto, y centrándonos en el artículo que apareció en 2022 con esas acusaciones, te diré que en parte era relativamente cierto. Pero por la manera en que estaba redactado, denotaba claramente que venía orquestado por alguien para intentar dañar mi imagen. Estamos en una época de la posverdad informativa y también de la eclosión de la mediocridad tanto de algunos plumillas como de algún "colega". La única que programé verdaderamente, debido a que formaba parte de un proyecto europeo (Focus) que se realizaba en tres países (Alemania, Francia y España), y porque el IVC se había involucrado en el proyecto para dar visibilidad al festival fuera de nuestras fronteras. Casualidades de la vida, tanto el concierto de Brouwer Trío como el de la Banda Municipal, se cancelaron por diferentes razones.
Pero no es la primera vez en el último año que he recibido este tipo de "ataques" hacia mi persona. El último ha sido bastante más grave, y casualmente coincidiendo con la semana de las elecciones autonómicas. Se me acusaba, entre otras cosas, de falsedad documental y prevaricación. Esto ha sido la gota que colmó el vaso. No podía permitir que se pusiera en duda mi honorabilidad, y lo puse en manos de abogados, aunque el daño ya estaba hecho. Pese a que el periódico digital en el que apareció la noticia es de dudosa credibilidad, pedí la retirada del artículo y rectificación. Hicieron lo primero. Continua en mano de los abogados porque lo que me interesa saber es quién está detrás de tanta injuria y odio hacia mi persona. Con el escudo del secreto profesional, a los periodistas se les permite lo que a los curas.
Obviamente no quiero generalizar este tipo de comportamientos. Estaría bien que haciendo gala a su profesionalidad se molestaran en contrastar la información. Hoy en día muchos se creen todo lo que leen, y la mayoría sólo lee los titulares, o ni eso. En fin, de todo se aprende. Esta lamentable experiencia me ha servido también para saber quién esta a tu lado, y se preocupa por saber cómo estás ante estas acusaciones, y quién da por hecho que lo que se ha publicado es así.
Las críticas a mi gestión o a mi música las acepto con total normalidad, faltaría más. Es parte del trabajo. He tratado de ser lo más honesto y respetuoso posible con todas. La gente que está programada, lógicamente está más contenta que la que no lo está, pero recibimos alrededor de 300 proyectos cada año, y no se puede programar todo lo que se quisiera. También hay quien espera que se le programe, sin molestarse en mandar proyectos. En fin, esto forma parte del circo de nuestro sector, y puedo llegar hasta entenderlo.
Intento ser lo más justo posible a la vez que trato de hacer una reflexión y autocrítica de todas mis decisiones. Pero cuando los ataques son personales… entiendo que son límites que no pueden ni deben traspasarse. Seguro que me he equivocado muchas veces. Pero no es lógico tener total impunidad ante este tipo de publicaciones, y alguien debería legislar al respecto. Desgraciadamente estas prácticas son cada vez más habituales y normalizadas en cualquier ámbito de la sociedad actual.
11. Paco Yáñez. Para poder llevar a cabo esa reconceptualización y expansión de Ensems de la que antes nos hablaba, se encuentra usted con un nuevo gobierno en Valencia, cuyo recién nombrado consejero de cultura, Vicente Barrera, ha dado mucho que hablar en los últimos meses. ¿Cómo ha sido la relación de Ensems con el nuevo gobierno valenciano y en qué medida esta transición ha afectado a los preliminares del festival?
Voro Garcia. La verdad es que, a día de hoy, aún no he tenido la oportunidad de conocer personalmente al nuevo Conseller de Cultura, ni tampoco a la nueva secretaria autonómica de cultura. Así es que, por ahora, desde la organización del festival no hemos tenido ninguna relación ni directa ni indirecta. Tendremos la oportunidad de conocerles en breve. En cualquier caso, lo más importante es que el festival continúe con su trayectoria, esté quien esté. Las personas pasan, Ensems siempre quedará.
