Ricardo Llorca obtiene el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid
27/09/2024
El compositor, galardonado en la categoría de Música Clásica, reside entre Nueva York y Alicante
El compositor Ricardo Llorca ha recibido el pasado 13 de septiembre el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en su categoría de Música Clásica, en la XXII convocatoria de los Premios de Cultura. Estos premios, que carecen de dotación económica, tienen como finalidad el reconocimiento de la trayectoria de los premiados o su labor extraordinaria en el año anterior a la convocatoria de los mismos. El premio reconoce la labor del compositor español, que también tiene la nacionalidad estadounidense, y que desde 2008 ha sido compositor para The Manhattan Choral Ensemble. Su trabajo incluye óperas como
Las horas vacías y
Tres Sombreros de copa. Llorca, que en la actualidad reside y trabaja entre Alicante y Nueva York. El Premio de la Cultura de la Comunidad de Madrid, en su apartado Música Clásica, premia la trayectoria
«de un compositor cuya música podemos calificar de actual y rigurosa, pero también emocional y muy real».
Afincado en Nueva York pero con la maleta siempre hecha, ha sido profesor de la prestigiosa The Juilliard School durante 30 años. Ricardo Llorca (Alicante 1958) estudió con algunos de los compositores norteamericanos más relevantes del siglo XX como John Corigliano, David Diamond, Milton Babbit, Tania León y John Adams. Pero lejos de tendencias musicales y modas él tiene su propio estilo, muy distintivo.
Con una gran curiosidad por el arte de su tiempo, también es compositor residente de The New York Opera Society y de la compañía neoyorquina de danza contemporánea Sensedance y está absolutamente al día de todo lo que pasa y de la actualidad musical.
Persona crítica y en ocasiones demasiado sincero; tenaz, poco dogmático, lleno de optimismo y curiosidad. Sus amigos me comentan que tiene una energía inagotable y que es hiperactivo, un hombre al que le da tiempo a todo, un trabajador incansable. Le gusta mucho hacer ejercicio, sobre todo esquiar, deporte que lleva practicando desde sus años de adolescencia en Madrid. Y siguiendo una vieja tradición familiar en donde la gastronomía es muy importante, Llorca es también un experto en la cocina tradicional española.
Su música está llena de intuición pero al mismo tiempo es un hombre muy pragmático y un gran orquestador. No para de componer y de estrenar, sobre todo en Estados Unidos, donde ha sido nominado en varias ocasiones a prestigiosos premios. Sin embargo de todos sus estrenos él se queda con el realizado en su pueblo en Alicante por la propia gente del lugar.
Le encanta el barullo frenético de New York, pero por otro lado me dice que: “me retiré a las montañas de Saratoga para poder escribir allí mi concierto de piano en total silencio y sin que nada ni nadie me molestaran”.
Cuando le pregunto por el arte contemporáneo nos comenta que:
“El arte contemporáneo representa una honesta imagen de la época descentrada e indefinida en que vivimos y está representado por la existencia simultánea de estilos muy diversos. No hay duda de que la cultura contemporánea actual refleja fielmente el carácter fragmentario del mundo en el que se desarrolla”.
Y sobre su música me explica que le gusta:
“Revisar el pasado y volver a trabajar sobre las estructuras y sobre los conceptos clásicos (horizontales y verticales) de la música, retomando el concepto de expresividad según los modelos tradicionales”
Su relación profesional con España se ha intensificado en los últimos años. En 2019 estrenó Tres sombreros de copa en el Teatro de la Zarzuela, y en 2021 la ópera Las horas vacías en Teatros del Canal, en coproducción con el Teatro Real.
Además, en 2023 la catedral de Santiago de Compostela acogió su oratorio Oficio de caminantes, y en 2024 estrenó en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia Cantar de Batre.
La foto de Ricardo LLorca es de
Hiroyuki Hito y ha sido facilitada por Ricardo LLorca.
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ECH Ricardo LLorca