ISSN 2605-2318

Artistes

Tomás Marco (Compositeur) 

Tomás Marco | Le penseur musical

12/05/2008

Madrid, Mayo del 2008

Ruth Prieto: Para empezar… ¿de qué hablan los compositores?
Tomás Marco: Algunos de dinero, la mayoría de quejas variadas, unos pocos de todo como cualquier otra persona. De Música, casi ninguno aunque en general aseguran lo contrario.

Ruth: ¿Por qué a la gente joven está más interesada en Chikilicuatre que en la música de su tiempo?
Tomás: Porque le hablan de eso a todas horas en todos los medios y lo otro lo desconocen. No se debe confundir lo que le interesa a la gente joven con lo que los comunicadores quieren que interese a la gente joven. Marcuse decía que hay una gran diferencia entre que la gente sea ignorante y que se la haga ignorante a través de la información y diversión diarias.

Ruth: ¿Qué característica le define mejor como artista? Tomás: Supongo que la curiosidad por todo y la variedad.
Ruth: ¿Qué tiene de oficio, componer?
Tomás: Todo lo que no es invención pura, que es siempre lo menos.

Ruth: ¿Qué le movió a dedicarse a la música?
Tomás: Claramente la vocación.No tenía antecedentes familiares y en mi época las salidas que tenía el componer eran varias: Hendaya, Port Bou , Barajas…

Ruth: ¿Cuál ha sido la última alegría que le ha dado la música?
Tomás: Cualquier música que oiga ya es una alegría.

Ruth: ¿Y el último disgusto?
Tomás: La música no da disgustos, si acaso cosas que se mueven en su entorno pero no ella misma.

Ruth: ¿Qué es componer hoy en día?
Tomás: Como siempre, una manera de acercarse a la comprensión del mundo y de dialogar consigo mismo y con los demás.

Ruth: ¿Qué le da fuerza para superar las dificultades de una profesión tan exigente?
Tomás: Me imagino que la música misma.

Ruth: ¿Y qué le irrita especialmente cuando oye hablar de música?
Tomás: Que se confunda su función con la de las cosquillas o los masajes thailandeses. También me irritan mucho los tontos y son mayoría.

Ruth: ¿Qué aporta la música a la educación?
Tomás: La educación de la sensibilidad y el aprendizaje de los sentidos.

Ruth: Dígame una virtud de Tomás.
Tomás: Constancia y paciencia.

Ruth: Y un defecto del Señor Marco.
Tomás: Carece de ambición suficiente y le trae sin cuidado ocupar una línea, una págnina o un capítulo en los diccionarios.

Ruth: Liberté, egalité, fraternité. ¿Añadiría algo?
Tomás: Para añadir algo habría que empezar por cumplirlas.

Ruth: ¿Tiene una idea de lo que puede ser la felicidad «musical»?
Tomás: La felicidad, musical o no, y en el caso de que exista, es algo totalmente subjetivo.

Ruth: ¿Tiene algún sueño recurrente?
Tomás: Creo que no.

Ruth: ¿A quien rescataría del pasado?
Tomás: Cada uno es de su tiempo, el pasado no vuelve y si volviera no tendría nada que ver con lo que fue.

Ruth: ¿Qué tiene el presente de interesante?
Tomás: El estar sin hacer y abierto a todo.

Ruth: ¿Qué espera del futuro?
Tomás: Si es futuro a corto plazo, tranquilidad. Si es futuro lejano, nada, cuando me muera ya no me voy a enterar de nada así que me da igual. Me dan mucha pena los que creen que escriben para la posteridad porque la posteridad no nos concierne a nosotros sino a los que vengan después.

Ruth: ¿Cómo interesar a un niño por la música contemporánea?
Tomás: Los niños no excesivamente contaminados la toman con total normalidad hasta que son embrutecidos por lo que creemos que es educación.

Ruth: Y yo le pregunto: ¿qué consejo le daría a un niño que estudia música?
Tomás: No soy muy partidario de aconsejar. En todo caso que lo haga con gusto, si no no merece la pena.

Ruth: Mis trillizos cantan a Britten en un coro y raps en la bañera. ¿Qué hago con ellos?
Tomás: Nada, hacen muy bien.

Ruth: ¿Le parece útil Internet?
Tomás: Por supuesto, es imprescindible.

Ruth: ¿A qué compositor invitaría a comer a casa?
Tomás: Ya invito a mis amigos, algunos son compositores pero no los invito por eso.

Ruth: ¿Con cuál se sentaría a charlar horas y horas?
Tomás: También hay músicos (y pintores y escritores) con los que he charlado horas y horas pero no son la mayoría.

Ruth: ¿A qué músico le daría una patada en el trasero? metafóricamente hablando
Tomás: A algunos divos de la interpretación.

Ruth: De sus contemporáneos: ¿aguantarán todos el paso del tiempo?
Tomás: Espero que no porque si es así la gente del futuro tendría un tremendo peso ¿Se imagina que se recordaran a los varios centenares de compositores activos en la Viena de Beethoven?

Ruth: Una hora para componer.
Tomás: Cualquiera, pero prefiero, si puedo, la mañana, cuanto más temprano, mejor.

Ruth: Una película.
Tomás: Senso de Visconti.

Ruth: Un libro.
Tomás: No me puedo conformar con un solo libro.

Ruth: Una canción.
Tomás: In Abendrot de Richard Strauss.

Ruth: Un personaje histórico y otro de ficción.
Tomás: Leonardo da Vinci y Gandhi por un lado, Don Quijote y Odiseo (Ulises) por otro.Por cierto , a los dos de ficción he dedicado óperas.

Ruth: ¿Descansa usted alguna vez?
Tomás: Todas las noches cinco horas.

Ruth: Tres obras maestras de la historia de la música.
Tomás: Habría que fijar épocas y estilos, si no me es imposible extraer sólo tres. Si nos conformamos con autores, digamos Bach, Debussy y Strawinsky.

Ruth: ¿Qué tiene la ópera?
Tomás: Es un absurdo fascinante.

Ruth: ¿Quién es su heroína operística particular?
Tomás: La reina de la Noche de Mozart (tal vez porque me gustaría cantarla y es imposible).

Ruth: ¿Qué le queda de hacer en música?
Tomás: Para mi desgracia, casi todo.

Ruth: ¿Qué ópera, cuando y porqué?
Tomás: He compuesto varias óperas pero desde hace muchos años doy vueltas a un muy amplio proyecto sobre Las tentaciones de San Antonio de Flaubert-Supongo que no se hará nunca.

Ruth: ¿Entienden los políticos de música?
Tomás: Algunos sí y la mayoría no.

Ruth: ¿Qué diría Tomás Marco de Tomás Marco?
Tomás: Que es un compositor español de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI. También que es un tipo con el que ha tenido que convivir desde siempre y hasta siempre.

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