Por poner un "pero", lo único que hemos sufrido es una mayor lentitud de algunas gestiones administrativas y también en la comunicación de las actividades programadas en el festival después de su presentación en junio. Tal vez el traspaso de carteras nos está retrasando más de lo habitual, pero lo tenemos todo preparado para que la 45 edición de Ensems se desarrolle con total normalidad.
12. Paco Yáñez. Comparado con otros festivales de música o teatro en los que el gobierno valenciano se ha volcado de forma muy fuerte a nivel económico, como Sagunt a Escena, ¿en qué lugar está Ensems en lo que a su evolución presupuestaria y de apoyo institucional se refiere?
Voro Garcia. Puede que estemos en este momento en un nivel presupuestario similar o un poco superior al anterior a la crisis. Pero si a lo que te refieres es a si Ensems ha crecido a nivel presupuestario como otros festivales apoyados por el gobierno valenciano, es más que evidente que no. Sin poner ningún ejemplo en concreto, es mucho más fácil para los gobiernos de turno apoyar propuestas más comerciales que las que se ofrecen y se han ofrecido en el festival Ensems durante nada más y nada menos que 45 ediciones. Para "justificar" la menor visibilización en los medios de comunicación de nuestro trabajo, me han llegado a comentar, medio en broma medio en serio, que nuestra música "no mola". En fin, será que somos unos muermos. En el año de la pandemia fuimos de los pocos en toda Europa que resistimos. Logramos presentar una programación, incluso con grupos internacionales, después del verano del 2020. Obviamente, con el apoyo del Institut Valencià de Cultura. Entiendo que podríamos y deberíamos haber aprovechado la situación y el contexto en el que nos encontrábamos para sacar pecho y hacer una comunicación adecuada de lo que conseguimos en esa edición tan complicada, debido a las circunstancias excepcionales a las que nos enfrentamos. Pero no se hizo.
Sin duda, las culturas del ocio molan más. También es cierto que miles de millones de personas beben Coca-Cola u otros productos azucarados, y no por eso son buenos para la salud. ¿Se va a recordar más el cine de Alfred Hitchcock o los taquillazos actuales? ¿Qué es el arte? Podría meterme ahora en un buen berenjenal, porque puede parecer que esté diciendo que lo que nosotros programamos es arte y lo demás no, y para nada quiero decir esto. En cualquier caso, cada cuál debe responderse a esa pregunta. Simplificando mucho, para mí el arte es aquello que plantea justamente preguntas. El término "cultura" es un término de doble filo. No me gusta tampoco la terminología de "industria cultural", cuando bajo ese paraguas realmente no estamos todos; al menos, "nosotros". En la mayoría de los casos se trata a la industria como cultura de masas. Tal vez debería de enfocarse de otro modo. Estoy más a favor del arte que de la industria de la cultura. El tema es dónde acaba el entretenimiento y dónde comienza el arte cuando ambos llenan un espacio de ocio. Está claro que es difícil encontrar una terminología adecuada para todo; de hecho, suprimimos la definición del festival Ensems como "música contemporánea", porque entendíamos que no recogía las distintas sensibilidades y estéticas con las que se acercan las creadoras a trabajar el sonido.
En cualquier caso, puede que sea un debate un tanto estéril. Con esto sólo quiero comentar que la línea de propuestas sonoras de Ensems también es necesaria en cualquier sociedad. Parece que tengamos que justificar día a día que el tipo de programación que proponemos va dirigida y tiene en cuenta a cualquier tipo de espectadores. No podemos crecer y llegar a más público si no tenemos el apoyo, no tanto el económico (que también), como el de cobertura comunicativa que tienen otros festivales escénicos. Hay que dar voz a los artistas que pretenden, más que evadirnos, plantearnos una pregunta o reflexión.
