ISSN 2605-2318

Entrevistas

Mercedes Zavala | Un difícil equilibrio


05/09/2012

Es una compositora, profesora comprometida y feminista atípica que ve las cuotas como “arma de doble filo”. Nos comenta que: “…Necesito la reflexión diaria como el respirar; necesito tiempo para estar conmigo misma y tener la sensación de que controlo mínimamente mis actos y mis decisiones. Para mí la libertad es sobre todo consciencia y después, si se puede, elección. Si no puedo practicar esto me siento apresada por la corriente de la vida.”
Zavala entiende el oficio como “parte inseparable del proceso creador”. Disfruta escuchando sus obras y nos dice que: “Cuando los intérpretes creen de verdad en la obra, tengo una sorprendente, al menos para mí, experiencia en el concierto en vivo: es como si la escuchase por primera vez, y me conmueve como si la hubiese escrito otra persona, a la vez que me emociona reconocerme en ella”.
No se siente extravagante pero si un poco osada y comenta con contundencia que: “La música enseña a escuchar, a comunicarse, armoniza cuerpo, mente y afectos, desarrolla la capacidad de trabajo en solitario y en grupo, la abstracción, la coordinación motora, la sensibilidad y la percepción... y además salva vidas y cura dolencias. ¿Cómo se puede concebir la educación sin música?..”
Detesta a la gente que se alimenta del odio y nos habla de la docencia con una mezcla agridulce de pasión y desencanto. Se ríe con la fina ironía y se confiesa un poco llorona…y una apasionada de Kurosawa.
El silencio: un ideal; rescataría del pasado a su madre, no espera nada del futuro y el presente lo encuentra acuciante….una mujer de su tiempo a la que le importa “más la calidad y honestidad de su obra que si obtiene éxito o no. El éxito pasa y la obra queda”.
Reivindica la política, ahora que está tan denostada. Lo que más le gusta es “percibir el transcurrir del tiempo segundo a segundo, escuchar mi propio silencio sobre el entorno y mirar el cambio de las nubes por la ventana. Después prolongar esta situación de alguna manera: pensando, leyendo meditando lo leído, haciendo planes, tomando un té, una copa de vino o haciendo alguna tontería manual, cocinando, paseando... Prolongar ese momento hasta donde se pueda, y después, ya está uno preparado para hacer –bien, cabalmente, con gusto y con sentido- todo lo demás.”
Es una romántica desconcertante y sorprendente.

El Compositor Habla

Ruth Prieto, para El Compositor Habla, entrevista a la compositora Mercedes Zavala
Madrid, Agosto del 2012 



Un difícil equilibrio


1. Ruth Prieto:
A propósito y para empezar, me han echado muchas veces la bronca porque muchos de sus predecesores en este espacio eran hombres, y no había mucha presencia femenina, ¿habría que hacer distinción entre compositores y compositoras?

Mercedes Zavala: Bueno, esta pregunta creo que ya supone una distinción: ¿se la hace habitualmente a los compositores varones?

Contestando a la cuestión de la bronca: actualmente hay un importante número de compositoras, pero sigue siendo mucho menor en porcentaje que el número de compositores varones. Por tanto, sería raro que no hubiese presencia de ninguna... y sería forzado y poco representativo que hubiese en igual número que de hombres, creo yo.

2. Ruth Prieto: ¿Cree usted que debería haber cuotas?

Mercedes Zavala: Depende. Las imposiciones no son lo ideal, y las cuotas son el extremo más bárbaro de la discriminación positiva. Hay otras muchas acciones más interesantes que se pueden acometer. Pero para cada caso concreto tengo una opinión matizada. Pueden ser convenientes si la representatividad de un colectivo es relevante.

En las cuestiones artísticas no me gustan, porque son un arma de doble filo. En el caso de las compositoras nos ponen innecesariamente bajo sospecha de ser “parte de la cuota”, sea o no el caso. Pero lo mismo va para otras como las autonómicas de las que se habla y discute con menos acritud, al menos públicamente.

