«Sistermanns y la desmemoria de los sonidos»
19/12/2023
Una crítica de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla.
JOHANNES S. SISTERMANNS
un ent los
Composición electroacústica
Las intenciones de Johannes S. Sistermanns (1955) a propósito de su composición electroacústica -y de lo que cabe esperar de ella por parte del auditor-
un ent los (recientemente estrenada en
disco en el sello World Edition que dirige María de Alvear) las expresa con claridad en una reciente entrevista del compositor y artista sonoro alemán con Ruth Prieto en El Compositor Habla (que puede leer
aquí): “
In the best case, it’s a confrontation with oneself”. Si se opta por una audición ciega, al margen de los comentarios que se explicitan en el libreto del álbum, es posible obtener pistas, pero son escasas. Parece claro que se trata de la organización de un material de archivo repensado como creación, si bien su fragmentariedad y la multiplicidad de fuentes no ayudan a la concreción. Como tampoco lo hace la muy premeditada secuenciación en breves piezas (la más extensa, de ocho minutos, la más breve de apenas cinco segundos) intercaladas por abruptos silencios.
La idea del archivo de sonidos como estímulo creativo ha sugerido a múltiples compositores piezas al respecto, se piensa en Pierre Henry, también en eRikm, entre tantos otros. Sistermanns es quizá el último en sucumbir a la tentación de plantear una reescucha compartida del suyo propio. Lo hace de manera codificada, sin ponerlo fácil, pero tampoco con un interés puramente especulativo; aún desnortados en este cúmulo de sugerencias sonoras el pulido de las fuentes y el ASMR vocal de algunas piezas propician un dejarse llevar, un dejarse arrastrar sin expectativas y también sin memoria por los acontecimientos que se nos van proponiendo.
Es el silencio el elemento más rupturista y avinagrado de este
un ent los (sobre el significado del título nos remitiremos nuevamente a la
entrevista anteriormente citada); de no existir podríamos incluso entroncar este viaje sónico con las escuchas concentradas de un Francisco López, pero a Sistermanns no le interesa tanto sumergir al oyente en ninguna catarsis auditiva como interrogarlo al respecto de las posibles asociaciones que unas proposiciones y otras establezcan a lo largo de las 36 pistas en las que se subdivide la composición.
El alemán no ha compuesto, en sentido exprofeso, ninguno de los sonidos que percibimos. Es así, por tanto, una reescritura, una reimaginación de un archivo del que entresaca sonidos de síntesis electroacústica, pero también otros de procedencia más concreta: respiraciones, metales, voces susurrantes, rescoldos pianísticos, sensores de vibración, instrumental acústico y electrónico, grabaciones de campo y unos punzantes, rítmicos y característicos acoples electromagnéticos. En su ordenación, todo este aparente desgarriate de sonidos parece no responder a ninguna intencionalidad dramática. “
Tengo mucha confianza en mi ignorancia”, dirá Sistermanns. Así, su deseo es no demarcar una finalidad u otra, no crear forzadas conclusiones sobre como unos eventos se relacionan con otros. Deja esa tarea, a lo largo de los 75 minutos por los que se extiende
unt ent los al oyente.
No sabemos si, incidiendo en su ánimo creativo, y radicalizando más sus planteamientos, las pistas de un disco como este podrían ser escuchadas aleatoriamente o, más allá, si el compositor ve factible legarnos la potestad de organizar -nosotros, sí- el discurso de la manera que mejor entendamos. Como si cada una de las 36 piezas lo fueran de un puzle; en ese caso la audición a la que aquí se nos invita sería solo una -la de Sistermanns- entre todas las infinitas posibles.
“
Me dejé capturar por los sonidos desprovistos de memoria de mi archivo”. Más aún, y tomando palabras directamente de la carpetilla del álbum en el idioma original: “
This CD has come about from listening to my past compositions… wide and unpredictable spaces were torn open for me by sounds composed for other projects rather than new conceptual thoughts… nontransitional… I entered the interior of listening through sounds that moved me again… there were moments when I didn’t know I was listening”. No obstante, ese carácter fragmentario ya se encontraba presente en anteriores trabajos del autor, caso de
Etc_Random (Wergo, 2011), donde la dispersión y la encriptación de los afluentes que alimentan la obra era notable.
Con la recomendación de su escucha hemos también de poner en valor el ir más allá de la compositora María de Alvear en su sello, no solo dando cabida a propuestas que, en muchas ocasiones, poco o nada tienen que ver con los senderos estéticos que ella transita. Todavía más, una iniciativa como este
un ent los nace como proyecto discográfico y es ahí, en ese soporte, donde estamos conminados a encontrarnos / confrontarnos con él.
Ismael G. Cabral, diciembre 2023