Pero habría que poner el foco, también, en el gobierno estatal. El ninguneo al que nos vemos sometido es lamentable. El recorte en las ayudas del INAEM va
in crescendo cada año, y no se corresponde con el esfuerzo que estamos haciendo. Entiendo que desde Ensems se tiene una sensibilidad hacia los grupos no residentes en la Comunidad Valenciana. Por el contrario, no deja de ser curioso el trato que recibimos del gobierno central hacia algunas programaciones de las periferias.
Afortunadamente, siempre encontrarnos por el camino a personas que creen de verdad en lo que ofrecemos y sienten el deber y la necesidad de apoyarlo. Esperemos que continúe siendo así, hay espacio para todo el mundo. Aunque éste debería ser "más equitativo".
13. Paco Yáñez. Resulta evidente que su catálogo como compositor es, en sí, una respuesta a ese tipo de preguntas a las que se acaba de referir; una respuesta que abarca partituras tan serias y trascendentes como la antes citada
Ombra di suono nella memoria, junto a piezas que llegan a un público más amplio y heterogéneo, como la obra para banda sinfónica
Ressons del Xarq, o bandas sonoras cinematográficas como la que compuso en 2021 para conmemorar el centenario de la película
The Playhouse (1921), de Buster Keaton. ¿Hasta qué punto equilibra Voro Garcia esa accesibilidad a distintos públicos por medio de diferentes formatos y espacios de estreno, o quizás son cuestiones que vienen dadas en función de los propios encargos?
Voro Garcia. La verdad es que me planteo cualquier composición para que pueda ser accesible a un público general, son los que tienen menos perjuicios, a diferencia de muchos de los que tienen una formación musical. Continúo pensando que el ser humano es curioso por naturaleza. En cualquier caso, es cierto que, en función del propio encargo, el enfoque puede variar un poco. El caso concreto de
Ressons del Xarq, por ejemplo, condicionó un poco el discurso sonoro, pues fue un encargo del entonces Instituto Valenciano de la Música para ser obra obligada en la segunda sección de un Certamen de bandas. El hecho de era una banda amateur, y el contexto en el que iba a ser interpretada, hizo que buscara un equilibrio entre lo que me hubiera gustado escribir exactamente y lo que finalmente hice, sin renunciar al planteamiento inicial.
El caso de
The Playhouse es diferente: partimos de un cortometraje de cine mudo y tiene otro tipo de planteamiento, al trabajar con la imagen; aunque se puede interpretar (y entiendo que funciona) sin la proyección de la película. No por eso renuncié al trabajo sonoro que utilizo habitualmente en mi música. Un elemento que no he comentado es el uso de la ironía en mis obras; a veces, de forma muy clara y directa, como son los casos de
Realidades líquidas [2017] o
Al·legoria de l'ego [2019]; y otras, de forma menos clara, como en
Màscares,
El descrèdit de la realitat o
Terra en la boca.
14. Paco Yáñez. ¿Qué proyectos, como compositor, tiene sobre su mesa de trabajo en la actualidad?
Voro Garcia. Hace pocos días terminé una pieza para piccolo,
Espacio que es luz [2023], dedicada a mi querido amigo Paco Varoch, que se estrenará el próximo mes de noviembre. En estos momentos estoy trabajando en un proyecto escénico para flauta contrabajo, danza y actor: un encargo de mi estimado Julián Elvira, con el que tenía pendiente trabajar desde hace muchísimo tiempo. Después de esto, me pondré con una obra para piano, encargo de Alfonso Gómez; y con otra obra para el cuarteto vienés Between feathers (voz, flautas, acordeón y percusión). Tengo otros proyectos de pequeño formato para un poco más adelante, pero me organizaré los tiempos en función de si se confirman otras propuestas de mayor formato pendientes, que por ahora no terminan de cerrarse.
© Paco Yáñez. Agosto 2023
Las fotos de Voro Garcia son de contraventifusta
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