Lo que sí debe de haber es vigilancia: estamos acostumbrados a pensar aún muchas actividades en masculino. Si no estamos alerta tanto hombres como mujeres tendemos a perpetuar los esquemas heredados. Y estos esquemas tienden a ocultar, relegar y minusvalorar el trabajo de las mujeres en determinados ámbitos. El de la composición es uno de ellos.

También hay compositoras que abjuran enérgicamente de las cuotas como del demonio, mientras se aprovechan de ellas, abjuran del feminismo en un contexto y en otras sacan partido de él y de su condición femenina sin ningún pudor. Esto me parece aún más preocupante, nada ético, hipócrita y desleal.

3. Ruth Prieto: ¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?

Mercedes Zavala: No sé si es el principal, pero necesito la reflexión diaria como el respirar; necesito tiempo para estar conmigo misma y tener la sensación de que controlo mínimamente mis actos y mis decisiones. Para mí la libertad es sobre todo consciencia y después, si se puede, elección. Si no puedo practicar esto me siento apresada por la corriente de la vida.

4. Ruth Prieto: ¿Qué tiene de oficio componer?

Mercedes Zavala: Hay una contraposición vulgar entre oficio e inspiración bastante absurda. El oficio se convierte en un concepto peyorativo, como si fuese un saber mecánico, acrítico y contrapuesto a lo creativo. Yo prefiero entenderlo como parte inseparable del proceso creador. Lo peligroso es concebirlo estáticamente, como algo que se adquiere y ya se tiene para siempre. Hay que ponerlo al día y cuestionarlo, incluso ignorarlo a veces, para evitar que se convierta en un saber paralizante, en una serie de clichés simplificadores, en tics en vez de en nuevas posibilidades.

5. Ruth Prieto: ¿Qué cualidades tiene que tener un compositor/compositora?

Mercedes Zavala: Dos son esenciales: 1) Tener una cierta pulsión, aunque sea intermitente, por componer. 2) Terquedad y tenacidad para seguirla.

6. Ruth Prieto: ¿Y…defectos?

Mercedes Zavala: Pues ninguno. Los defectos no aportan, reducen y limitan ¿no?

7. Ruth Prieto: ¿Cuál ha sido la última alegría que le ha dado la música?

Mercedes Zavala: Estos últimos meses he tenido el gran privilegio de escuchar algunas de mis obras en versiones increíblemente buenas, muy interiorizadas y con las dificultades técnicas totalmente superadas, y entonces emerge realmente la música. Cuando los intérpretes creen de verdad en la obra, tengo una sorprendente, al menos para mí, experiencia en el concierto en vivo: es como si la escuchase por primera vez, y me conmueve como si la hubiese escrito otra persona, a la vez que me emociona reconocerme en ella. Es una sensación paradójica y extrañísima pero que me ayuda y mucho a seguir, a pensar que lo que hago tiene sentido y me trasciende.

8. Ruth Prieto: ¿Y el último disgusto?

Mercedes Zavala: La música raramente me disgusta cuando tengo la oportunidad de elegirla. Determinada música puede resultarme indiferente, aburrida o a lo peor irritante... pero es cuestión de elegir otra, yo quiero y normalmente puedo elegir. Cuando no es así, porque me la imponen en un espacio público o viola mi intimidad un ayuntamiento desaprensivo o un vecino avasallador, entonces el disgusto me lo dan estas irrespetuosas personas e instituciones. Es insoportable e invasivo el uso de la música que se hace en nuestra sociedad de masas, y lo poco que se piensa en la salud de las personas.

9. Ruth Prieto: Con todo esto de la crisis, ¿qué es componer hoy en día?

Mercedes Zavala: Desde un punto de vista práctico para mí: más horas de trabajo enseñando y menos tiempo para componer; menos sueldo y falta de recursos para asistir a algunos de mis estrenos fuera de España y asentar lazos con el exterior... (de la “marca España” a este nivel, poco se ocupan las instituciones).

Desde un punto de vista más general: para componer no hace falta mucho dinero ni mucha infraestructura, sino tiempo. Además de unas condiciones de trabajo que desearía y no siempre tengo - silencio y buenas vistas desde mi ventana-, siempre está ahí ese mundo paralelo al que no le afectan la crisis ni las euforias; al revés, incluso me siento impelida con más fuerza a la inmersión en ese otro universo, visto como está el cotidiano.

