ISSN 2605-2318

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«Aforismos escritos en el aire»


19/02/2023

Una crítica de Paco Yáñez para El Compositor Habla



GYÖRGY KURTÁG: Jelenetek op. 39; Jelek, játékok és üzenetek; Bagatellek op. 14/d. Alessandra Rombolà, flautas. Håkon Thelin, contrabajo. Benedetto Boccuzzi, piano. Paolo Leonardi, voz. Michael Hartung y Frida Blomberg Håvardstun, ingenieros de sonido. Un CD DDD de 57:59 minutos de duración grabado en el Propeller Studio de Oslo (Noruega), en noviembre de 2021 y junio de 2022. Stradivarius STR 37228.




El pasado 7 de octubre nos acercamos en El Compositor Habla a la obra camerística del compositor húngaro Márton Illés, por medio del que fue su primer monográfico en el sello Kairos, destacando entonces en su música lo que calificamos de «plenitud de la herencia magiar»; una impronta en la que habíamos identificado, en piezas como Psychogram I "Jajgatós" (2013, rev. 2016), influencias de grandes maestros húngaros contemporáneos, como György Kurtág.
 
Pues bien, remontando el curso de la historia y retrocediendo eslabones en la cadena de influencias que conforman la riquísima música húngara de los siglos XX y XXI, alcanzamos hoy al propio Kurtág, convertido en uno de los decanos de la composición europea, tras el reciente fallecimiento de Friedrich Cerha, el pasado 14 de febrero. Si Cerha había nacido el 17 de febrero de 1926; György Kurtág lo hizo en la localidad húngara (hoy, rumana) de Lugoj, tan sólo dos días más tarde, por lo cual esta reseña discográfica nos sirve hoy, 19 de febrero, para celebrar los 97 años de un Kurtág que sigue en activo como compositor, así como guiando a aquellos intérpretes que a Budapest se acercan para trabajar con él sus partituras: un proceso que, como cualquiera que haya visto en directo sus ensayos sabe, es laborioso y de un perfeccionismo a los más altos niveles de exigencia.
 
Buscando tal grado de compromiso artístico, la flautista italiana Alessandra Rombolà se desplazó a Hungría para pulir su interpretación de las partituras kurtagianas con el compositor: proceso cuyos resultados ha plasmado Rombolà en un estupendo disco del sello Stradivarius en el que se recogen tres obras de György Kurtág con diversas formaciones (o variantes) instrumentales, compartiendo todas ellas la presencia de la flauta, así como a Alessandra Rombolà como protagonista.
 
No es la flauta un instrumento que, como solista, tenga un peso en el catálogo de György Kurtág tan importante como el piano o la viola, por lo que entramos en el terreno de las rarezas discográficas, además de en la importancia de que registros como éste cubran los ya pocos huecos que silentes restan en la fonografía del húngaro, aunque no se trate de sus obras más relevantes y lejos estén de los logros alcanzados en piezas coetáneas como Hommage à Mihály András. 12 Mikroludien für Streichquartett op. 13 (1977-78), Grabstein für Stephan op. 15c (1978-79, rev. 1989), Omaggio a Luigi Nono op. 16 (1979-81) o Послания покойной Р. В. Трусовой op. 17 (Mensajes de la difunta R. V. Trusova, 1976-80), por citar algunas de sus obras maestras compuestas a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta.
 
Siguiendo un orden cronológico, la primera partitura reunida en este compacto (aunque se trata de la que cierra el disco) sería Bagatellek op. 14/d (1981-82), un conjunto de seis piezas para flauta, contrabajo y piano en las que reconoceremos más propiamente a Kurtág que en las obras escritas sólo para flauta; en buena medida, por la presencia del piano, así como por esos constructos armónicos, rítmicamente entrecortados, tan idiosincrásicos del compositor magiar, con ecos del habla y del canto. Por otra parte, la memoria también ayudará a que estas Bagatelas resuenen en nosotros, como ecos del propio Kurtág, ya que estamos ante reconstrucciones de los Játékok (1973, en progreso), aquí ampliados desde el piano original a trío. Como es habitual en el conjunto de los Játékok, se establecen en estas seis piezas toda una serie de diálogos históricos que van de Johann Sebastian Bach a Béla Bartók, pasando por Claude Debussy e incorporando ecos de partituras pretéritas de György Kurtág, como sus Bornemisza Péter mondásai op. 7 (1963-68, rev. 1976). Ciclo de más acusada vivacidad, estas Bagatellek permiten a Alessandra Rombolà, flauta; Håkon Thelin, contrabajo; y Benedetto Boccuzzi, piano, un mayor juego de contrastes y colores, más expresividad y aceramiento en lo técnico, marcando el punto álgido del disco a nivel compositivo e interpretativo, con un gran entendimiento entre los músicos y un deje teatral que, con tintes de un expresionismo implosionado, da buena fe del lenguaje genuinamente kurtagiano.
 
