ISSN 2605-2318

Noticias

«El siglo XXI a solas en las teclas del piano»


23/02/2021

Una crítica de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla.



MARCO STROPPA
Miniature Estrose. Primo Libro (1991-2003; rev. 2009)
Erik Bertsch, piano.


         Acostumbrado el oído contemporáneo a aventuras pianísticas más audaces, objetuales incluso, centradas en la exploración del arpa del piano y del propio instrumento como mueble, hay que acostumbrarse a la propuesta estética de Marco Stroppa (Verona, 1959) en su primer libro de Miniature Estrose. Son las siete piezas que incluye esta colección las que centran un nuevo álbum de Kairos confiado al pianista italiano de origen holandés Erik Bertsch.

            Stroppa es un compositor con una sólida trayectoria a sus espaldas y una filiación musical muy ligada a lo francés; no en vano fue invitado por Pierre Boulez a colaborar en el IRCAM de París, del que acabaría siendo director del departamento de Investigación Musical durante trece años. Su obra, aunque inscrita plenamente en la tradición modernista centroeuropea, no rechaza ni el aplomo estructural ni la tímbrica natural de los instrumentos. Esto es especialmente advertible en una de sus obras más recientes (y notables), Come to play with me (2016-18) para electrónica solista (exactamente, torre de altavoces) y orquesta –estrenada en la edición de 2018 del Donaueschinger Musiktage-. El aparato electrónico de la obra y el trabajo con una orquesta de amplias dimensiones no enturbiaba la discursividad de Stroppa, aplicado a la creación de un sonido reconociblemente sinfónico en juego con una electroacústica muy de laboratorio. Podríamos afirmar, y su serie de Miniature Estrose es buen ejemplo de lo que decimos, que Stroppa se adhiere a una práctica compositiva contemporánea que no quiere ni necesita truncar.

            Todo lo que acaece en este monográfico de piano pasa en las teclas del instrumento. Y hay, en el devenir de unas piezas y otras, esquirlas más directamente boulezianas (Passacaglia canonica, in contrappunto policromatico) y otras en las que los colores de Messiaen parecen restallar en medio del imaginario de Stroppa (Ninnananna). Seguramente una de las obras más felices de este primer libro de Miniaturas (un término de utilización muy relativa, la más breve de las piezas dura 03.41 minutos, la más larga, 13.08) sea Tangata Manu, obra que ha alcanzado cierta difusión. Con anterioridad Florian Hoelscher la registró para Stradivarius y Pierre-Laurent Aimard la ha abordado en numerosos recitales. Tangata Manu (hombre-ave en lengua rapanui) alude a una tradición de los habitantes de la Isla de Pascua. El ritual consistía en una competición anual para obtener el primer huevo de la temporada en el islote de Moto Nui (isla de los Hombres-pájaro) nadar de regreso a Rapa Nui y trepar el acantilado marino hasta el poblado. La ceremonia culminaba con la triunfal investidura del Tangata Manule, sagrado Hombre Pájaro de la Isla de Pascua. La pieza fue escrita para el 70º cumpleaños de Luciano Berio y persigue captar en su desarrollo los diferentes aspectos del vuelo: acústico, estético, físico, mitológico y espiritual.



            Es cuando Stroppa se torna más frío ya desde la denominación (Prologos: Anagnorisis I. Canones diversi ad consequendum) donde la música, siempre rizomática y muy pretendidamente virtuosa, se vuelve también más yerma, con un peso demasiado intenso del estructuralismo de vieja escuela. En todo caso tampoco en estas abandona el italiano el gusto por la resonancia y por el sonido desnudo del piano, encontrando siempre remansos para el apaciguamiento. Puede que, en una tacada, la audición se torne demasiado exigente y, a ratos, uniforme; pero es cosa de aclimatarse a una música en la que adhieren otras tantas del inmediato pasado y que, a la vez, es profundamente personal. La interpretación de Bertsch y la ejemplar toma de sonido ayudan a la conexión.







 
Ismael G. Cabral
Febrero de 2021
 
 
Más información en la web de Kairos

 

Destacamos ...



Este trabajo tiene la licencia CC BY-NC-SA 4.0