10. Ruth Prieto: ¿Si no fuera compositora qué le hubiera gustado ser?

Mercedes Zavala: ¿Rentista, darme a la buena vida y componer, si acaso, solo en los ratos libres? Es una posibilidad tentadora, acepto ofertas.

11. Ruth Prieto: ¿Cuál ha sido su mayor extravagancia?

Mercedes Zavala: Creo que no me he sentido extravagante nunca, como mucho un poco osada.

12. Ruth Prieto: ¿Qué aporta la música a la educación?

Mercedes Zavala: ¿Qué es la educación sin música? Algo incompleto, desequilibrado. La música enseña a escuchar, a comunicarse, armoniza cuerpo, mente y afectos, desarrolla la capacidad de trabajo en solitario y en grupo, la abstracción, la coordinación motora, la sensibilidad y la percepción... y además salva vidas y cura dolencias. ¿Cómo se puede concebir la educación sin música? Esta es la pregunta oportuna.

13. Ruth Prieto: ¿Qué le da miedo?

Mercedes Zavala: El infierno son los otros, decía Sartre. Eso es lo que me asusta, esos otros que hoy en día crecen y se alimentan del odio, de aplastar a los demás, y cuyo lema es “que se jodan”.

14. Ruth Prieto: ¿Perdió algo por el camino?

Mercedes Zavala: Quizás uno de los desencantos más grandes en mi profesión ha sido la enseñanza. Mucho me ha aportado, pero también mucho he perdido y perderé en mi trayectoria musical por ejercer de docente en este país. En el mundo de la enseñanza no se valora que los profesores se mantengan activos en la música; y en el de la Música –con mayúsculas, institucional- no se valora la labor que hacemos como docentes.

He recibido reconocimientos y honores como compositora, investigadora, presidenta de una asociación... nunca como docente, y eso que en ello llevo más de veinte años. Toda mi carrera profesional viene marcada por este aspecto. Y mucha de mi energía se va continuamente en conciliar dos mundos que deberían ser complementarios pero la sociedad se ha empeñado en enfrentar.

15. Ruth Prieto: ¿Qué es el silencio?

Mercedes Zavala: Un ideal, un referente necesario para el individuo consciente y para una sociedad no alienada, es decir, creativa. Pero no existe, el silencio total es la muerte. Lo que anhelamos frente al caos circundante y a veces denominamos silencio, es un paisaje sonoro amable, que nos permita desplegar sobre él la consciencia de la vida propia y de la circundante. Un difícil equilibrio.

16. Ruth Prieto: Liberté, egalité, fraternité ... ¿Añadiría algo?

Mercedes Zavala: Sí, pero tal y como están los tiempos más vale que afiancemos las ideas básicas.

17. Ruth Prieto: Tiene una idea de lo que puede ser la felicidad «musical»

Mercedes Zavala: Una idea no, una clara y reiterada experiencia. Basta con construir o reconstruir en mi interior un pasaje especial o una obra, o abrir la tapa del piano y comenzar a tocar.
Cuando era pequeña mi momento más feliz era ir en el coche en el asiento trasero mirando el paisaje por la ventana, mientras escuchaba músicas en mi cabeza, o sonaban en la radio.

18. Ruth Prieto: ¿A quién rescataría del pasado?

Mercedes Zavala: A mi madre.

19. Ruth Prieto: ¿Qué tiene el presente de interesante?

Mercedes Zavala: No me parece interesante sino acuciante. Sólo puede hacerse algo con él situándose en sus márgenes, discrepo de ese tópico que afirma que sólo existe el presente.

20. Ruth Prieto: ¿Qué espera del futuro?

Mercedes Zavala: No esperar nada es la única garantía contra la decepción.

21. Ruth Prieto: Podría definir ¿contemporáneo?

Mercedes Zavala: Usted y yo, por ejemplo, somos contemporáneas, porque coincidimos en el tiempo que nos ha tocado vivir.
En otro sentido, figurado pero en creciente desuso, es lo que se concibe o se realiza sin dar la espalda al tiempo en el que nos ha tocado vivir.

