ISSN 2605-2318

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«Hyperion de Maderna, un dios fosilizado en el tiempo»


29/11/2022

Una crítica de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla



BRUNO MADERNA
Hyperion
Annette Mariwaether, soprano. Angelo Persichilli, flauta. Augusto Loppi, oboe. Carmelo Bene, recitador. Orchestra Sinfonica e Coro della Rai di Milano. Vittorio Rosetta, director del coro. Marcello Panni, director.


Durante todos los años en los que circuló en España el añorado boletín de Diverdi se difundieron en el mismo, con tan efusivos como profusos prólogos, discos del todavía muy activo sello Testament. Aquellos compactos celebraban la posibilidad de llevar hasta nuestros oídos legendarias grabaciones de históricos directores de orquesta. Viene a esto a colación de un reciente doble álbum que ha puesto en circulación el label italiano Tactus albergando un registro grabado en directo el 16 de octubre de 1981 en el Auditorio Verdi de Milán de la obra Hyperion, (1964) de Bruno Maderna (1920-1973). El oyente afín a la creación contemporánea no está familiarizado con este tipo de trabajos de documentación musical y es en ese contexto donde cabe entender el sentido que guarda un registro cuya audiencia estará compuesta por los más conspicuos aficionados al modernismo de la segunda mitad del siglo XX y por aquellos estudiosos que quieran seguir la trazabilidad de una de las piezas mayores del catálogo del compositor.

Conocíamos la grabación –que, anticipémoslo, sigue siendo referencial- de esta misma obra debida a Peter Eötvös y a las huestes del ASKO Ensemble, publicada en 1993 por Montaigne. Era aquel un registro que, por ascetismo y severidad, ponía en imaginario diálogo la creación de Maderna con el Prometeo de Luigi Nono. Es cierto que la partitura que nos ocupa permite, en cada ejecución, abrir nuevas vías de acercamiento, no en vano el propio compositor tanteó varias posibilidades de engarce de los diferentes capítulos que integran una obra no cerrada como esta. La elección de unas y otras piezas  –algunas de las cuales tienen una existencia autónoma en el catálogo del veneciano- ya confiere una rotunda y atractiva posibilidad de dirigir Hyperion por diferentes, hasta antagónicos, senderos. Frente al idioma alemán impuesto por Eötvös y teatralizado por un circunspecto y apocado Bruno Ganz, en este disco el director Marcello Panni confiere un mayor protagonismo al recitador (en italiano), confiándole una carga textual  mayor, aquí el actor Carmelo Bene.

En esta reconstrucción, hilada en 1979, Panni opta por una versión más teatral y menos monacal que la ideada por Eötvös, también desde luego menos brumosa y aristada. En algunas estancias como Psalm y Klage, el registro de Tactus se desliza hacia lo que podríamos entroncar con el radiodrama, deseando nosotros, como oyentes, hallar un mayor respiro en una música demasiado a menudo ahogada por unos textos que lastran el aire de este Hyperion que, sin embargo, tuvo su razón de ser y es fruto datado de una época concreta.

Es entonces, en la inmersión en ambas audiciones, cuando comprendemos que una realización y otra son perfectamente posibles y responden, con toda seguridad, al deseo de Maderna de conjurar la obra abierta en la que unos pocos vasos comunicantes se encargaran de dotar de autonomía y unidad a un proyecto tan reflexivo como ambicioso. Y no precisamente por su sello de obra mayor acabaría a la postre siéndolo en la perspectiva que ofrece el valioso legado del compositor, donde sobresalen numerosas composiciones orquestales superiores a esta invocación mitológica, como se encargó de demostrarnos durante años, el director Arturo Tamayo en su imbatible colección monográfica de la obra del italiano en el sello NEOS.

Desde su concepción Hyperion causó no pocos quebraderos de cabeza a su autor, organizando y reorganizando en diferentes ocasiones una pieza que convoca una sucesión de fuerzas instrumentales dispares, del dúo para oboe y recitador (Klage) a la orquesta, recitador, coro y oboe (Schicksalslied) y la orquesta en cinta, orquesta en vivo, recitador y musette (Solo). El llamado, bastante discutiblemente, Boulez italiano, aglutina textos de Hölderlin, Auden y García Lorca en un afán de no atar su composición a una época concreta e incluso permitiendo, en una hipotética interpretación actual (¡ojalá!) la inclusión de otros textos que se considerasen hoy día pertinentes.
El sonido de este Hyperion, concluyendo, es notable pese a tratarse de un registro en directo y con más de 40 años a sus espaldas. Hemos de conseguir al principio habituar nuestros oídos al tono, un tanto expresionista debido a una microfonización excesiva del recitador, por otra parte muy del gusto de la época; fervientemente radiofónica.

 



 

Ismael G. Cabral. Noviembre 2022
 
 

Más información en la web de Tactus

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Ismael G. Cabral es periodista musical y musicógrafo. Ha trabajado durante 16 años en la redacción del periódico sevillano El Correo de Andalucía. Actualmente, además de ser funcionario del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, es colaborador especializado en música contemporánea en las revistas El Compositor Habla, Ópera Actual y Scherzo.







 

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