Mauricio Sotelo |
Mauricio Sotelo estrena Blanca Luz de Azahar en el Auditorio Nacional de Música
30/11/2016
Entrevista con Mauricio Sotelo. Isabel Villanueva y Thomas Hoppe estrenan la última obra de Mauricio Sotelo: Blanca Luz de Azahar en el ciclo Liceo de Cámara XXI. El programa incluye un estreno absoluto de Mauricio Sotelo junto a obras de Brahms, Schubert y Granados.
"En la génesis de esta obra está el empeño de la violista Isabel Villanueva en contar para su repertorio con una obra que tuviese un vínculo con el flamenco."
Mendelssohn, Sotelo, Granados y Schubert: músicas del siglo XIX y XX más un nuevo encargo del CNDM a
Mauricio Sotelo, uno de los compositores españoles más internacionales. Cuatro dúos en manos de la violista Isabel Villanueva, a la que también se debe el arreglo de la Sonata para violín y piano de Granados, y del pianista Thomas Hoppe, quien desde 2003 imparte clases en la Escuela Superior de Música ‘Hanns Eisler’ de Berlín.
Hoy miércoles 30 de noviembre el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) presenta la segunda cita del ciclo "Liceo de Cámara XXI" en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, con la violista Isabel Villanueva y el pianista Thomas Hoppe. Villanueva es una de las violistas más importantes del panorama actual, galardonada con el 'Premio Ojo Crítico 2015' en la categoría "Música Clásica" de Radio Nacional de España y actual imagen de la campaña "Talento español por el mundo", producida por Marca España, en la categoría "Música". Villanueva, que se presenta en este ciclo por primera vez, vuelve a colaborar en un estreno absoluto, fiel a su máxima de ampliar el repertorio para la viola.
Hoppe, por su parte, ha conseguido una inmensa reputación como excepcional pianista acompañante y actúa habitualmente con solistas y cantantes en Estados Unidos y Europa, colaborando con artistas de la talla de Itzhak Perlman, Joshua Bell, Antje Weithaas, Mihaela Martin, Stefan Milenkovich, Jens Peter Maintz, Alban Gerhardt, Tabe Zimmermann y Frans Helmerson, entre otros.
El programa elegido permitirá disfrutar de Sonatas para viola y piano de Brahms y Granados, la Sonata Arpeggione de Schubert y del
estreno absoluto de Blanca luz de azahar, encargo del CNDM al compositor
Mauricio Sotelo.
Hoy también a las 13 horas,
Isabel Villanueva y el compositor
Mauricio Sotelo charlarán en la Universidad Complutense dentro del XI Encuentro “Diálogos con la creación musical: compositores e intérpretes en la UCM”.
Hemos podido también conversar con el compositor Mauricio Sotelo y esto es lo que nos ha comentado:
"En definitiva es una delicia desde el punto de vista musical trabajar con una instrumentista española con ese talento y dedicación."
1. Ruth Prieto: ¿Qué nos puede comentar sobre su última obra Blanca Luz de Azahar que se estrena hoy en el Auditorio Nacional de Música?
Mauricio Sotelo: En la génesis de esta obra está el empeño de la violista Isabel Villanueva en contar para su repertorio con una obra que tuviese un vínculo con el flamenco. Yo hasta ahora no había escrito para viola sola y desde el primer contacto tuve gran interés por su proyecto.
La obra para viola y piano, que hoy se estrena en el Liceo de Cámara del Auditorio Nacional,
recorre un paisaje imaginario compuesto por nueve territorios bien diferenciados:
I. Con fuoco;
II. Tangos;
III. ‘Descensus da inferos' ;
IV. …affretando il camino da luoghi lontani;
V. Cadenza;
VI. Bulería;
VII. Celeste;
VIII. Soleá;
IX. Con fuoco.
Los distintos golpes de arco, de delicado virtuosismo, imprimen aquí el carácter de cada una de las partes, que exigen una atención extrema de todos los sentidos a la vibrante textura rítmica y tímbrica.
Como un guiño a la afirmación que hiciera Isabel de que “a la viola le falta un Paganini o un Paco de Lucía”, hay en el compás 146 una breve referencia, en forma de paráfrasis, a la bulería ‘Jerezana’ del desaparecido maestro de Algeciras.
Es por cierto esta pieza, la ‘bulería’ una suerte de espiral rítmica y constituye un punto culminante en la estructura de la obra, donde se desemboca después de una cadenza, en la que el instrumentista debe desplegar toda su habilidad en el dominio del arco.
El momento más lírico, por así decirlo, lo encontramos después de una transición microtonal – 'Celeste, arco lentissimo’– y es la Soleá. Un perfil melódico compuesto siguiendo la línea imaginaria de una Soleá tradicional, pero de nueva creación. Tiene ésta una resonancia arcaica, pero extraña a la vez, ya que no está construida sobre uno de los modos tradicionales. 'Canto de gemido’ diríamos. La primera de las dos piezas ‘con fuoco’, que inauguran y clausuran nuestra obra, contiene la llave de todo el material rítmico y armónico que se extiende posteriormente a lo largo de toda la pieza. La viola despliega una línea en quintillos que alterna el staccatto y el legato, creando una sensación de extraordinaria viveza rítmica, sobre un ondulante mar de acordes espectrales arpegiados en el piano. La imagen sería la de una lengua de fuego danzando sobre el agua. En la pieza que cierra la obra la misma línea, con distinto ritmo, suena al unísono en los dos instrumentos, generando una tremenda fuerza.
2. R.P.: ¿Cómo ha sido el trabajo con Isabel?
Mauricio Sotelo: Estoy extremadamente satisfecho con el trabajo con Isabel Villanueva. En primer lugar por su disposición, quiero decir que se ha desplazado a Barcelona y a Berlín, donde hemos trabajado intensamente primero la parte de la viola y después, ya en Berlín, junto con el piano. Isabel venía perfectamente preparada. Tiene una técnica extraordinaria, una gran musicalidad y sentido rítmico, y aporta siempre soluciones de una enorme riqueza tímbrica. El sonido es muy particular, ya que toca un instrumento de 1670, un Enricco Catenar. En definitiva es una delicia desde el punto de vista musical trabajar con una instrumentista española con ese talento y dedicación. El trabajo de estos días ha abierto las puertas a futuras colaboraciones y a un proyecto muy especial del que ya os daremos noticia.
Más información en la web del compositor:
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Y en su perfil en nuestra web:
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Fotos de Begoña Rivas