22. Ruth Prieto: ¿Podría decirme cómo es su música?

Mercedes Zavala: No, no realmente. Pero yo busco esa respuesta en un escurridizo umbral entre la obra ya creada y la que quiero crear. Y esa tensión es la que supongo que me impulsa, en parte, a seguir escribiendo.

23. Ruth Prieto: ¿Qué consejo le daría a un joven o a una joven que quiere ser compositor/a?

Mercedes Zavala: Cada vez más percibo una excesiva prisa en la mayoría de los jóvenes compositores por incorporarse a la “mainstream”, en vez de cuestionarla. Me parece muy importante no renunciar a las ideas propias por seguir una tendencia, ganar un concurso o convertirse en acólito de alguien, aun si ello hace más difícil introducirse en el mundillo. Al compositor le tiene que importar más la calidad y honestidad de su obra que si obtiene éxito o no. El éxito pasa y la obra queda.

Pero aún más importante es que no se le suban a la cabeza los momentos de reconocimiento –casi siempre son circunstanciales y efímeros en esta profesión-. Porque pensar que se ha llegado impide seguir aprendiendo del camino.

Lo importante es la trayectoria a largo plazo. En resumen, la sabiduría por tantos antes propugnada: ser humilde y a la vez fiel a sí mismo.

24. Ruth Prieto: ¿Qué le hace reír?

Mercedes Zavala: Los cachorros, estar con gente, la fina ironía...

25. Ruth Prieto: ¿Qué le hace llorar?

Mercedes Zavala: Soy muy proclive a llorar de alegría, no asocio necesariamente el llanto a la pena, sí a la emoción. De ello se puede deducir que soy muy llorona, ya que muchas emociones, tanto positivas como negativas, me pueden hacer llorar.

26. Ruth Prieto: ¿A qué compositor/a invitaría a comer a casa?

Mercedes Zavala: Tengo un compositor fijo a la mesa casi todos los días, Jacobo Durán-Loriga, buen cocinero, mejor comensal y excelente conversador. Pero hay un buen número de colegas con quienes me encanta hablar, discutir y pasar el rato, porque son buena gente e inteligentes, y sobre todo, tienen sentido del humor, de la amistad y les gusta el buen yantar.

27. Ruth Prieto: ¿Con cuál se sentaría a charlar horas y horas?

Mercedes Zavala: Si voy a hablar horas y horas prefiero el peripatetismo. En esto encaja muy bien la compositora Cruz López de Rego, se nos da bien hablar caminando como locomotoras.

28. Ruth Prieto: ¿Tiene usted “compositor/a de cabecera”?

Mercedes Zavala: Digamos que tengo compositores de cabecera cambiantes, a golpe de pasión, visto así soy tremendamente infiel. Ahora por ejemplo estoy muy schubertiana, enganchadísima a las sonatas para piano, que antes no me llamaban especialmente la atención y ahora me fascinan.
Como docente mi pan de cada día es J.S. Bach, si hay algún compositor de cabecera estable, que permanece a través de los tiempos, es él. Razón de más para darle esquinazo de vez en cuando.

29. Ruth Prieto: Alguna manía a la hora de componer….

Mercedes Zavala: Muchas. Pero si comienzo a ignorar todas, quiere decir que la obra por fin está en marcha, viento en popa a toda vela.

30. Ruth Prieto: Un libro indispensable…

Mercedes Zavala: Indispensable ninguno y todos. ¿Literarios (poesía, teatro, narrativa..), de plástica, de música, psicología, científicos, técnicos, filosóficos...? Los libros son el universo... ¿Cómo voy a escoger uno?
Compartiré el título que me ha impactado entre los leídos últimamente: Daniel Deronda de George Eliot.

31. Ruth Prieto: Una película…

Mercedes Zavala: Los siete samuráis. Kurosawa es para mí un paradigma no del cine, sino del arte cinematográfico, pero no puedo dejar fuera a Kubrick, ni a Luis Buñuel, que tanto me ha influido.