Si Játékok es el gran ciclo para piano de György Kurtág que, desde los años setenta del pasado siglo, sigue en progreso aún en nuestros días, Jelek, játékok és üzenetek (más conocido internacionalmente por su traducción al inglés como Signs, Games and Messages) es el ciclo que, desde el año 1989, a más combinaciones instrumentales ha dado lugar dentro de su catálogo, algo de lo que Alessandra Rombolà nos deja una buena muestra; en primer lugar, con una selección de cinco piezas en versiones para flauta(s), piano y voz (en diversas combinaciones); después, con seis partituras para flauta sola.
 
Las piezas camerísticas se construyen a modo de diario, escritas con mínimos intervalos y una gran delicadeza, en línea con el Kurtág más personal, así como con sus diálogos con aquéllos que lo acompañaron o admiró a lo largo de su vida, incluyendo las estelas musicales que los honran tras su muerte, como aquí escuchamos en la brevísima Épitaphe, compuesta para dos flautas en memoria de la escultora francesa Simone Boisecq, pieza en la que el tenebrismo kurtagiano de años precedentes se torna más lírico, con una muerte abrazada con mayor luminosidad y benevolencia. A ello se asoman ecos de la música popular húngara que ya habían estado fuertemente presentes en las Bagatellek y que, como señala Candida Felici en sus muy documentadas notas para esta edición, establecen los patrones rítmicos con los que, creando simetrías, juega György Kurtág. Los primeros cinco Jelek, játékok és üzenetek aquí recogidos concluyen con la presencia de la voz, la de Paolo Leonardi, que hace música de las palabras de Samuel Beckett en Fin de partie (1957). La del escritor irlandés es una de las querencias literarias mayores de György Kurtág, si bien aquí es tratado con mayor delicadeza y línea melódica que en otras de sus más oscuras piezas beckettianas, dialogando con una flauta baja con la que comparte rangos armónicos e intervalos; ambos, en un ambiente suspendido y mistérico, en esa tensa espera característica del texto del que esta partitura, Joli oiseau – en pantomime, se nutre.
 
El segundo bloque de Jelek, játékok és üzenetek vuelve a dialogar con Bach, así como con Arthur Rimbaud, Pierre Boulez, Ursula Holliger o con el propio Kurtág, pues de la segunda de las seis Bagatellek proviene el material que la flauta (ahora, solista) expone en Hommage à J.S.B. De nuevo, estamos ante piezas arquetípicas del laconismo kurtagiano, ante esa variante húngara del aforismo weberniano, como Ligeti definió en su día a su compatriota, amigo y tocayo. Aquí, la escritura se amolda de forma más precisa a las características de la flauta, con un carácter melódico y ondulante, como en Doloroso; jugando con el ataque y la subsiguiente expansión del aire (incluyendo lejanos ecos del shakuhachi nipón), como escuchamos en Jauchzet undfrohlocket! Auf! Schwung!
 
Esa composición más pensada y centrada en las posibilidades de la flauta se vuelve a evidenciar en ...après une lecture de Rimbaud..., con un frullato que remeda el silabeo dispuesto por Kurtág en su partitura como correlato del pulso rítmico del poema del escritor francés en el que se basa esta pieza. Más contemplativos son los últimos Jelek, játékok és üzenetek aquí recogidos, con sus saludos a Pierre Boulez (por su octogésimo aniversario, en 2005) y Ursula Holliger: música serena, de mínimos intervalos y lapsos de silencio progresivamente mayores, en ...ein Brief aus der Ferne an Ursula..., mostrando la enorme importancia del silencio en la música de György Kurtág: diálogo y tensión perfectamente expuestos por Alessandra Rombolà, que concluye con magisterio estos Signos, Juegos y Mensajes para flauta sola, tan delicados y susurrantes: puros aforismos escritos en el aire.
 
