Una entrevista de Paco Yáñez para El Compositor Habla
Intentamos contactar con él y eso de entrada ya es complicado. Está viajando tanto que no sabe uno muy bien si llamar a Basilea, Barcelona, Madrid o Ginebra. Pero cuando conseguimos dar con él, nos encontramos con un hombre encantador, que te dedica el tiempo que haga falta: en mi caso mucho porque soy muy pesada. Nos comenta: “valoro especialmente poder hablar de muchas otras cosas. Algo muy enriquecedor es hacerlo en varios idiomas y con colegas de lugares muy distintos. El diálogo es una forma espléndida de intercambio y de acercarse al otro.”
Nos dice también que le encanta y necesita la calma (no me extraña- con tanto viaje-). Pero en lo que a componer se refiere nos habla de exigencia, curiosidad, cultura, técnica, rigor, trabajo; de que no caben medias tintas: “No me valdría componer sin intentar cambiar el mundo, musicalmente...”. Y que de los defectos “pueden surgir chispas musicales muy valiosas”.
Aprecia profundamente a sus maestros de quienes dice: “De los más grandes he aprendido que la humildad les suele ser consustancial (Messiaen, Mehta, Zender y otros maestros míos). Siempre he querido aprender de ellos.”
En su triple faceta de docente, director y compositor, cuando habla de sus últimas alegrías valora tanto las que vienen en forma de estreno, de orquestas a las que dirigir, o de experiencias didácticas. Nos comenta que, “Como profesor estoy encantado de pertenecer desde hace poco al Conservatorio Superior de Música de Aragón, que es la mejor experiencia que podría desearle a un joven estudiante de Composición en España, y además compartirlo con la enseñanza desde hace muchos años en universidades alemanas (Dresde y Düsseldorf)”
Nos habla de su encuentro con Zubin Mehta, de la presentación de algunas de sus obras en escenarios como Venecia, Hamburgo, Viena, Buenos Aires o El Cairo, de su trabajo con orquestas como la WDR de Colonia o la Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin. Todo esto mientras le esperan festivales, orquestas y espacios, que continuamente programan su música, como el Festival Ultraschall de Berlín, el encargo del festival de la Gare du Nord de Basilea, y la residencia en otro festival suizo.
Y nos dice tajantemente que: “De la música no me llegan disgustos: tal vez sorpresas que me cuestan previamente imaginar... Y que olvido a los dos segundos. No tengo ni rencor, ni tiempo ni ganas para perder energías en cosas que no sean positivas.”
Mostrando los resultados del 1 al 4 ( de un total de 4 )