1. Ruth Prieto: Acaba usted de regresar de Londres donde ha estado grabando dos obras que formarán parte de un cedé que tiene previsto su salida final en otoño del 2019 con la editorial
Neu Records y que se está grabando en varios tramos. ¿Qué puede usted comentarnos de este proyecto?
Josep Maria Guix: Se trata de un proyecto iniciado hace más de cinco años atrás, cuando un día me llamó Santi Barguñó - alma mater de Neu Records -, para charlar conmigo y sondear la posibilidad de grabar un disco monográfico con mis composiciones, después de haber escuchado algunas de ellas siguiendo el consejo de mi colega y amigo Ramon Humet.
Desde ese momento, empezamos a diseñar la posibilidad real de llevarlo a cabo y decidir qué obras incluir, con qué criterio, determinar la duración total, el orden de las piezas, etc. También estaba claro que el proyecto sería caro, tanto por el número de ejecutantes, como por los instrumentos implicados -desde el arpa a la trompa, integrando una percusión numerosa e inhabitual-, y por supuesto, por la forma de grabar de Neu Records, apostando no solo por la grabación estereofónica, sino por el formato surround y también el 3D.
Las primeras subvenciones que se pidieron fueron denegadas y, además, estaban muy por debajo del presupuesto requerido. No ha sido hasta ahora que hemos visto que era viable materializar el proyecto.
2. R.P.: El proyecto tiene una planificación en tramos muy cuidada con intérpretes de lujo. ¿Cómo aborda este largo proceso de grabación?
Josep Maria Guix: ¿Con enorme paciencia y cierto grado de resignación? Ahora en serio: la espera trae sus recompensas -siempre he tenido como poema de cabecera
Sabe esperar de Antonio Machado-, aunque supone una previsión -y una fe- similar a la de los diseñadores de jardines del siglo XVIII.
Disponer de tanto tiempo implica poder verificar que todo está a punto, desde la provisión de instrumentos -la percusión, sobre todo- hasta la revisión de las particellas. Supone, asimismo, y en el ámbito camerístico, la posibilidad de rodar las piezas con anterioridad, aunque con dichos intérpretes parezca del todo innecesario.
Hay que decir, sin embargo, que la gestión de fechas, espacios e intérpretes es mérito de Neu Records: yo solamente me he limitado a que, de mi parte, todo esté preparado para cuando se me ha solicitado.
3. R.P.: Las dos obras que se han grabado en el Watford Colosseum de Londres con la London Sinfonietta han sido
Jardín seco y
Vent del capvespre, ¿qué puede comentarme de estas dos obras?
Josep Maria Guix: Vent del capvespre supuso un punto de inflexión en mi trayectoria compositiva. La obra fue un encargo que me hizo Àlex Susanna a través de Fundació Caixa Catalunya, para inaugurar una exposición de grabados japoneses en La Pedrera. Fue en ese momento cuando entré en contacto con el arte japonés y, sobre todo, con el mundo fascinante de los haikus. A partir de ese instante, he regresado de forma recurrente a esos breves poemas y a las imágenes -y a las emociones- que sugieren. La buena fortuna hizo, además, que la obra fuese galardonada con el Salvatore Martirano Memorial Composition Award en 2010.
También es cierto que, con dicha pieza, emprendo un camino basado en la sutileza, en la búsqueda de la esencia, en el trato delicado del sonido, algo que complica enormemente la ejecución de mis obras para lograr su verdadero propósito.
"Y esa es también la trampa de mi escritura: bajo una apariencia de sencillez, en realidad se esconde una interpretación sumamente difícil, que debe velar siempre por el control de lo que está sonando, ya sea un armónico sotto voce o un grupo de notas veloces y resonantes en el piano."
Jardín seco, a su vez, se basa en la pintura homónima de Fernando Zóbel conservada en Cuenca. El cuadro es una verdadera maravilla y me sugirió, en su día, la posibilidad de componer una obra para conjunto instrumental en la que trazar líneas de direccionalidad en el espacio -la distribución de los intérpretes sobre el escenario es fundamental-, sutiles cambios de color y armonías otoñales. De hecho, en su momento compuse esta pieza pensando en el disco, puesto que se requería otra obra con la que poder emparejar
Vent del capvespre.
4. R.P.: ¿Cuáles han sido los criterios artísticos para viajar hasta Londres a grabar con la London Sinfonietta?, ¿buscaban un sonido particular?
Josep Maria Guix: Siempre me he sentido muy cercano al empirismo británico y, por supuesto, a su sonido. La London Sinfonietta es un referente mundial, qué duda cabe. Por ello, cuando con Neu Records abordamos la posibilidad de contratar a un ensemble -sobre la mesa había grupos alemanes, franceses, belgas…- tuve claro que mi preferencia sería la citada formación inglesa. Estoy convencido de que ha sido una muy buena elección.
5. R.P.: ¿Cómo ha sido el trabajo y la experiencia con la London Sinfonietta?
Josep Maria Guix: Ante todo, extremadamente profesional. Desde el primer momento, cuando se enviaron las partituras y los requerimientos instrumentales, no hubo ningún problema. Todo estaba claro, incluso el percusionista nos envió un vídeo con los cuencos de cerámica que pensaba utilizar por si nos parecían adecuados.
