ISSN 2605-2318

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«Viaje circular alrededor de Scelsi»


02/10/2020

Una crítica de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla



SCELSI REVISITED
Pelzel, Roth, Murail, Haas, Sani, Fussenegger, Lévy & Berstad
Klangforum Wien. Pomarico, Edwards, Kalitzke & Cambreling
KAIROS 0015030 KAI


 
 
Hasta comienzos del siglo XXI la obra de Giacinto Scelsi (1905-1988) era casi un objeto de culto. Porque si el compositor italiano ya fue en sí mismo un enigma la posibilidad de acceder a su música era completamente improbable. Entre los aficionados a la música contemporánea se tenía, dadas las circunstancias, en enorme estima tres discos de estética tan escueta y parca como la del músico retratado que editó en los años 90 el sello accord. Contenían su obra sinfónico coral y estaban interpretados por la Orquesta y Coro de la Radio Televisión Polaca de Cracovia bajo la dirección de Jürg Wyttenbach. Todavía hoy, cuando la fonografía scelsiana ha crecido considerablemente, aquellas grabaciones siguen despertando el interés de los coleccionistas y son vistas, de alguna forma, como un punto de partida documental.
            Lentamente la situación fue cambiando y no solo en el ámbito discográfico. En el año 2009 el extinto ciclo madrileño musicadhoy propuso una experiencia absolutamente osada; la de dedicar un ciclo monográfico a Scelsi con el colofón de un concierto en el Auditorio Nacional de Música a cargo de la Orquesta Sinfónica de RTVE a las órdenes de Luca Pfaff (que puede verse aquí). Más recientemente, en 2019 se estrenaba el documental Giacinto Scelsi. The First Movement of the Immovable que dirigió el sobrino del compositor, Sebastiano d'Ayala Valva. "El sonido es fuerza (...) El sonido es el primer movimiento de lo inamovible" escuchamos decir al propio Scelsi a través de una vieja grabación. Un formidable trabajo audiovisual que acerca la figura de este faro solitario de la composición (profesión que él mismo negó reiteradamente ejercer) del siglo XX que asumía como propia la idea de que los artistas son simples conductos a través de los que se comunican los dioses y las musas.
            No obstante sería aventurado asegurar que la música de Scelsi ha alcanzado la notoriedad. No es así y tampoco la acariciará nunca. Si el compositor italiano vivió en reclusión la mayor parte de su vida también parece condenada a hacerlo su propia obra. Obra que, no obstante, sí que ha iniciado un período de reconocimiento en el ámbito de la creación sonora contemporánea; pasando de la consideración de excéntrico a la de nombre fundamental de la vanguardia. Ya es esto mucho más de lo que podíamos haber intuído hace algunas pocas décadas. La grabación, que el sello Kairos presenta en doble cedé, Scelsi Revisited, viene a redundar en lo expresado. Acaso aunque solo sea porque solo se revisita lo que es conocido y/o reconocido. Por encargo del Klangforum Wien ocho compositores se acercaron al imaginario scelsiano desde distintos prismas, ya el minucioso análisis del material que a todos sirvió de fuente (grabaciones inéditas del propio Scelsi tocando la ondiola divulgadas con la aquiescencia de la Fondazione Isabella Scelsi, una modesta institución romana que vela por la difusión del legado del autor), ya la creación artística más libre. En unos casos y otros, anticiparemos, la búsqueda de un sonido único y caudaloso es común; no hay lugar en estas más de dos horas de música para la ruptura con el credo estético del compositor de Aion.

            Los resultados, desiguales en algunos casos, tienen sus mayores cotas de altitud en las aportaciones de dos de los compositores reunidos aquí: Georg Friedrich Haas y Uli Fussenegger. Del primero es Introduktion und Transsonation (2012), partitura para 17 instrumentos y cinta electrónica que parece practicar casi una mímesis con la del propio Scelsi toda vez que en ella resuenan coléricos pasajes que semejan haber sido arrancados de cuajo de las obras orquestales del creador referenciado. Los entramados armónicos de Haas, que no están lejos en ocasiones en resultados sonoros de los de Scelsi, amplifican aquí los ecos de aquel y, a través del componente electrónico, la obra nos guía a través de una música de resonancias graves que constituye, a su vez, un emocionante homenaje y una de las piezas más sobresalientes del extenso catálogo del músico austríaco. Instigador de todo el proyecto el contrabajista y compositor Uli Fussenegger firma con la más amplia pieza de la serie, San Teodoro 8 (en alusión a la calle en la que se encuentra la Fundación Scelsi en Roma), el que quizás sea el acercamiento más radical y libre de todos los concentrados aquí. Fue escrita en 2014 para cuatro instrumentos y cinta y tras escuchar unas 600 horas de grabaciones del propio Scelsi en la ondiola. Fussenegger extrajo alrededor de 80 minutos con los que fue definiendo la primera mitad de su partitura. Así, lo que comienza siendo una reverencial audición de las grabaciones originales, con toda su carga de tecnología low-fi y sin que los músicos hagan acto de presencia, va muy lentamente eclosionando en una obra que progresa parsimoniosamente hacia terrenos que tienen que ver más con la improvisación y por los que serpentea el propio sonido de aquel modesto instrumento electrónico, casi como si fuera una imaginaria reunión en la que el quinto invitado fuera el propio Scelsi.






 
            El resto de las obras mantienen, todas sin excepción, el nivel de atención en la escucha aunque su sentido de homenaje se hace mayor en ellas en detrimento de la voz propia de cada autor. Ragnhild Berstad lo invoca en cardinem (2014) a través de profusos glissandos y deslizamientos armónicos, pero también en su coincidenia creativa con Scelsi de tener la naturaleza como principal motor para el numen. En à tue-tête (2015) Fabien Levy se sirve de nueve músicos del Klangforum con los que busca efectos de espacialización mientras que aplica rigurosas modificaciones armónicas tanteando quizá el característico efecto desestabilizador en la escucha de la música de Scelsi.



 


 
            En Un Sogno (2014), para ensemble y síntesis electrónica, Tristan Murail, que conoció personalmente al inspirador del proyecto, plantea un reconocimiento del compositor de Anahit casi como si se tratara de un pionero de la música por ordenador por cuanto que era en la ondiola donde el compositor preparaba las obras que luego eran transcritas a los pentagramas. Al final, Murail logra construir una evocadora página en la que lo electrónico añade texturas que elevan la escritura instrumental, de una solo aparente simplicidad. Más agresivo se muestra Michael Roth en MOI (2012), obra que se centra en el recuerdo de los pasajes más marmóreos de la música orquestal de Scelsi. En los mismos parámetros parece moverse Sculture di suono (2014), de Michael Pelzel, también él muy influenciado por la audición de las cintas originales que traduce en una composición en la que persigue hacer sonar al Klangforum casi como si de un gran órgano se tratara, centrándose así en las consideraciones más místicas que se han hecho de Scelsi. Finalmente Nicola Sani aporta un breve homenaje a un compositor que, asegura, le inspiró en sus inicios como compositor. Su pieza, Gimme Scelsi, queda en la consideración de eficaz actualización del sonido continuo, tembloroso y ominoso que caracterizó a Scelsi. Las interpretaciones son todas, sin excepción, modélicas, como también lo es la toma de sonido (pese a tratarse de grabaciones en concierto), y el resultado documental fijado en estos dos discos queda como un ambicioso y notable homenaje al alcance solo de un grupo del nivel y el abrigo económico que posee un ensemble de referencia como el Klangforum.

Más información en la web de Kairos

Ismael G. Cabral
Septiembre de 2020
 


 
 
 

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