LUDGER BRÜMMER
Spheres of Resonance
Obras electroacústicas
Wergo 2077 2. 2022.
 

 

Cuando apenas lleva unos meses en circulación el doble álbum Spheres of Resonance (1997-2020), dedicado a la obra electroacústica del compositor alemán Ludger Brümmer (1958) el sello Wergo ya ha lanzado otro doble cedé, Sonic Patterns, centrado en la música con dispositivo de live electronics del mismo autor. En todo caso hemos de congratularnos ante la resurrección de la colección que el legendario sello discográfico mantiene en colaboración con el Zentrum für Kunst und Medien Karlsruhe (ZKM), en la que pueden adquirirse interesantes referencias centradas en las obras de música digital y/o mixta con medios electrónicos de compositores como Karlheinz Stockhausen, Valerio Sannicandro y Curtis Roads, entre otros.
 

Parece del todo lógico que un creador como Brümmer sea detalladamente radiografiado en esta serie toda vez que él mismo es profesor en el ZKM del Hertz-Lab, además de miembro de la reconocida Academia de las Artes de Berlín. Y aunque su trabajo lleve años centrado en modelos matemáticos de fractales y en “autómatas celulares” (según puede leerse en su nota biográfica) en el trasvase de todo este armazón teórico a sonido, su obra destila comúnmente una especial atención a la síntesis granular, y en todas las piezas recogidas en el disco que centra estas líneas hay buena muestra de ello.

A Brümmer le cautiva el sonido, trabajado y posteriormente contemplado desde una óptica diríamos artesanal, por ello logra los mejores resultados en las piezas extensas, en donde se nos permite una cierta noción de habitabilidad, de ensimismamiento temporal. Su música se sitúa en el extremo contrario tanto de quienes practican una electroacústica tendente a la saturación tímbrica como de los creadores que sucumben a un gusto descriptivo / paisajístico; en todo caso su obra –en ciertos aspectos francamente germana- pertenece a una esfera estética diferente de la que practican los compositores de la escuela canadiense (reunidos en torno al sello empreintes digitales) y de la (plural) escuela/herencia francesa (Pierre Henry y sus infinitas consecuencias).

Una pieza como Cellularion, o la extensa página que da título al álbum, Spheres of Resonance, posicionan a Brümmer en un clarísimo marco musical de raigambre académica. La manera de organizar el material, con una intención, si no narrativa, sí con evidente afán dramático, tampoco conecta con las derivadas del -por otra parte inestable término- arte sonoro. En ambas el alemán explora y se deleita ante la tímbrica, de manera mesurada, y se apresta a generar estructuras sónicas muy estables dentro de las que esculpe micro estructuras más volátiles posibilitando así jugosas discontinuidades. Hay, no lo negaremos y no se interprete con intención peyorativa, cierto cariño en manera de recuerdo a lo que entendemos aproximadamente como música de planetario, por otra parte casi siempre presente en tantas obras de síntesis granular. Sucede así en Lizard Point (con préstamos de Ravel) y, en menor medida, en la más extraña Carlo, cuyo material deriva de una composición de Gesualdo da Venosa. La música original se expone, se volatiliza en células irreconocibles y se vuelve a armar desde otra perspectiva en el tramo final.
 

La maestría con la que Brümmer maneja el material llega a ser abrumadora y una escucha con auriculares de este CD supone una experiencia auditiva mucho más accesible y evocadora de lo que, desde luego, presagian algunos de los textos introductorios. El interés por moldear un material antiguo (bien a través del préstamo de compositores pretéritos, bien tomando sonoridades desusadas) se retoma en Glasharfe, experimento cromático digital a partir del timbre del arpa de cristal. Dedicada a François Bayle, Gestalt no solo se acerca al sonido acusmático del homenajeado también se emparenta con Stockhausen, en esta ocasión los componentes que integran la pieza, aunque enteramente electrónicos, parecen amasarse como si fueran pastas de sonido instrumental.

Ismael G. Cabral. Marzo 2023