Como sucede con los buenos intérpretes, durante el ensayo previo a la grabación, cualquier sugerencia que hice al director, fue trasladada de manera inmediata a los músicos y, a su vez, resuelta sin ningún inconveniente. Un verdadero placer poder trabajar así.
6. R.P.: Ambas obras saldrán en formato digital a finales del 2018. ¿va a haber formato digital y formato físico?
Josep Maria Guix: Efectivamente, esa es la previsión: publicar digitalmente el próximo otoño ambas obras para ensemble y esperar a fines de 2019 para ver su materialización física en formato CD, junto al resto de obras que lo integrarán.
7. R.P.: La segunda parte del CD se grabará con Abel Tomàs, Arnau Tomàs y Josep Maria Colom, en el Auditorio de Zaragoza. El repertorio estará formado por un trío, dúos y obras a solo. ¿Qué nos puede comentar de esta segunda parte, por qué se ha elegido, intérpretes y localización diferentes?
Josep Maria Guix: Desde un primer momento, y teniendo en cuenta el protagonismo que desempeña el piano en estas obras más camerísticas, propuse como intérprete a un músico absolutamente exquisito, como es
Josep Maria Colom. Para mí es un verdadero privilegio que él aceptase formar parte de este proyecto.
Cuando Santi Barguñó sugirió, entonces, que fuesen los hermanos Abel y Arnau Tomàs los compañeros de viaje -intérpretes que no le van a la zaga al pianista- mi rostro se iluminó de felicidad.
En relación a la sala de grabación hay que comentar lo siguiente: Neu ya ha grabado con anterioridad en el Auditorio de Zaragoza, y considera que este espacio dispone de una acústica inigualable -como la del Watford Colosseum, hay que decir. En un primer instante se barajó la posibilidad de traer a la London Sinfonietta a Zaragoza, pero el presupuesto se disparaba considerablemente -viajes, alojamiento, etc.
Asimismo, la apretada agenda del trío, imposibilitaba trasladarse a Londres el mes pasado para grabar en el Watford Colosseum. Esta, y no otra, es la razón por la que se han escogido dos lugares distintos de grabación y, también, la causa del hiato temporal entre ambas fases del proyecto.
8. R.P.: Para esta segunda parte, ¿qué repertorio se ha escogido y por qué?
Josep Maria Guix: Para esta segunda fase nos centraremos en la música de cámara alrededor del trío con piano. El punto de partida ha sido el trío
Slowly… in mist, estrenado en su momento por los Kandisnky en la Semana de Música Religiosa de Cuenca. A partir de esta obra, se abordarán combinaciones más pequeñas: los dúos
Llàgrimes de tardor (vl., pno.) y
Tres haikus per a cello i piano, así como un par de obras para solista, los
Seven haikus for solo cello y
Stella (pno.).
La razón ha sido buscar un contrapunto a las obras para conjunto instrumental, con un sonido más recogido -aunque, de hecho, mi música siempre adopta un cariz intimista, qué le vamos a hacer.
9. R.P.: ¿Hay algún estreno/primicia en el cd, o son obras que ya se han interpretado antes?
Josep Maria Guix: Jardín seco, como ya he indicado más arriba, fue escrita a propósito para este proyecto discográfico unos años atrás, y nunca antes se ha interpretado en salas de concierto -su estreno, sin embargo, está programado para el mes de junio de 2019 en el Palau de la Música Catalana.
También
Llàgrimes de tardor, un breve haiku para violín y piano, será una primicia -de hecho, ¡todavía tengo que componer la pieza! En este caso, se estrenará en concierto, justo antes de la grabación, en la primavera de 2019.
Las otras composiciones del CD han sido interpretadas con anterioridad, algunas de ellas con muy buena fortuna, caso de
Vent del capvespre -que se ha tocado en diversas ocasiones en Barcelona y en los EE.UU. Otras, incluso, llevan más de 300 interpretaciones, caso de mis
Tres haikus per a cello i piano. De todas formas, no han tenido ocasión de poder grabarse con la calidad de este nuevo registro.
10. R.P.: Hoy en día cada vez es más difícil grabar cedés aunque por otro lado el acceso a la música, vía plataformas digitales y redes es más fácil. ¿El cedé ha dejado de ser un evento para transformarse en una carta de presentación?
Josep Maria Guix: Alguien podría argumentar justo lo contrario: hoy más que nunca resulta sencillo grabar discos, especialmente si eres intérprete y dispones de un instrumento fácil de transportar de un sitio a otro. Tan solo se necesita un lugar adecuado, un buen micrófono y un ordenador -y los conocimientos para realizar de manera adecuada la grabación, por supuesto.
Un mundo aparte es el de la música comercial con medios electrónicos, en el que ya ni es necesario disponer de microfonía: todo se realiza dentro del ordenador.
El problema está, en todo caso, en la publicación y distribución del disco. Esa es la verdadera batalla.
En mi caso, yo no soy instrumentista. Además, apuesto por una serie de combinaciones tímbricas que no siempre son fáciles de conseguir. Por supuesto, necesito de la complicidad de los intérpretes: deben creer en lo que están tocando y, asimismo, han de ser unos músicos excelentes para poder tocar lo que escribo. De nuevo, el control del sonido es fundamental en mi música.