Artistas
Albert Guinovart (Compositor)
Compositor, pianista, director y trabajador incansable, Albert Guinovart, nos comenta que no tiene demasiado contacto con otros compositores, y también: “soy más de escuchar que de hablar, pero le diría que hablamos a través de nuestra música.”
No le gusta hablar de él, y nos dice que: “Componer tiene un componente técnico que se tiene que dominar, sólo la “idea” o la “inspiración” no basta; igual que no basta la técnica”. Pero nos explica que “eso del oficio se gana con el tiempo y la experiencia y por supuesto de evolucionar a base de errores propios.”
Como muchos otros compositores nos explica lo importante que es ser “muy trabajador y humilde, para querer aprender día a día”; pero Guinovart es un gran comunicador que cree profundamente en lo que hace y se deja la piel el ello. Nos confiesa que “la música me da continuamente alegrías”, y que “el hecho de poder vivir de lo que uno considera su vocación es ya muy importante para sentirse feliz”.
Disfruta con los intérpretes de sus obras y de manera especial con el último premio que ha recibido, el Premio Butaca, de votación popular, a su último musical “La vampira del Raval”, y nos dice “me da mucha satisfacción porque ha sido valorado por el público”.
No le preocupa la crisis “no se puede decir que la composición en nuestro país haya estado nunca demasiado bien ni en tiempos de vacas gordas” sino que “no se ha educado a la gente a pensar que la cultura sea indispensable para la sociedad, por lo que tendremos que espabilarnos y no confiar en que nos lo resuelvan desde los estamentos políticos”.
Nos dice claramente que tenemos que buscar a nuestro público y fidelizarlo con propuestas atractivas: “Hay que ser consciente que si no hay público dispuesto a pagar por escuchar nuestra música es que no tiene razón de ser a nivel social”.
Consciente de sus raíces musicales: el gran repertorio de la música llamada “clásica” y por otro lado la música tradicional catalana, no es un hombre de extravagancias, pero si un idealista que cree profundamente en que la música abre puentes a la espiritualidad y también enseña diversión constructiva.
Positivo y optimista, piensa más en lo que he ganado que en lo que he perdido por el camino y no le gustan nada los “filósofos” metidos a músicos.
Piensa que los grandes compositores están vivos a través de la interpretación de sus obras y le apasiona el momento presente: “El presente es nuestro tiempo, por lo que es el más interesante”. Espera del futuro: “que la gente aprenda a disfrutar de la música sin prejuicios”
Chopin, R. Strauss, Mahler, Gershwin, Bernstein, Prokofiev, Bartók, Poulenc, Strawinsk, Mozart, entre sus preferencias la lista es larga, es un apasionado de la música, que disfruta de la tranquilidad en casa, la literatura inglesa romántica, el cine de Hitchcock, Fellini y Spielberg y navegando por internet.
No le gusta hablar de él, y nos dice que: “Componer tiene un componente técnico que se tiene que dominar, sólo la “idea” o la “inspiración” no basta; igual que no basta la técnica”. Pero nos explica que “eso del oficio se gana con el tiempo y la experiencia y por supuesto de evolucionar a base de errores propios.”
Como muchos otros compositores nos explica lo importante que es ser “muy trabajador y humilde, para querer aprender día a día”; pero Guinovart es un gran comunicador que cree profundamente en lo que hace y se deja la piel el ello. Nos confiesa que “la música me da continuamente alegrías”, y que “el hecho de poder vivir de lo que uno considera su vocación es ya muy importante para sentirse feliz”.
Disfruta con los intérpretes de sus obras y de manera especial con el último premio que ha recibido, el Premio Butaca, de votación popular, a su último musical “La vampira del Raval”, y nos dice “me da mucha satisfacción porque ha sido valorado por el público”.
No le preocupa la crisis “no se puede decir que la composición en nuestro país haya estado nunca demasiado bien ni en tiempos de vacas gordas” sino que “no se ha educado a la gente a pensar que la cultura sea indispensable para la sociedad, por lo que tendremos que espabilarnos y no confiar en que nos lo resuelvan desde los estamentos políticos”.
Nos dice claramente que tenemos que buscar a nuestro público y fidelizarlo con propuestas atractivas: “Hay que ser consciente que si no hay público dispuesto a pagar por escuchar nuestra música es que no tiene razón de ser a nivel social”.
Consciente de sus raíces musicales: el gran repertorio de la música llamada “clásica” y por otro lado la música tradicional catalana, no es un hombre de extravagancias, pero si un idealista que cree profundamente en que la música abre puentes a la espiritualidad y también enseña diversión constructiva.
Positivo y optimista, piensa más en lo que he ganado que en lo que he perdido por el camino y no le gustan nada los “filósofos” metidos a músicos.
Piensa que los grandes compositores están vivos a través de la interpretación de sus obras y le apasiona el momento presente: “El presente es nuestro tiempo, por lo que es el más interesante”. Espera del futuro: “que la gente aprenda a disfrutar de la música sin prejuicios”
Chopin, R. Strauss, Mahler, Gershwin, Bernstein, Prokofiev, Bartók, Poulenc, Strawinsk, Mozart, entre sus preferencias la lista es larga, es un apasionado de la música, que disfruta de la tranquilidad en casa, la literatura inglesa romántica, el cine de Hitchcock, Fellini y Spielberg y navegando por internet.
Ruth Prieto para El Compositor Habla
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Nueva Sección Directorio
dedicada a la promoción de compositores, intérpretes, instituciones y editoriales.
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