Quizás podríamos, una vez más, reflexionar sobre la importancia de programar, grabar y difundir obras de compositoras contemporáneas. Existen numerosas razones para ello y podríamos señalar la necesidad de garantizar la diversidad en la representación. Ya esto sería mucho, pero nos gustaría recordar que la música, como expresión cultural y artística, refleja la multiplicidad de experiencias humanas, que van más allá de la perspectiva masculina. Al resaltar y promover el trabajo de compositoras actuales, se amplía la representación en la industria musical, otorgando voz a perspectivas y vivencias que frecuentemente son pasadas por alto o ignoradas, y que sin embargo poseen un valor incalculable. A lo largo de la historia, la música clásica y contemporánea ha estado mayormente dominada por compositores, relegando el talento y la creatividad de las mujeres en este ámbito. Por tanto, la programación, grabación y difusión de obras de compositoras contemporáneas contribuye a subsanar este desequilibrio y a fomentar la diversidad y la representación en el panorama musical actual

Otro motivo crucial es impulsar la igualdad de género en la industria musical, la cual, al igual que numerosos sectores, ha estado históricamente dominada por hombres. Al programar, grabar y difundir el trabajo de compositoras contemporáneas, se fomenta la equidad de género en el ámbito musical, brindando visibilidad y reconocimiento a mujeres que han contribuido significativamente en este campo durante mucho tiempo. Estas mujeres han realizado aportes esenciales que no deben pasarse por alto, y su inclusión en programas de conciertos y emisoras de radio contribuye tanto a la ampliación del repertorio como a enriquecer la experiencia musical de los oyentes. De esta manera, no solo se diversifica el catálogo musical disponible, sino que también se ofrece una experiencia auditiva más variada y enriquecedora.

Es importante también el estímulo a la creatividad y la innovación, la diversidad de voces en la música promueve la creatividad y la innovación. Al exponer al público a una variedad de enfoques y visiones musicales, se fomenta un ambiente en el que los artistas pueden experimentar y explorar nuevas ideas, contribuyendo así al desarrollo continuo de la música como forma de arte y medio de expresión.

No me cansaré de recrodar que es importante reevaluar la historia de la música, la programación y difusión de compositoras actuales también invita a una reevaluación de la historia de la música, cuestionando los sesgos y prejuicios que han marginado a las compositoras en el pasado y reconociendo su importancia y contribuciones. El Auditori, al menos, lo está intentando. Amanece que no es poco.