32. Ruth Prieto: Una canción que le arregle un mal día…

Mercedes Zavala: Me arregla aún más el día la música instrumental. En plena pasión Schubert: para cargarse de energía infinita el último movimiento, a un frenético ritmo de tarantela, de su sonata en Do menor. Para ponerse en paz: el Andante de la última sonata. Si puede ser por Jenö Jandó o Radu Lupu, mejor, hasta que alguien me convenza de otra opción.

33. Ruth Prieto: ¿Qué piensa de la política?

Mercedes Zavala: Ahora que está tan denostada, la reivindico, sin duda. La política es la vía alternativa a la imposición forzosa, a la guerra. Pero como toda tarea bien hecha, requiere vocación, formación, un poco de creatividad y sobre todo, honradez y humildad. Sin honradez, se corrompe la sociedad, y se cede el control a otros poderes fácticos; sin humildad, desde la prepotencia y la soberbia, no se escucha, luego no se dialoga; y si no se dialoga, no hay política, sino imposición forzosa. Caída y fin de la política, que desgraciadamente, es lo que estamos viviendo. Deberíamos, si podemos, pararlo a tiempo, antes de que sea tarde.

34. Ruth Prieto: ¿Tiene algún sueño recurrente?

Mercedes Zavala: Hace mucho que no, es curioso.

35. Ruth Prieto: Tres obras maestras de la historia de la música

Mercedes Zavala: Una tríada entre muchas otras: L’Amphibie, de Couperin, el Don Giovanni de Mozart, Lux Aeterna de Ligeti.

36. Ruth Prieto: Qué quisiera hacer en música que no haya hecho todavía?

Mercedes Zavala: ¡Pero prácticamente todo me queda por hacer...! A mí me parece que estoy empezando. Ars longa, vita brevis. Cuando muera, casi todo me quedará por hacer, sin duda.

37. Ruth Prieto: ¿Cuál es su pasatiempo favorito?

Mercedes Zavala: Si realmente se trata de pasar el tiempo: no hacer nada, nada de nada, o al menos nada que adquiera demasiado protagonismo; percibir el transcurrir del tiempo segundo a segundo, escuchar mi propio silencio sobre el entorno y mirar el cambio de las nubes por la ventana. Después prolongar esta situación de alguna manera: pensando, leyendo meditando lo leído, haciendo planes, tomando un té, una copa de vino o haciendo alguna tontería manual, cocinando, paseando... Prolongar ese momento hasta donde se pueda, y después, ya está uno preparado para hacer –bien, cabalmente, con gusto y con sentido- todo lo demás.

38. Ruth Prieto: ¿Cuál considera que es su estado actual de ánimo?

Mercedes Zavala: Yo soy un volcán en estados de ánimo, puedo batir récords en un solo día..., del abismo a la cima. Afortunadamente, con la edad he adquirido una cierta destreza en controlarlo, e intento mantener un hilillo de paz -palabra clave para mí-, un centro al que agarrarme, mientras esos vaivenes me atraviesan como nubes, más o menos cargadas o amenazantes.

39. Ruth Prieto: ¿Tiene usted algún lema?

Mercedes Zavala: No, pero podría apuntarme a lo de “lo mejor es enemigo de lo bueno”. Incurro frecuentemente en ansias de excesivo perfeccionismo paralizante, o de megaproyectos inabarcables a lo Casaubon, y este consejo me ayuda a pisar tierra y emprender proyectos factibles.

40. Ruth Prieto: ¿Qué diría Mercedes Zavala de Mercedes Zavala?

Mercedes Zavala: Que a pesar de tratar a esta señora -para mí todavía una niña- durante ya casi 50 años, ni consigo conocerla, ni aún menos manejarla, me sigue desconcertando y sorprendiendo.

Afortunadamente, porque si no fuese por esta imprevisibilidad no la soportaría en absoluto. Si alguien ha llegado voluntariamente hasta esta pregunta nº 40, merece mi más sincera admiración. Yo no habría sido capaz.

Gracias!! 

                                                         Mercedes Zavala, Madrid, Agosto del 2012

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