«Al público hay que darle la oportunidad de disfrutar de diferentes estéticas musicales» Inés Badalo
12/03/2025
Una entrevista de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla
La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias celebró, el pasado mes de febrero, uno de los conciertos que, sin querer ser maximalista en la afirmación, fácilmente puede ser considerado uno de los más relevantes de su historia reciente. Realizar un encargo y dar a luz nueva música siempre es un acontecimiento en una temporada de abono de una orquesta española (no debería ser algo extraordinario, pero lo es). Más importancia cobra el asunto si la obra que se alumbra es una pieza de dimensiones importantes como Zafre, concierto para piano y orquesta de Inés Badalo (Olivenza, Badajoz, 1989). Presentada con la participación del pianista, especializado en música actual, Alberto Rosado, esta partitura sirve de punto de partida para la conversación con una de las compositoras españolas (o en una doble proyección europea, también portuguesa, atendiendo a su doble nacionalidad) de mayor interés en la escena de la música contemporánea de hoy.
1. Ismael G. Cabral: ¿Por qué Zafre como título para su concierto para piano y orquesta?
Inés Badalo: El término “zafre” se define como una mezcla química, concretamente óxido de cobalto mezclado con cuarzo, empleada para teñir de color azul la cerámica y el vidrio. Desde siempre me ha atraído la idea de trasladar al sonido conceptos relacionados con la química, como el óxido, o el vidrio. Fruto de ello compuse anteriormente obras como Rust (término inglés que significa óxido), donde plasmé la idea de corrosión mediante el sonido metálico y su transformación a través del proceso de la oxidación. También Glass landscapes, en la que un percusionista interpreta la obra únicamente con objetos de vidrio; la fragilidad del propio material y la limitación de su rango dinámico, hacen que no sea una obra fácil de interpretar, pero es realmente interesante escuchar cómo se pueden superponer diversas capas sonoras provenientes de un mismo material, generando un tapiz cristalino a través de diversos objetos que forman parte de nuestra cotidianidad.
También conceptualmente relacionada con el origen de la química compuse Khemia, obra sinfónica en la que realizo un tratamiento de la orquesta mediante el cual plasmo la transmutación del sonido a través de la génesis de diversos timbres. Estos, se van desgranando, dando origen a esbozos cuya suma y fusión da lugar a distintos órdenes sonoros de diferente complejidad. En síntesis, Zafre proviene de todas estas obras, aunque no literalmente, sino que constituyen un punto de partida. El piano es explorado en toda su dimensión, tanto en el teclado como en el interior del instrumento. El solista por momentos se une a la textura global, fundiéndose con ella, y en otros destaca sobre ella, a modo de relieves, en similitud con ciertas técnicas pictóricas.
2. I.G.Cabral: Desde los Conciertos para piano de Cristóbal Halffter y Luis de Pablo a los más recientes de José Manuel López López o Piscis, de Gabriel Erkoreka. Sin salirnos de la literatura concertante para piano y orquesta, ¿cuáles son las obras que más le interesan en este ámbito? ¿Ha tenido algún modelo o referencia?
Inés Badalo: No he tenido un modelo o referencia concreto a la hora de escribir Zafre, aunque lógicamente hay compositoras y compositores con los que me puedo identificar más, estéticamente hablando. Me gusta conocer la pluralidad de lenguajes y he escuchado numerosos conciertos para piano, como los que mencionas, u otros como el de Rebecca Saunders, Peter Eötvös o Liza Lim.
3. I.G.Cabral: ¿Cuáles son las principales dificultades que, a nivel técnico, ha supuesto la obra para el solista, también para la orquesta?
Inés Badalo: En relación a la orquesta diría que el uso de técnicas extendidas, me gusta trabajar con ellas y no siempre todos los músicos están familiarizados con las mismas, pero tampoco puedo renunciar a utilizarlas porque forman parte intrínseca de mi lenguaje. El pianista tiene pasajes que son complicados técnicamente, también tiene que estar pendiente de cuándo tocar dentro del piano o sobre las teclas, utilizar objetos, preparar el piano, etc, aunque Alberto Rosado es un gran conocedor de la música contemporánea y me alegra enormemente que la parte solista haya estado en sus manos.
4. I.G.Cabral: Teniendo en cuenta que su reciente estreno absoluto ha tenido lugar con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), ¿ha tenido que perfilar/limar ciertas características de su lenguaje para hacerlo más asequible a profesores y público?
