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Enjambres magnéticos y trompetas galácticas, Plural Ensemble en el CNDM

02/03/2023

Una crítica de Ismael G.Cabral para El Compositor Habla

Madrid. Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. 27-2-2023. A. Alsina: Errant swarm (estreno absoluto, encargo del CNDM). F. Panisello: Meister Eckhart: Mystical song. D. Moliner: Un magnetar… Magnetische Episoden (estreno absoluto, encargo del CNDM). J. Widmann: Labyrinth IV. Anna Davidson, soprano. Jörg Widmann, clarinete. David Moliner, percusión. Ariadna Alsina, electrónica. Plural Ensemble. Fabián Panisello, director. Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM).



Ambicioso y variado programa el que presentó este pasado lunes el conjunto Plural Ensemble en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía. Comenzando con la obra de Ariadna Alsina (1980), Errant swarm, para nueve instrumentos y electrónica en vivo, que llegaba en forma de estreno absoluto y encargo del CNDM. Un acercamiento muy libre a la idea biológica, también plástica, del enjambre, que origina una pieza de concisa duración pero ejemplarmente planteada. En su audición cobró una especial relevancia el aparato electroacústico de la misma sin que por ello se diera lugar a un desequilibrio de los planos sonoros, sí una acentuación mayor del contenido electrónico que, en algunos episodios, parecía casi colisionar desquiciadamente con el conjunto instrumental sin que esto se produjera (ahí, escuetamente esbozada, la idea visual del enjambre). La música de Alsina, compositora radicada en Suiza y cuya creación no es fácilmente accesible, resultó ser la más escrupulosamente entroncada con nuestro presente musical de cuantas se escucharon en el programa. Panisello y sus músicos solventaron sus muchas inestabilidades, la nerviosa estética y la plétora de técnicas extendidas con buen hacer aunque estamos convencidos de que una mayor profundización en la pieza acabaría entregando un resultado aún más imponente de esta muy notable partitura.

Meister Eckhart: Mystical song, para soprano y ensemble, del año 2019, es una obra de Fabián Panisello (1963) que lo primero que viene a demostrar es la habilidad del compositor y director para la música vocal y, más efectivamente en este caso, para dotar a la música de un dramatismo operístico con un ensemble de reducidas dimensiones y una sola voz, en esta sesión la de la soprano Anna Davidson.  Compleja en saltos interválicos y con pasajes susurrados dichos a gran velocidad (en alemán medieval), solo la teatralidad de la encomienda vocal adquiere una importante fuerza escénica, reforzada por las aceleraciones instrumentales y por las palabras también bisbiseadas por parte de los instrumentistas. La partitura claudica con un canto a cappella de refulgencia religiosa y de un melodismo arcaizante sinceramente hermoso. El conocimiento de la obra por parte de Plural (previamente interpretada en Cuenca y también en Madrid, a la vez ya grabada en un reciente disco monográfico de Ibs Classical) determinó el llamativo nivel de implicación y firmeza con la que llegó al público.



Las dos restantes obras del concierto, de David Moliner (1991) y Jörg Widmann (1973) compartían no pocos elementos en común. No solo el que ambos sean compositores-instrumentistas (percusionista y clarinetista, respectivamente); también se pudo comprobar cómo ambos autores manejan la inserción habitual de las técnicas extendidas en discursos estéticos de un cierto neoexpresionismo y sencilla teatralidad, sin que ninguna de las dos piezas ofrecidas sobresaliera por su compromiso experimental, lo que por otra parte no deja der una opción de escritura perfectamente válida. Un magnetar… Magnetische Episoden (2021), para clarinete y ensemble –estreno absoluto y encargo- comenzó con Widmann deambulando por un escenario con escasa iluminación entonando una melopea de escritura casi romántica que acabó proyectando sobre el parche del timbal amplificando así resonancias. Los músicos entran entonces pertrechados con silbatos que soplan con mesura. Despliega a partir de ahí un convencional concierto para violín y ensemble en el que el material siempre virtuoso de Widmann espolea motivos y líneas hacia el resto del conjunto (explica Moliner que un “magnetar” es una variedad de púlsar cuya característica principal es la expulsión de energía). El problema es que la pieza pronto es presa de su propia obviedad concertante y que esta se extiende por demasiado tiempo, lo que no restó su capacidad de convencer al numeroso público presente por la demostración pirotécnica de Widmann y el buen hacer del Plural y Panisello que, en programas de mayores dimensiones de los que habitúa a presentar en su interesante temporada de la Fundación BBVA, se muestra como una formación en excelente estado y que merecería acceder, con más asiduidad, a proyectos de envergadura.

Finalmente Labyrinth IV, para soprano y ensemble (2019), devolvió al escenario a una Davidson que, desde el grito desgarrador con el que comienza, exploró con buen resultado el registro más agudo y extremo de su voz para imbricarse en una obra que, en sí, es una fiesta de clichés de música contemporánea que, consignaremos, funciona en la audición sin sonrojo alguno. Esta música laberíntica está llena de pasajes concertantes que invocan a una ya superada posmodernidad para, inmediatamente, abrazar otros de áspera crudeza (con percusión abundante y bamboleante) y estallidos en fortissimo. La especialización de dos trompetistas dispuestos en el patio de butacas y que, en la coda, entonaron lo que pareció una llamada de batalla galáctica generó un momento de divertida emoción tan epidérmica e insustancial como la propia música, servida en bandeja de plata.
 


Ismael G. Cabral es periodista musical y musicógrafo. Ha trabajado durante 16 años en la redacción del periódico sevillano El Correo de Andalucía. Actualmente, además de ser funcionario del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, es colaborador especializado en música contemporánea en las revistas El Compositor Habla, Ópera Actual y Scherzo.







   

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