ISSN 2605-2318

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«Eres Holz, desinhibición y reflexión en torno al sonido»


05/05/2023

Una crítica de Ismael G.Cabral para El Compositor Habla


 
El sello NEOS puso hace unas semanas en circulación un monográfico dedicado al compositor alemán Eres Holz (1977) cuyo trabajo, hasta la fecha, queda ejemplarmente documentado en este retrato que compila diversas, heterogéneas y, en algún caso, heterodoxas, obras para instrumento y electrónica, cuarteto de cuerdas y conjuntos de cámara. Holz estudió composición con Ruben Seroussi en Tel Aviv y, posteriormente, perfeccionó sus conocimientos con Hanspeter Kyburz y Wolfgang Heiniger en Berlín, por lo que los años más claves de su formación son de raigambre netamente germana, como así se trasladará a la música que aquí escucharemos.

Lo primero que se desprende de la audición de MACH (2017) para órgano es la desinhibición con la que Holz aborda el material, esto es, asume una discursividad abigarrada y muy efectista que, sin embargo, antes que rehuir de la tradición, asume ciertas convencionalidades de la música diríamos catedralicia. Susteck, referencia absoluta en la interpretación del órgano contemporáneo, parece pasárselo en grande con el festín sónico que le propone una partitura que puede llegar a abrumar por la masividad de algunos de sus pasajes, en los que se busca los contrastes más acuciados posibles y, a la vez, una espiritualidad de la que no se nos habla en la carpetilla del disco pero que se traslada a la escucha con facilidad y relativa predisposición a la misma. Interpretada y grabada en el, así denominado, “órgano para la nueva música” de la Kunst-Station Sankt Peter de Colonia, MACH evoluciona a través de progresiones armónicas hasta cierto punto tradicionales e incluso el autor refiere los distintos “afectos” (remontándose a una adjetivación más propia del barroco) que extrae del teclado. La peripecia acaba con más fuegos artificiales en forma del tañido del carillón de la iglesia.
 



“Una forma de invitación a hacer algo que no sea trivial” está anotado por Holz en la partitura de las obras que configuran el ciclo MACH. Una inscripción que, si bien hasta cierto punto parece un poco sobrecargada para la ampulosa pero resultona creación organística, sí que encuentra una decantación más ajustada en MACH (2021) para arpa y live electronics. Ni aquí ni en la respectiva pieza para violonchelo y live electronics (2020) el compositor se interesa por forzar los límites gestuales y tímbricos de los respectivos instrumentos. Tampoco la electrónica es empleada como elemento disruptivo, antes al contrario se entiende rápidamente en la escucha como una extensión artificial del propio sonido acústico. Hijas creativas de un tiempo pandémico estas obras hablan -muy en sentido figurado- de las restricciones del contacto interpersonal. Y, así las cosas, la partitura que clausura el primero de estos dos álbumes, MACH, para acordeón y live electronics, sí que denota un hartazgo situacional mayor, como quiera que sea por el ensuciamiento de unas resonancias que se entrecruzan aquí con reiterados y agrios ataques del acordeón. Junto con la inicial creación para órgano (aquella sin la interferencia electroacústica), esta última adición al ciclo -interpretada por Silke Lange- adquiere contornos de grito y la inmersión en ella resulta tanto más incómoda como, a la postre, cargada de significantes que en el caso de las predecesoras para arpa y violonchelo.
 



Dunkle Risse (2018) para cuarteto de cuerdas conoce aquí la interpretación de quienes la estrenaron, el Cuarteto Asasello, una formación de notable trayectoria y extravagante discografía que merecería más atención aunque su sino parece el de quedar un tanto entreverada en la fastuosa panoplia de conjuntos germanos especializados en música actual. Casi 30 minutos se toma Holz en una obra nacida de una necesidad expresiva muy personal, el fallecimiento de su madre en 2019 a causa del Alzheimer. “¿Queremos vencer a la muerte?” fue la pregunta (el tema) formulado a los compositores invitados a crear obras para el Forum neuer Musik de la Deutschlandfunk en el año 2021. A partir de esta invitación Holz hiló esta extensa partitura basada en una progresión de acordes, “como una especie de bucle sin fin”. Es este un cuarteto en el que la luminosidad, o alguna idea similar a la redención, a la confortabilidad y a la asunción de la partida, no aparece por ningún resquicio. Las cuerdas se entrecruzan de forma monocroma, instaurando un clima grisáceo (si se nos permite la tentación sinestésica) y distante en el que el componente melódico aparece, pero lo hace de forma muy constreñida. Estéticamente podríamos emparentar el empeño con la música de un Walter Zimmermann, de un Christian Wolff; lo astringente en grado sumo.

Otra música surgida de este impacto familiar es Touching Universes and Ends (2019), para septeto y electrónica (un muy curtido Ensemble Aventure). Aquí Holz campa a sus anchas operando al revés que lo hizo en su cuarteto, de la asunción de una cierta forma canónica a la aplicación masiva de técnicas extendidas que, no obstante, no fracturan el lenguaje y la linealidad. El compositor se plantea la indagación sónica buscando lo ominoso mediante una electrónica que amplifica con barniz sinfónico las masas sonoras que despiden los ejecutantes. En este sentido resulta una escucha más estimulante que la muy académica Schakalkopf (2016), con conjunto (cuasi) pierrot, y cuya intercambiabilidad con toneladas de piezas similares acaba por extraviarla. Finalmente Die Frau (2020), para soprano, flautas dulces, contrabajo y live electronics, sin reinventar la pólvora, parece conjurar a Bernhard Lang con una música de orgánico singular, rítmicamente muy cargada y también apegada a la palabra y a las inflexiones vocales de la cantante, Claudia van Hasselt, mucho más disfrutable en tanto que tomemos en cuenta el jugoso texto del escritor rumano Constantin Virgin Banescu.

Ismael G. Cabral. Abril 2023
 
 

Más información en la web de Neos

Aquí tenéis todas la entrevistas, críticas y noticias de Ismael G. Cabral en la sección de Ismael en El Compositor Habla: Atelier de Músicas
 



Ismael G. Cabral es periodista musical y musicógrafo. Ha trabajado durante 16 años en la redacción del periódico sevillano El Correo de Andalucía. Actualmente, además de ser funcionario del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, es colaborador especializado en música contemporánea en las revistas El Compositor Habla, Ópera Actual y Scherzo.







 

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