Aunque se trate del ciclo que abra el disco, si proseguimos nuestro recorrido cronológico, éste se cerraría con Jelenetek op. 39, partitura para flauta de arranque aún más lírico y melódico, compuesta en 1997, aunque no estrenada hasta 2016, con motivo del nonagésimo cumpleaños de György Kurtág. Tal y como Candida Felici apunta en sus notas, se trata de un ciclo que, al contrario que otros kurtagianos, ha de ser interpretado de forma conjunta, en la integridad de sus nueve piezas, así como en el orden dado por el compositor. Estaríamos, según Felici, ante una reformulación de toda una serie de gestos arquetípicos del vocabulario musical kurtagiano; de nuevo, en el terreno del aforismo, aunque las duraciones son, en este ciclo, más variables, yendo de los tan sólo 38 segundos de Vadul és szenvedélyesen a los 3:10 minutos de ...előkészületek, kísérletek egy örökmozgó létrehozására...
 
Si la primera pieza, Ballada, se muestra ―fiel a su título― tan melódica que hasta se nos hará extraña como partitura de György Kurtág, en la tercera, ...előkészületek, kísérletek egy örökmozgó létrehozására..., escuchamos ya una alternancia de flauta y voz que ensaya la posibilidad de un perpetuum mobile con su febril dinamismo en las microescalas de la flauta intercaladas con los recitados de Alessandra Rombolà; todo ello, con un innegable toque de humor, como bien señala Candida Felici. En todo caso, predomina en este ciclo un ambiente melancólico, hasta ese epílogo final a modo de ...rêveries d'un promeneur solitaire..., al punto de que nos costará reconocer a György Kurtág en estas piezas, teniendo que regresar al comienzo de esta reseña (o al final del disco) para encontrarnos, en Bagatellek, con lo que diría más sustancial del mismo.
 
Las interpretaciones de los tres ciclos aquí recogidos me han parecido muy notables, ya en las piezas solistas, ya en las camerísticas. En el caso de las partituras para dos o tres flautas del ciclo Jelek, játékok és üzenetek, hay que señalar que es la propia Alessandra Rombolà quien se hace cargo de todas las voces, por medio de tomas independientes después mezcladas, aunque en ningún caso se percibirá tal montaje, pudiéndose pensar que la interpretación ha sido efectuada por varios músicos a dúo o trío. La sonoridad de las flautas de Alessandra Rombolà es, asimismo, muy hermosa, con un timbre luminoso en el registro agudo y una cavernosa resonancia en piezas con flauta baja, como Joli oiseau, cuya honda y mistérica belleza nos hace añorar más obras escritas para dicho instrumento en este compacto.
 
Las tomas de sonido son, igualmente, muy notables, registradas todas ellas en el Propeller Studio de Oslo, con gran presencia de los instrumentos y una grabación muy inmersiva. Por lo que a la edición del libreto se refiere, ésta presenta las ya varias veces citadas notas a cargo de Candida Felici, fotografías de los intérpretes y biografías, redondeando un compacto que nos ayuda a completar la discografía de uno de los compositores más importantes de nuestro tiempo, de un György Kurtág del que, como hoy con este nuevo compacto, esperamos seguir celebrando muchos más de sus futuros cumpleaños.
 


 
Más información en la página web del sello Stradivarius

 
© Paco Yáñez, febrero de 2023


Paco Yáñez, Santiago de Compostela, 1974, desarrolla su actividad creativa en la intersección y diálogo de diversos lenguajes artísticos; destacadamente, la fotografía, la música, el cine y la literatura. Tal es el camino recorrido por sus dos novelas hasta ahora publicadas: ...distancias... (Baía Edicións, 2008) y contra(de)cadencia (Laiovento, 2014; EdictOràlia, 2021), así como por sus ensayos, entrevistas y críticas musicales, publicados en ocho idiomas en medios especializados de América y Europa, así como sus notas para conciertos y discos. Diversos compositores han creado obras musicales inspiradas en sus fotografías y textos poéticos, diálogos interdisciplinarios que articulan toda su creación.
Ha pronunciado conferencias en conservatorios, auditorios y espacios culturales, como la Universidad de Santiago de Compostela, el Auditorio de Galicia, el MARCO de Vigo, la Fundación Luis Seoane, o el Centro Gallego de Arte Contemporánea.
Sus fotografías han sido exhibidas y publicadas en exposiciones, catálogos y revistas de arte y música, tanto en España como en el extranjero, incluyendo instituciones y medios especializados como la revista Sibila, la revista del CGAC, Ricordi, etc.  
En el terreno cinematográfico, ha colaborado en la realización de los documentales Correspondencias sonoras (2013) y Enrique X. Macías. A lira do deserto (2020), obras de Manuel del Río. 
Paco Yáñez es colaborador de El Compositor Habla

Más información en el canal de YouTube de Paco Yáñez

 
 

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