Inés Badalo: Ciertamente, cuando compongo siempre tengo en cuenta a los intérpretes a los que va dirigida la obra. Partiendo de que la OSPA es una gran orquesta, no es lo mismo escribir para un intérprete o ensemble especializado en música de nueva creación que para una orquesta sinfónica. Aunque existen orquestas muy familiarizadas con las estéticas más vanguardistas, es más habitual encontrarnos ante agrupaciones más focalizadas en el repertorio tradicional, lógicamente también hay que tener en cuenta que sus numerosos integrantes tienen diferentes gustos y especializaciones musicales; por tanto, cuando escribo para orquesta suelo ser más cauta, aunque siempre fiel a mi lenguaje. Por otro lado, es en la parte del solista donde no he puesto límites a la imaginación, pues Alberto Rosado es un gran pianista experto en el lenguaje contemporáneo.
Respecto al público, considero que hay que darle la oportunidad de disfrutar de diferentes estéticas musicales. Las distintas experiencias me van demostrando que no es necesario que sean expertos o estén familiarizados con mi lenguaje, simplemente tienen que tener la mente abierta a nuevas sonoridades y dejarse llevar por la música; evidentemente para gustos los colores, pero suelo recibir aportaciones muy enriquecedoras de públicos muy diferentes, es curioso y emocionante a partes iguales.
5. I.G.Cabral: La propia asunción de la idea de "concierto" ya conlleva una herencia clásica en sí misma. ¿Le ha interesado mantener esa relación solista/orquesta o ha trabajado en algún tipo de abolición de la propia forma?
Inés Badalo: No he estructurado Zafre con la misma organización del material compositivo que nos encontramos en un concierto clásico. A lo largo de la obra, el piano no siempre tiene la función de solista destacado, en el sentido de que en algunos pasajes forma parte del todo orquestal, integrado como un estrato sonoro más en una textura determinada; a su vez, en otros pasajes sí destaca sobre el conjunto, además también encontramos una cadencia a modo de soliloquio. La parte del piano se puede definir como una voz incorpórea, donde se producen giros melódicos rápidos, con predominio de glissandi y clusters, en unas ocasiones de manera impulsiva y persistente, y en otras con un estatismo evidente que funciona a modo de resonancia de lo anterior, de carácter reflexivo.
6. I.G.Cabral: ¿Cómo se relaciona la nueva obra, si es que lo hace en algún sentido, con las otras dos páginas orquestales que tiene en catálogo: Entropía y Khemia?
Inés Badalo: Entropía es una obra del 2017 y Khemia del 2023, esta última, al ser la más cercana en el tiempo, es con la que más me identifico; y sí que puede haber elementos comunes, como comenté anteriormente. En ambas, al igual que en Zafre y en muchas de mis obras, especialmente cuando escribo para grandes formaciones, me gusta explorar a nivel textural; trabajar a través de gestos y trazos, que van tejiendo una red sonora donde el material, mediante procesos de estratificación, crea estructuras dúctiles, cuyos timbres modulan o se transforman progresivamente. Siempre me ha fascinado el timbre, la maleabilidad del sonido, y las múltiples opciones existentes para fundir los sonidos a través de un proceso de síntesis, generando uno nuevo o diferente a partir de la suma de varios.
7. I.G.Cabral: Recientemente ha escrito piezas de carácter didáctico (Gamas & Estrellasfugaces). ¿Qué papel concede a lo formativo en su quehacer como compositora?
Inés Badalo: Considero de vital importancia que los estudiantes más jóvenes descubran la música de nueva creación, entren en contacto con el lenguaje actual, y además tengan referentes femeninos dentro del mundo de la composición, ellos serán nuestro público, intérpretes y compositores de un futuro no tan lejano. En mi experiencia, no tienen prejuicios a la hora de acercarse a la música contemporánea, la música de su tiempo, y surgen vivencias muy enriquecedoras; siempre que mi actividad me lo permite participo de este tipo de proyectos cuando se me solicita. He colaborado con iniciativas muy interesantes como el Proyecto Piano Joven de Ignacio Torner, o Why not? del Departamento de Piano del Conservatorio Juan Vázquez de Badajoz, para cuya aula de contrabajo ya compuse la obra Crisálidas durante el confinamiento, participando con ellos en el proyecto De casa para um mundo… de la XXI Bienal Internacional de Arte de Cerveira (Portugal).
8. I.G.Cabral: Dejo para el final una cuestión que ojalá pronto no tenga sentido ni plantear. ¿Ha llegado el momento en el que una compositora -en España- no tiene por qué reivindicarse por su género, solo por su trabajo?
Inés Badalo: Quizás en España nos tengamos que reivindicar en más de una vertiente, principalmente la de los compositores en general sean del género que sean, y con compositores me refiero a artistas con formación, fundamento, originalidad, predicamento y reflexión en su obra; a partir de ahí, si observamos las estadísticas, estas nos dirán que aún es pronto. Afortunadamente, en mi caso, me voy encontrando muchas y bellísimas personas a lo largo del camino, compañeros, gestores culturales, intérpretes, directores…, personas a las que solo puedo dedicar palabras de agradecimiento.