IANNIS XENAKIS
Pléiades. Persephassa.
Les Percussions de Strasbourg
Les Percussions de Strasbourg – PDS121
 

 

Más que de un disco podríamos hablar de la historia de vida de un grupo (Les Percussions de Strasbourg) y de un compositor (Iannis Xenakis, 1922-2001). Un relato que se remonta varias décadas atrás y cuyo punto de partida es el de la propia formación, 1962. En 1979 la ciudad francesa que da nombre y acogida geográfica al grupo encargaría al autor de Jonchaies la elaboración de una gran obra para conjunto de percusión que, tras un intenso trabajo de gestación mano a mano con los instrumentistas, cristalizaría en la forma de la partitura de Pléiades. Siete años después de su alumbramiento sería fijada en disco compacto, en un legendario documento fonográfico –aun en circulación comercial- avalado por Harmonia Mundi.

Hoy, bastantes años después, Les Percussions de Strasbourg ha mudado a todos sus miembros. Y aunque no siempre el conjunto, sometido en los últimos años a múltiples vaivenes presupuestarios y también internos, ha rendido al mismo nivel; con la nómina actual están volviendo a respaldar una trayectoria imponente. En ella, la obra de Xenakis continúa refulgiendo como la mejor carta de presentación de un conjunto que ahora vuelve sobre esta partitura –también sobre Persephassa (1969)- y lo hace envolviendo la presentación en un extenso libro-disco (bilingüe francés/inglés) de esmerado e interesante contenido que festeja los 60 años de Les Percussions.
 

Con Pléiades Xenakis reintroducía de una forma incluso catártica, provocativa, el ritmo, esa variable, si no desterrada de la contemporaneidad, sí de difícil abordaje por muchos compositores de la segunda mitad del siglo XX. Hay en esta obra, y en Persephassa, muchas de las constantes xenakianas, desde luego un uso masivo de la rítmica, una búsqueda incesante de timbres insospechados, una idea casi coreográfica de la interpretación y una obsesiva indagación por las posibilidades que ofrecía la espacialización.

La calidad de la edición sonora  de este álbum es imponente hasta lo apabullante y, preferiblemente, con el uso de buenos auriculares es fácil que nos sintamos envueltos por este remolino de percusiones como si estuviéramos en el centro del Théatre de Hautepierre donde tuvieron lugar las sesiones de grabación. Aunque existen valiosas aportaciones en la discografía e incluso si tomamos en consideración que estos integrantes, por juventud, están lejos de quienes los precedieron en el mano a mano con Xenakis, hay en esta versión un tono canónico, autoconsciente de haber escrito (grupo y creador) un capítulo fundamental de la historia de la música contemporánea.
 

No es menos cierto que, aunque la grabación primigenia de la primera formación no ha quedado en absoluto invalidada, las técnicas de registro pero también las estrictamente instrumentales han crecido exponencialmente. Como también hay cuestiones de perfeccionamiento puramente organológicas. Desde 2021, Les Percussions de Strasbourg tocan la cuarta versión del instrumento diseñado por Paul Gueib, quien ha mejorado el chasis permitiendo técnicas de ejecución más variadas (nos referimos al denominado sixxen, 19 placas metálicas de diferentes tonos que no están afinadas en ninguna escala diatónica o cromática). En la comparación entre una versión (la de 1986 y esta de 2021) apreciamos como en la más reciente la riqueza textural (en cuanto a resonancia, especialmente, pero también destaca una rudeza menor) ha aumentado, si bien –y esto es más advertible en la escucha de Persephassa- se ha perdido algo del sentido de radicalidad en la exposición, ganando por el contrario en términos de envergadura dramática.

Entre la obra política, “en el sentido de asamblea, con discursos y debates acalorados” (Florent Jodelet) y la concepción paisajística, “la obra es como contemplar seis estrellas deambulando por una galaxia” (Hsian-Hsuan Wu), la música de Xenakis, recogida en este álbum, continúa apelando a nuevas generaciones de músicos que se acercan a estas obras como si hubieran sido concebidas hoy mismo; ojalá también lleguen estas piezas a oídos que las descubran con asombro por primera vez.